-Sí Señor- le respondía Ell a su padrastro cada vez que le ordenaba algo. ¿Por qué le trataban así en su propio hogar? ¿Realmente la vida tiene magia? ¿Realmente los sueños son más que sueños? Vivían en la Mansión Dasos, la cual hacía tiempo que había dejado de brillar como antaño lo hizo y Ell, un chico soñador y bueno de corazón, se despertaba cada mañana en el desván de la torre de esta gran casa, permaneciendo positivo ante el maltrato que le daba su familia y las pruevas que la vida le ponía. Su único alivio era compartir ensoñaciones y experiencias con alguien que un día se cruzaría en su camino y se quedaría cautivada por la belleza interior del chico, porque él nunca trataba al mundo como era, lo trataba a través de los ojos del bondad y el amor. ¿Qué harías tú en su lugar?