Para sobrevivir en el castillo de Kegan Brandt tienes que ser un experto en mentir... y no, no es precisamente para engañar al rey, es para mantener tu cordura. Desde el momento en que pisas ese lugar olvida de dónde vienes, aprende a llamar "familia" incluso a aquellos que te apuñalarían por la espalda, borra cada recuerdo y olvida que tienes sentimientos hasta perder todo lo que fuiste alguna vez. Al final, todos intentamos no convertirnos en uno de sus peones, aunque tal vez siempre estuvo escrito en esta historia que termináramos siéndolo.