Ellos aparecieron sin mas. Un dia de otoño. Entonces deje de tener miedo. Sabia que iba a morir, y su presencia fue lo que me lo confirmo. Antes no creía en los fantasmas, pero en cuanto los vi lo supe... Y comenze a creer. Su presencia era reconfortante. Pues estaba solo y triste. Y ahora ya no lo estoy. Son buenas personas, lo fueron. Ahora son buenos fantasmas y me acompañan en mi agonia, en la que estoy con un pie sobre la vida y el otro sobre la muerte. Me acompañan cuando estoy, al borde del abismo.