Es irónico como la visión de alguien normal se transforma, cuando algo roba tu esencia y ya no sabes quién eres al mirarte al espejo, el saber que tus manos ya no son tuyas y que tus ojos ya no ven lo que tú quieres que vean, talvez no sea ortodoxo o la mejor forma de ayudarte con esta adicción, pero talvez solo talvez mi historia pueda ayudar a que no se oscurezca tu corazón como el mío lo a hecho. -Palabras del Hombre que vivió está historia-