El viento susurra historias. Historias de lo que ocurre en otras partes del mundo y el zorro las escucha todas con mucha atención. Cada día se pone al día para poder saber dónde ir. Hacía mucho tiempo que todo estaba tranquilo, no había nada más que hacer. Nada más que viajar hacia el horizonte en busca de algo aunque no sabía que podía ser.