Cuarenta y dos

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Lo pensé, escribí, reescribí, y al final, no le mandé el mensaje que quería

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Lo pensé, escribí, reescribí, y al final, no le mandé el mensaje que quería.

Nick 🦋

«Que descanses <3» 04:18

Bee 🦋

«tú también, niño bonito» 04:18

—¿Acabas de reírte como un cerdito? —preguntó mi amigo, había olvidado que estaba sentado en su cama «preguntando cómo se sentía».

—No —respondí rápido, volví la vista a la pantalla.

—Pero si te acaba de salir una risa de puerquito, la escuché —comentó, entrecerré los ojos y traté de ocultar la sonrisa en mi rostro.

Era imposible.

—¡Salió sola! Esas cosas no las puedo evitar, me dijo niño bonito —dije, me levanté para salir de la habitación, pero Chase me detuvo llamándome por mi nombre completo, casi igual que mi madre cuando hacía algo malo.

—Ven aquí y cuéntame qué ha estado pasando en mi ausencia, ¿por qué ya no me cuentas nada? ¿Tienes a otro? ¿Es eso? —fingió que lloraba, yo rodé los ojos y me volví a sentar a su lado.

—Qué bobo eres. Jamás te cambiaría por nadie. Por una hamburguesa gigante, tal vez. Digamos que por casi nadie.

—Te golpearía si pudiese moverme —me amenazó. Me eché a reír y suspiré.

—Ella ya sabe toda la verdad.

—¿¿Y aún así te habla?? —alzó la voz, y le dolió, así que se calmó.

¿Para qué quería enemigos? Ya tenía a Chase.

Aquella madrugada, a Chase le importó poco que eran —casi— las cinco de la madrugada. Él solo quería enterarse del chisme.

Así que, por más de una hora, le conté con lujo de detalles todo lo que faltaba por decir. Se sintió alegre de que la verdad fuese revelada.

Y pasaron los días, Bianca y yo hablábamos por horas, menos en las que estaba ocupado en reuniones por la gira.

Andrew estaba más receptivo en cuanto a ideas, me dejaba elegir lo que quisiese, incluso celebrábamos cada reunión con una buena botella de lo que tuviese a la mano.

Me ayudaba a aliviar el estrés.

Pero no del todo, porque llegó el día en que Rob consiguió a la persona que reemplazaría a Chase mientras él estaba lesionado.

Me encontraba en la oficina, afinando la guitarra, cuando mi representante apareció. Tenía una pequeña sonrisa, asomó la cabeza, y luego entró por completo. Detrás de ella, se encontraba una chica, era castaña y llevaba el cabello recogido en una cola de caballo.

Luces, música y acciónTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon