Néstor era divorciado y había pasado por un momento duro a raíz de su segundo divorcio lo cual desequilibró su vida, sus finanzas y hasta su motivación para seguir adelante en la vida. Por su parte Andrea no escapaba de una historia algo parecida, también divorciada en términos nada agradables con su ex esposo, un abandono injustificado, una separación dolorosa, una hija con un padre que no quería ser padre. Pero al final ambas historias tendrían finales felices, porque ambos salieron de relaciones toxicas que estaban dañando sus vidas, para encontrar el verdadero amor. Tras del dolor Néstor y Andrea luchaban por reorganizar sus vidas de la mejor manera posible, hasta que decidieron dejar el pasado atrás y vivir el presente sin miedo.