capítulo 18

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Alexander parpadeaba intentando abrir sus ojos con el pitido en sus oídos por el golpe en su cabeza. Sentía la sangre que corría por su cuello y la calentura de su cuerpo por tener el corazón acelerado.
Por fin, al poder despegar sus ojos, consiguió ver a los hombres que lo observaban un poco distantes y en silencio. Uno de ellos, se acercó a él con navaja en mano , reconociéndolo al instante. Era el de la cicatriz en su ojo que llegaba desde su sien hasta el hoyuelo de su boca.

- Alexander Carter. Por fin te conozco - atrajo una silla haciendo tal ruido, que Alex tuvo que cerrar sus ojos momentáneamente por el dolor en su cabeza . Se sentó y lo miró durante unos segundos - debo reconocer que tienes huevos

- vete al carajo - escuchó como todos reían por lo bajo

- siento el golpe, te estará doliendo una barbaridad

- no tanto como lo que os haré yo a vosotros

Ladeó la cabeza - qué te hace pensar, qué tendrás esa oportunidad Alex?

- solo , la tengo - sentía esos mareos momentáneos que lo despistaban un poco. La voz de ese sicario, lo escuchaba en ocasiones a la alejanía y en ocasiones como bombos en su cabeza haciendo la voz mucho más grave.

- me gusta cuando alguien tiene esperanza, lo hace más divertido

- estamos de acuerdo

Sonrió levemente - no fue nada personal Alex, solo cumplíamos con nuestro trabajo

- matar a niños inocentes también?

- fue rápido, ya lo viste

Apretó la mandíbula - vete a la mierda

- te da igual morir - se apoyó contra el respaldo - te da igual todo. Buscas venganza, y al mismo tiempo, qué? Algo más buscas

- solo partirte la cara - elevó la vista para mirar sus ojos amenazante

- creo que buscas eso, morir

- las únicas muertes que habrán, son las vuestras

Sonrió de nuevo - algún día. Pero por ahora, nos divertiremos un rato, te parece?

No contestó , se limitó a hacer mueca y mirar hacia otro lado. No podía quitarle la razón en algo, si, quería morir, quería acabar con todo, ya no tenía nada que perder. Si, quería a Carina, había vuelto a sentir por ella, y mucho, pero no era suficiente. Ese dolor en su corazón lo perseguiría toda la vida. Prefería morir y llevárselos con él al infierno.

Observó al resto de hombres, eran ellos, todos y cada uno de ellos, fueron los que acabaron con la vida de Sarah y sus hijos junto a los gemelos y las chicas . Apretaba su mandíbula con fuerza. Pensó en cómo salir de ese embrollo ahora. Cómo conseguía desatar sus manos? Estaba realmente atrapado.
Por suerte o por desgracia, le daba igual. Al mismo tiempo, esperaba que los Milano lo encontraran gracias al GPS del móvil. Seguramente ya estarían en camino y a punto de unirse a esa batalla. Sería una carnicería entre unos y otros, esperaba que Andrea no se lo tomara muy en cuenta y que Carina lo entendiera.

El de la cicatriz, volvió a acercarse a él - que, preparado para jugar?

Carina estaba con ansiedad y los nervios a flor de piel. Andrea estaba dando órdenes mientras que el resto preparaba las armas dentro de sus bolsas negras de gimnasio.
Habían aterrizado un par de horas antes a Berlín , quedándose en uno de los hoteles de dos estrellas que parecían más bien los típicos hostales en donde nadie se enteraba de nada.
Se habían enterado de lo ocurrido con Alexander después del último mensaje recibido y al haber visto que no recibían más, decidieron tirar por el GPS de su móvil. Era la única manera de localizarlo. 
Todos estaban con el rostro serio y solo abrían sus bocas para preguntar algo que no había quedado del todo claro.

HIJA DE LA MAFIA (QUINTA TEMPORADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora