Ese fue el momento en el que dejé de creer en el amor, o mejor dicho, que no me molesté en buscarlo. No quise decepcionarme y salir lastimada, no de nuevo. Pero la verdad es que al amor no lo buscamos, él nos encuentra a nosotros. En el momento menos inesperado pero el correcto, es ahí cuando llega y nos da vuelta el mundo. Yo estaba sin esperanzas, y...¿Él? No estaba mejor que yo, pero fue esa parada la que nos unió.