Arlette se había prometido a sí misma desde tan corta edad que nunca nadie más la vería sin ropa. Se había prometido mantenerse al margen de la civilización y de que nadie tuviera contacto físico con ella. Sus heridas y cicatrices aún seguían estando muy abiertas a pesar de los años que habían pasado desde que su vida había cambiado a mal. Pero un día quiso que las cosas fueran diferentes. Huyó de casa de su padre queriendo afrontar el pasado para poder continuar en el presente y vivir en el futuro. El camino no sería fácil, ella lo sabía muy bien, pero nunca imaginó que encontraría a ciertas personas que la tomarían de la mano para ayudarla a cruzar. Christopher había sido su salvación y siempre le estaría agradecida por ello, pero también estaba Sebastian y su eterna sonrisa seductora... Aprendería muchas cosas nuevas y descubriría muchos otros sentimientos que nunca antes había llegado a experimentar, pero... ¿Estaba preparada para enfrentar todo aquello?