Dereck Hale no tuvo una infancia que valiese la pena recordar, fue sobreviviendo como pudo. Al final acabo en el negocio de las drogas y, no se podía decir que le fuese mal. En poco tiempo se fue ganando sus puestos y subiendo en la "cadena alimenticia" de la empresa. Todo iba bien, se podría decir, hasta que apareció ese chico, Stiles