capítulo 7

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Después de transcurrir año y medio , Carina, estaba más cerca de poder convencer a los colombianos para que se unieran a su clan. Pero era mucho más difícil y más complicado de lo que habría imaginado. Algo que ocurría también con los rusos. Esos hombres, no solo eran machistas, sino que tenían un vínculo bastante fuerte con sus dons.
Aún así, no dejaba de intentarlo, cada vez, tenía más ganas y más fuerza delante del resto de socios y futuros socios.
Consiguió que la temieran mucho más que a su padre y eso, ya era un logro que muy pocos conseguían a lo largo de sus vidas.

Durante ese tiempo, viajaba bastante a Rusia para ver a su pequeño Noah , tenía que conseguir que los rusos la adoraran cada vez más. Mucho más que a su marido.
Intentaba llegar a ellos tal y como había hecho con los mejicanos. El problema? Eran mucho más fríos y más cautelosos a la hora de cogerle cariño a la italiana .

En el fondo, tenía algo de miedo que saliera mal, y más ahora, que su padre parecía ya estar al borde de morir.
Resistía, pero se le notaba la pérdida de peso y el dolor que sentía. Eso la tenía preocupada y asustada. No había conseguido encontrar ningún especialista que lo convenciera para hacer quimioterapia.

Por suerte, su hermano Leonardo se comportaba y parecían estar más unidos que nunca.
Juntos, consiguieron tener más negocios, más fronteras que cruzar y todas y cada una de ellas, lo hacían con precaución pero con tranquilidad.
Gracias a él, consiguieron que los policías, algunos corruptos evidentemente, los dejaran pasar las fronteras sin problemas.

Carina se sentía afortunada de los hombres que trabajaban para ella, sobretodo de los gemelos. Orlando, llevaba todo ese tiempo en Rusia y le daba toda la información que necesitaba saber.
Como se movía por Europa, con quién podía o no confiar, quiénes eran chivatos...
Orlando hacía un magnífico trabajo, igual que Adriano, que se mantenía al lado de Carina y ya había empezado a entrenar al que sería su sustituto. Sería nada más y nada menos , que Valentino. El por el cual, quedó bastante impactado cuando se lo comunicaron.
Tenía casi la misma edad que Carina, unos ocho años más que ella, y eso, era bueno. No era ni muy mayor, ni muy joven. Tenía la edad perfecta para poder guiarla. Ser su asesor, su mano derecha.

Se había ganado el puesto. Igual que Giovanni, que sería el que ocuparía el lugar de Valentino en el coche como chófer y hombre de seguridad principal. Él llevaría a resto de hombres y los guiaría como jefe.

Observaba a su pequeño mientras gateaba y se ponía en pie para dar sus pequeños y torpes pasos que la hacían reír . - vamos mi niño, ven con mami

El pequeño Noah se reía y con palabras que eran imposibles de entender, se acercaba a ella con pasos patosos - amama mama - era lo único entendible . Mamá, palabra constante que repetía cada dos por tres .

Por lo menos, sabía quién era ella. Se había perdido tanto de él... - ay mi niño - llegó a ella mientras aplaudía y se reía . Le hizo pedorretas en el cuello haciéndolo estallar en carcajadas

• Adriano - es curioso

• Carina - el qué?

• Adriano - que aunque no sea biológicamente tuyo, se parezca a ti

Carina sonrió ladeadamente y le guiñó un ojo mientras que Adriano ladeaba la cabeza con curiosidad. Esa sonrisa lo hizo querer preguntar, pero prefirió esperar a quedarse a solas con ella. Estaban rodeados de rusos por todas partes, era mejor no hablar o preguntar sobre ciertos temas.

• Valentino - dice Alexei que quiere ir a comer fuera

• Carina - para qué?

• Valentino - ha dicho que tiene una reunión con un posible socio, y que quiere que estés tú

HIJA DE LA MAFIA (QUINTA TEMPORADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora