Simon tiene dieciséis años y acaba de mudarse. Él y sus padres se han ido a vivir a un lugar donde la conexión a Internet es más inestable que sus temperamentos. Pero al empezar a hacer preguntas de las que nadie tiene una aparente respuesta, él mismo empezará a buscarlas, ignorando que lo que puede haber detrás le hará cambiar por completo la visión que, hasta ahora, tenía de su familia.