Elizabeth, una mujer hermosa con el rostro de un ángel pero un ser perdido en su interior, comete uno de los errores más grandes de su vida. Ser la amante del prometido de su hermana. Ella era consciente de que fue quien lo comenzó todo y también lo era cuando no tuvo la intención de frenar su aventura con su apuesto cuñado. Pero no todo fue lleno de pasiones y engaños. Elizabeth se ahoga en la culpa y su mente le jugará en contra cuando empieza a sentir más que gusto por el prometido de su hermana sin darse cuenta. Cerrará una herida para comenzar a abrir otra y lo peor que pudo haber hecho fue no saber amar, no saber querer y no saber que sentir. Hemos visto miles de veces la historia de una mujer engañada, pero nunca hemos presenciado la de la otra mujer a la quien siempre catalogan sin escrúpulos cuando en realidad, solo hay una mujer vacía a quien le dieron el amor que ella creyó que era suficiente y así lo acepto.