Impacientemente salgo del coche para fumarme un cigarrillo mientras espero a que llegue Mónica y Sharon de su descanso.
Mira que dejarme plantado por irse con su amiga...
Encendiendo mi cigarrillo me recargo en la puerta de mi auto y me sumerjo en mis pensamientos, más específicamente para pensar en que es lo que sí le diré a ella y que no, con tal de que Sharon reaccione y vea que Damián no es la perfección ni mucho menos pero que al menos todo tiene una razón.
Levantando la cabeza hacia el cielo nublado suelto el humo, "ya va siendo hora de actuar"
-Dime, niño bonito, ¿viniste a dejar a mi amiga, por fin?
Frunciendo el entrecejo dirijo mi atención hacia la mesera que viene a mi encuentro, sola.
En cuanto está frente a mí levanto una ceja. -¿Qué?
Ignorándome gira la cabeza a su derecha, buscando algo o alguien. -¿Ella ya entró?
Sin entenderla tiro mi cigarro al suelo y lo piso. – ¿De qué hablas? ¿Dónde está Sharon? No me digas que se quedó con tu hermanete Gabrielo –pregunto con hastío.
-En primera, no le digas así a mi hermano y en segunda, ¿cómo que dónde está ella? Pero si se supone que Sharon estaba contigo.
Sé que algo no está bien en cuanto Mónica me mira con la misma extrañeza con yo la que yo la estoy viendo.
-Alto ahí, ¿me estás diciendo que ella no estaba contigo desde que salieron del trabajo? –pregunto con desconcierto y sin quitarle la vista de encima.
Mirándome como si estuviera loco niega lentamente con la cabeza y mete sus manos en los bolsillos de su pantalón de mezclilla. –Por supuesto que no, ella se quedó aquí esperándote, ¿qué no se reunieron?
Soltando una maldición mentalmente, saco mi celular y me meto a mensajes para posteriormente enseñárselos, con indecisión agarra el aparato y comienza a leer.
-Maldita sea, Kenndrew, SE SUPONE QUE TÚ TE ENCONTRARÍAS CON ELLA –explota con angustia, regresándome el teléfono después de un rato. –Sea lo que sea que dice ahí, es falso, más falso que nada, ella jamás se fue conmigo a comer.
Colocando mis manos en mis caderas suelto el aire que tenía retenido desde hace un rato. –Mónica, por un coño, te digo que no me he encontrado con ella, la última noticia que tuve de su parte fueron esos malditos mensajes donde dice que le surgió algo y que en quince minutos me veía, para después cancelar la cita alegando que se iría a comer contigo por asuntos personales, pero nada más, de hecho justo por esa cancelación es que estoy aquí ya que necesitaba en verdad hablar con ella y quería ver cómo nos arreglábamos.
Apuntándome con un dedo me pica el pecho. –Estás mintiendo, seguro que tú y tu estúpido amigo se la llevaron y ahora vienes con estas mierdas para que...
-Al parecer no sacaré nada de aquí –gruño en dirección a ella, por lo que me doy la vuelta y comienzo a abrir la puerta de mi auto pero ella me lo impide al cerrarla de nuevo.
-Hey, ¿a dónde vas? ¡No he acabado contigo!
Con cero paciencia la encaro y le digo: - ¿A dónde más voy a ir mesera, si no es a buscarla? Ahora quítate de una vez y no me hagas perder más mí tiempo.
Mirándome con decisión no se mueve. –Yo voy contigo.
"Tranquilo, ella solo está preocupada por su amiga, así como tú por ella"
Llevando mis dedos al puente de mi nariz cierro los ojos. –No, tú te quedarás aquí y si ella no regresa para cuando acabe tu jornada te marchas para la casa de Sharon de inmediato, supongo que tienes la llave.
-Pero...
Cansado la insto a que se quite y me trepo a mi auto. –Si de verdad quieres ayudar has lo que te digo, así sé que por cualquier cosa tú estarás cubriendo lugares y me informarás por si ella aparece –mirando al frente enciendo el motor. –Y no te preocupes por lo demás que ya yo me encargo de eso.
–Bien, pero igual si encuentras algo me tienes que decir –accede, indecisa.
Quiero decirle que no se preocupe, que todo estará bien y que encontraremos a Sharon, pero no digo nada debido a que ni yo sé si eso es cierto.
Asintiendo me despido, no sin antes advertirle que no debe llamar a la policía.
Mirándome con horror me dice: - ¿Por?
-Solo no lo hagas y te prometo que más adelante te explicaré pero por ahora, por seguridad y bienestar de Sharon, obedéceme.
Sin querer escuchar más replicas acelero el auto y llamo a los chicos.
-¿Qué es? –pregunta Logan.
-Sharon desapareció –anuncio con dificultad, aún sin creérmelo.
-¿Pero qué mierda dices? –pregunta Zed en voz alta.
-Quedé en encontrarme con ella afuera de su trabajo hace aproximadamente una hora pero jamás apareció, sin embargo recibí un mensaje donde anunciaba que se iría a comer con su amiga pero ahorita que regresó dicha amiga resulta ser que esa información es falsa. Logan, necesito que me rastrees el teléfono de Sharon y me mandes los últimos datos donde se tenga registro de su ubicación.
-En marcha, pero no creerás que...
-No lo sé –le corto a Logan.
