Capítulo 4

10.1K 638 63
                                    

—¡Por fin te encuentro! —exclamé al encontrarme con Tina saliendo de la cocina.

Había llegado un momento en el que no pude resistirme más a los encantos de Bradley. Tuve que juntar fuerza de voluntad y no tirarme encima de él y hacer un espectaculo sexual del cual me arrepentiría luego. Me alejé a tiempo y salí a buscar a Tina. Necesitaba decirle mi atracción hacia su hermano y pedirle permiso antes de devorarlo.

—Siempre he estado aqui —explicó como si fuera obvio.

—¡Necesito hablar urgente contigo! —anuncié con desesperación.

—Quiero bailar. ¿Hablamos luego? —preguntó intentando pasar por mi lado.

—No. Tiene que ser ahora.

Puso los ojos en blanco y bufó.

—¿Tan urgente es, que no puedo nisiquiera bailar una canción?

Asentí con desesperación y mi amiga volvió a poner los ojos en blanco. Me tomó por el codo y me condujo dentro de la cocina.

—No puede ser aquí. Hay mucha gente —susurré señalando a las cuatro personas que conversaban.

Tina se quejó una vez más y salimos a la terraza.

—¿Qué ocurre? —preguntó apoyándose contra la baranda.

—Me gusta tu hermano —anuncié con los ojos cerrados— Más bien, me encanta tu hermano—corregí.

Esperé unos segundos a que mi amiga comenzara a insultarme, pero al contrario de lo que esperaba, ella explotó en carcajadas.

—¿Qué es lo gracioso? —pregunté confundida. ¿Me había sacado un gran peso de encima y ella solo se reía?

—Es solo que.... Olvídalo —murmuró restandole importancia con la mano.

—Pero dime... 

—No creo que seas del gusto de mi hermano.

¿Yo? Yo era del gusto de todos.

—¿Como crees? Noté como me mira... Le encanto.

Tina comenzó a reírse nuevamente y se encogió de hombros.

—Si eso crees, inténtalo —murmuró aún con diversión en su voz. ¿Qué le parecía tan divertido?

—¿No te enojas?

—¿Por qué iba a enojarme?

—Ya sabes. Porque es tu hermano y yo tu mejor amiga... —me encogí de hombros.

Tina puso su mano sobre mi hombro y bufó.

—Tienes todo mi permiso.

Suspiré aliviada y sonreí.

—Mejor olvidemos este incómodo momento y vamos a bailar nuestra canción —murmuré cuando la voz de Nelly Furtado comenzaba a cantar Promiscuous Girl.

***


Ya eran cerca de las tres de la mañana y llevaba cerca de una hora observando secretamente a Bradley. Aún no podía encontrar la manera de acercarme a él y besarlo. No podía creerlo, pero era así. Nunca había necesitado un plan para acercarme a alguien, ya que solo con una mirada tenía a los hombres rendidos a mis pies, pero Bradley era distinto. Algo en él me hacia temer a la espontaneidad. Necesitaba que fuera todo perfecto.

—¿Otro? —preguntó el bartender.

Asentí y le acerqué mi vaso. Ya iba por mi segundo vaso de Whisky y comenzaba a surtir efecto en mi cabeza. Quizás tenía la mala idea de emborracharme para darme un poco de valor. Quizás no era tan mala idea ya que cuando terminé mi segundo vaso, me sentía preparada para ir donde Bradley y besarlo.

MásΌπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα