Y si, no tenía el nombre más común del mundo, pero era Sunny, porque fui el sol de mi mama, hasta que nació mi hermana. Tenia 16 años y no. No era el ratón de biblioteca, ni mis notas eran las mas perfectas del mundo, pero era una chica normal que leía mas de lo que estudiaba y soñaba mas de lo que vivía. Esa era yo También era esa chica que de un día para otro había aceptado fingir un noviazgo con alguien que no la quería, con la única esperanza de enamorarlo. Porque esa era yo, la chica que jamás había tenido un novio y estaba llena de ganas de sentirse viva.