Nuestra canción fue destinada a no ser la balada romántica común, la nuestra es infinita, pura, esbelta y pasional, para nuestra fortuna, evitando el tardío desdén que implica el desamor, se nos ha condenado a ser amantes en tierra ajena, buscarnos la mirada cada vez que soñamos, seguir resonando anónimos como una leve nota que se eleva en el viento, una inmortal, que nos encadena, pero nos mantiene lejanos. -Historia ganadora de los DreamersAwards en poesía