Ya hace 9 años que sucedió lo que me hizo como ahora soy y aún tengo el recuerdo muy fresco en mi mente, ya me llevaron con casi todos los psicólogos que hay aquí en Amsterdam pero no sirvió de nada, ya se cansaron de llevarme cada mes con uno diferente, de ayudarme a convivir con otros jóvenes de mi edad, con la única que hablo y me siento bien haciéndolo es mi compañera de habitación Liah, sólo es una pequeña niña de 9 años pero la quiero como a una hermana. Pero en fin, toda mi vida es un desastre, no tengo a nadie.