Tony se hace pasar por Gustabo durante un par de meses a pedido del mismo gustabo quien solo quería estar tranquilo en algún lugar de Londres. Por ello actúa como él en todos lados, trabaja como agente de policía, se ve como él, se viste como él y la tarea más difícil que tiene es ser el hijo de Conway; el superintendente. Y como siempre, entre mentira y mentira, la verdad se asoma. Los personajes no son míos Créditos a los autores de cualquier dibujo, canción o imagen que pueda poner en la historia