"Del calor que hacía cada vez que pasaba. De su falta de sentimientos y de su sobra de soberbia. Se enamoró de su seguridad que no era más que la locura de una niña vitalmente mustia pero moribundamente despeierta. Se enamoró; de su forma de beber, de su manera de arrancar la vida, del corazón, la piel. De su falta de compasión por ella y por la vida. De sus monstruos. De sus secretos. De su pasión a la que nunca nadie llegaba pero que tanto envolvía. De su hielo. De su olor a invierno que te engañaba con su frío para luego llevarte al infierno."