Él había estado observándola durante mucho tiempo, admirando desde lejos su peculiar belleza. Ella no era extremadamente guapa, no para los estándares de belleza de hoy en día. Pero para él, ella era la diosa más perfecta que podía existir. Pero como en todas las historias, hay algo malo: ella era la novia de su mejor amigo, al cual podía considerar un hermano. Y Thomas no era un traidor, no podía meterse en su relación. No podía amarla libremente, aunque lo deseara con toda el alma. Todo cambia cuando en una noche de fiesta, la celebración del término de año escolar, Thomas termina tan ebrio que ni siquiera podía pronunciar con claridad su nombre. Su mejor amigo no asistió a la fiesta por causas desconocidas, pero su novia sí. Una cosa llevó a la otra y terminó acostándose con aquella dulce e inocente niña. ¿Qué pudo salir mal de aquella noche? Bueno, no se protegieron. Y sí, ella quedó embarazada. Él estaba dispuesto a hacerse cargo del niño y de ella, pero ¿Ella estaría dispuesta a dejar su relación con el que creía que era el amor de su vida para casarse con Thomas? ¿Tú estarías dispuesta a dejar todo lo que te hace feliz para darle una familia y una buena vida a tu hijo? ¿Ella lo amará? ¿Él se dará cuenta que solo fue simple atracción? Pero la pregunta más importante en éste momento: ¿Ella dejará que ese niño nazca?