No todos los que te mienten quieren hacerte daño. Connor y Thomas se hicieron amigos de la manera menos esperada posible. Ambos siendo tan diferentes lograron encajar casi de inmediato y desde entonces sus vidas parecen avanzar en la misma dirección hasta que los sentimientos se hacen más fuertes, al punto de hacerlos colisionar. El problema es que uno de ellos es un gran mentiroso mientras que el otro ni siquiera puede mantenerse a pie durante mucho tiempo a causa de todo aquello que oculta, porque no es lo mismo omitir información por miedo a ser juzgado que hacerlo por egoísmo. Sin embargo, son sus mentiras los que hacen que puedan estar juntos hasta que el tiempo y las circunstancias comienzan a jugarles en contra. Porque ninguna relación que nace de un engaño puede acabar bien, y ellos deberán decidir entre confiar en lo que sienten o perderlo todo.