A veces lo prohibido es tentador, el odio es obsesión y la obsesión se convierte en pasión. A veces no podemos evitar cambiar o sentirnos como nos sentimos; pero desde ese día en que te odié, no he dejado de amarte, desde esa distancia no he hecho más que acercarme y... Ya no puedo parar Malfoy, me tienes.