Si tuviera que decir el tiempo que más he pasado en una ciudad, tal vez, fuese cinco meses y pocos días más. Nunca he llegado ha establecer una relación serie de amistad y, ni mucho menos, de romance. Nadie, menos yo, sabe por qué estoy continuamente mudándome. Creo que es un secreto que me llevaré a la tumba y por el cual sería capaz de dar la vida. Dicho así parece que se trata de un hecho transcendental, aunque la verdad es que cuanto más pienso en él más envergadura creo que tendrá a lo largo de mi vida. Sin embargo, no me he visto nunca perjudicado por él, ya que siempre lo he tratado de llevar en la clandestinidad. Claro, se trata de un secreto. Un secreto que muchos desearían conocer pero que pocos desearían guardar. A mi edad, a punto de acabar el instituto, no me he planteado por qué lo mantengo todavía cuando sé que me darían mucho por él. Bueno, aunque pensándolo bien, sé por qué motivo lo hago. Por amor. Por cierto, el secreto no es mío, sino suyo.