Yo estaba sentada en aquel banco, ajena al mundo, enfrascada en mi propia historia cuando te acercaste con una simple pregunta. Yo te respondí, sincera, y tú desordenaste mi conciencia.
Yo estaba sentada en aquel banco, ajena al mundo, enfrascada en mi propia historia cuando te acercaste con una simple pregunta. Yo te respondí, sincera, y tú desordenaste mi conciencia.