-¿Por qué yo?- él la contempló.
-No puedo decirlo por ahora, sólo sabrás que aquí estarás bien, no estás aquí como una rehén, sino como una invitada.
¿Una invitada?
¿A qué loco se le ocurría secuestrar a alguien y llamarla una invitada?
-¿Por qué yo?- él la contempló.
-No puedo decirlo por ahora, sólo sabrás que aquí estarás bien, no estás aquí como una rehén, sino como una invitada.
¿Una invitada?
¿A qué loco se le ocurría secuestrar a alguien y llamarla una invitada?