Capitulo X: El inicio de un nuevo universo

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Apocalymon lanzó un grito desolador que se escuchó en el área oscura, y retumbó en todos lados, su derrota había sido tal, que casi todos los guerreros que envió a la batalla habían sido destruidos, y no podían volver a nacer. En un intento de calmarlo, el Enviado lo congracio, aunque uno había escapado, y se encontraba con ellos, Tigervespamon escapó cuando la batalla estaba terminando y volvió al área oscura.

- Esos malditos humanos lo pagarán bien caro- Dijo Apocalymon mientras su energía cambia a colores fríos.

- Mi señor, es una derrota, lo sabemos, pero al menos usted se está liberando más rápido, es como si su ira le sirviera para escapar- Dijo el Enviado.

- Si, pero aun es muy temprano para decirlo, ese poder era mío- Dijo Apocalymon.

- Beelzemon X era un idiota, necesitará a otros para pelear- Dijo Tigervespamon de brazos cruzados, apoyado en un parede de piedra.

- ¡Silencio cobarde!- Dijo el Enviado.

- Si fuera un cobarde no te estaría encarando ahora pedazo de imbécil- Dijo Tigervespamon a la cara del Enviado.

- ¡Callen! he perdido demasiados guerreros en poco tiempo, no es tiempo de pelear todavía, por ahora, esos niños creerán que ganaron, pero esto es solo el comienzo- Dijo Apocalymon.

- Muy bien dicho mi señor- Dijo El Enviado.

Tigervespamon, uno de los digimons oscuros sobrevivientes del ataque, entendió con claridad el mensaje, aparte de ser el único que no fue destruido, podía tomar más poder ahora que Beelzemon X fue destruido podía resaltar el como líder, pero necesitaba más ayuda, y sabía que Apocalymon, que misteriosamente estaba recuperando su poder, lo podía ayudar, quizás no con otro ataque igual de poderoso, si no con ataques por separado, pero esta vez más radicales.

- Esos humanos lo pagarán, pero no ahora- Dijo Apocalymon.

- Claro que sí mi señor, pero necesitará alguien que coordine los nuevos ataques a futuro- Dijo Tigervespamon.

- Es verdad, puedes ser de gran ayuda- Dijo Apocalymon.

- Mi Señor creo que- Dijo el Enviado antes de ser interrumpido.

- Serás de gran ayuda, pero ahora necesitaremos tiempo, dejemos que crean que ganaron para después asestar el golpe- Dijo Apocalymon.

Tanto Tigervespamon como el Enviado habían entendido el mensaje, asumió la derrota, pero estaban decididos a tener más victorias a futuro, al costo que fuera, ya no era el digiegg lo que quería, ahora quería retomar el control del digimundo al costo que fuera.

T.K. se había quedado dormido, tanto la batalla como el viaje lo habían dejado agotado, y aprovecho el tiempo para dormir, no habían vuelto a Tokio inmediatamente, dado que Davis logró contactarse con Wallace, su amigo norteamericano, para poder quedarse unos días en la finca de su familia en Colorado, esto dado que no pudo participar de la batalla en Nueva York.

Fue Kari quien lo despertó, aparte de Patamon, dado que el reloj casi marcaba el mediodía y el sol estaba en su punto,además de tener un esplendoroso día soleado, el desayuno aún estaba en la mesa y procuraba que los demás no se comieran lo que quedaba para T.K., habían llegado el día anterior, esto después de que Henderson les ofreciera llevarlos en aviones de la Fuerza Aérea, en agradecimiento por su victoria en Nueva York, cosa que les tomó un par de horas, después de haber celebrado comiendo hamburguesas, algo que tanto Davis como Koji y Takuya esperaban después de varios días.

En la finca de la familia de Wallace, los recibió en la casa de acogida, la que era bastante grande, sorprendiendo a varios de los jóvenes que estaban acostumbrados a vivir en departamentos, contando con un amplio salón, un comedor grande y habitaciones en el segundo piso, donde se habían alojado sus amigos. Wallace, al igual que sus pares japoneses, también había crecido, ahora estudiaba negocios internacionales, y seguía acompañado por Terriermon y Lopmon, de esta dimensión.

Digimon: Colisión de mundosWhere stories live. Discover now