Perder a las personas amadas es terrible, desgarrador, insano. Sobre todo si mueren frente a ti, la angustia y el miedo te golpean sin piedad, es cruel y no puedes detenerlo. La ira te ciega, la adrenalina te impulsa a hacerlo, la tristeza te da valor. Valor para tomar venganza, y no parará hasta que todos hayan caído. Lo último que verán es a él.