Se podía decir que Abigale (o Abby para sus amigos) era nueva en la ciudad, por lo tanto también en la escuela. Ian, al contrario de Abby, había nacido en aquella pintoresca localidad y había asistido a la única primaria que tenían, luego se fue a una de las mejores secundarias en la que terminaría su ciclo escolar. Abby e Ian eran de clase alta, y la ciudad donde vivían también. Ellos no saben lo que el destino les tiene preparado. Hay promesas donde nada se puede revertir, y a veces hay que cumplirlas… Y no importa si lo haces careciendo de sentimientos: una promesa es una promesa.