Nadie sabe realmente lo que es estar enamorado hasta qué el bienestar y la seguridad de ésa persona se convierte en tu mayor prioridad. Ahogada. Estoy ahogada. ¿Ése maldito no piensa dejarme en algún momento en paz? No sé realmente que hacer y no sé hasta qué punto voy a seguir aguantando. El miedo me domina. El miedo es parte de mi. Ya es costumbre observar a mí alrededor en busca de ése maldito que simplemente no me deja estar tranquila. Creo honestamente que ya no siento miedo por mi ni de lo que el muy imbécil podría hacerme. Siento miedo por él. A él lo quiero aún más que a mi propia vida y sin duda haría lo que tenga que hacer para mantenerlo a salvo pues si algo, lo más mínimo, le ocurriera a él, yo realmente no sé que sería capaz de hacer. Sí en algún momento él se alejara, sí en algún momento él muriera, mí alma se destruiría pues siempre le acompañaría.