Desde Servet, Galileo y Darwin hasta nuestros días, el conflicto entre religión y ciencia parece haberse convertido en un problema eterno de difícil solución. En los tiempos que vivimos, la ciencia quizá sea la única luz en la oscuridad, aunque hay quien afirma que el siglo XXI será el siglo de las religiones. En este litigio, algunos optan por una posición más beligerante, tanto desde un lado como desde el otro, mientras que otros tratan de encontrar posturas más conciliadoras. Quizá algún día se encuentre la solución al conflicto, pero lo que sí es casi seguro es que será una solución que no estará al gusto de todos. ADVERTENCIA: Este relato puede herir la sensibilidad o sacudir de forma incómoda las creencias de algunos lectores. Que cada cual tome sus decisiones y afronte sus consecuencias. Desde el respeto y la tolerancia, las interpretaciones de cada lector, al lector pertenecen. El autor ni quiere ni debe ser culpado por ellas.