-No tendría sentido, si hubiera sido... Es tonto, ¿con qué propósito? Él se fue –complementa Zed con voz seria pues sabemos que esto va más allá de todo.
-Con él no tenemos nada asegurado.
-Sea quien haya sido, ha cavado su maldita tumba por sí mismo.
-O misma –alega Logan seguido de un sepulcral silencio, al menos hasta que su "Bingo" lo interrumpe. –Enviado.
-Recibido –afirmo a la vez que adjudico la información a mi receptor para que la canalice hasta la pantalla del coche y así me indique por dónde ir. –Al parecer no está lejos, incluso es cerca de la paquetería, los veo ahí –demando antes de colgar y que ellos me confirmen.
Dando una vuelta en U me adentro en la calle donde se supone que fue la última vez que el teléfono de Sharon estuvo activo.
Maldiciendo por lo bajo le llamo a David.
-Jefe.
-En cinco te quiero aquí junto a tus hombres –le exijo antes de mandarle de igual manera la ubicación.
-Correcto.
Cortando la llamada me detengo sobre el asfalto y salgo del auto, agradecido de que ya no llueva.
Con detenimiento analizo cada parte de la calle, atento a cualquier movimiento extraño que pueda haber, una vez que confirmo que no hay nadie me encamino al callejón que me indica la pantalla del rastreador.
-Aquí hubo más de dos personas...-murmuro mientras me agacho al inicio de la entrada e intento identificar unas pisadas que han quedado marcadas en la tierra, las cuales corresponden a tres pares de zapatos, uno del cinco, otro del seis y por último uno del seis y medio.
Levantándome con disgusto, llevo mi atención a lo que sigue del callejón y mi sorpresa no es grata al notar como parece ser que alguien fue arrastrado por el suelo.
-Maldito hijos de perra –gruño a la vez que paso mi mano por mi cabello. –Con que esas tenemos...
Estoy a punto de entrar para encontrar más pistas cuando escucho venir un coche; Daniel, sorprendiéndome un poco por su rapidez.
Con premura se encamina hacia mí. –Jefe.
-Que buena velocidad –menciono.
-Andábamos por el área.
Sin tomarle importancia, le digo: -Quiero que analices junto a tus hombres cada maldito detalle de este callejón, así sea una pieza, un rastro, una mancha o el desorden ocasionado aquí, incluso por insignificante que parezca, ¿quedó entendido?
Con firmeza asiente y se encamina a su gente para dar indicaciones y comenzar a movilizarse.
Después de lo que parece ser una eternidad llegan los chicos.
-¿Noticias? –pregunta Logan con premura.
Sin quitarle la vista de encima a los investigadores, niego con la cabeza.
-Están inspeccionando el lugar, pero esto –abro ambos brazos, señalando y abarcando el callejón. –Definitivamente fue adrede.
-¿Adrede? ¿Te refieres a qué...
Interrumpiendo a Zed asiento. –Ellos querían dejarnos saber lo que pasó, querían burlarse y demostrar cuan estúpidos fuimos al dejarla sola.
-Pero entonces esto no va solo para nosotros sino también para los Middleton –asevera Logan con preocupación.
Asintiendo suelto una bocanada de aire. –Prepárense chicos porque la guerra apenas comienza.
-¿Damián? –indaga Zed con indecisión.
Entendiendo su pregunta niego con la cabeza. –Hoy no.
Mirando con rencor las pisadas de un inicio, aprieto mis puños a mis costados.
"Te encontraremos Sharon, por favor, resiste"
Desorientada intento abrir mis parpados pero estos no seden y solo revolotean, "¿por qué no me puedo mover?, un momento, ¿qué está pasando?" pienso con pánico, sin embargo mis preguntas son contestadas casi de inmediato al recordar todo.
"Dios mío santo, no, esto no me puede estar pasando, no realmente"
-Vamos, abre los ojos ya, niñata.
No me muevo y solo trago, incluso aprieto más mis parpados.
-¡Te he dicho que abras los ojos, sé que estás despierta! –grita de nuevo la voz masculina pero le ignoro, gran error pues no pasa mucho tiempo cuando siento como mi mejilla derecha es golpeada bruscamente por una mano. Automáticamente abro los ojos y las lágrimas comienzan a acumular en mis ojos.
-Mira lo que me haces hacer –se ríe –. Ni modo, ahora, como consejo te digo que hagas lo que se te dice, sino pronto serás reducida a nada.
Llorosa y adolorida levanto la mirada y ahí es cuando soy completamente consiente de mi estado, si hace rato me sentía mal, ahora peor. No siento por completo mi cuerpo pues está entumido sobre la silla de madera en la que estoy sentada, mis manos están atadas al respaldo y mis piernas a las patas de mi asiento, pero no es todo, sino que en mi boca han puesto otra cinta que es atada a la parte trasera de mi cabeza, causando que no pueda hablar y solo suelte quejidos por el golpe que me propinó el tipo parado delante de mí, tipo del que no tengo ninguna referencia más que su altura y complexión atlética ya que está vestido completamente de negro y su rostro es cubierto por un pasa montañas, a excepción de sus ojos color verdusco.
-Pero si eres toda una preciosura... -susurra antes de relamerse los labios.
Asustada intento jalar mis ataduras pero estas se resisten y solo lastiman mi piel por lo apretadas que están.
-Oh, no, no, no, deja de hacer eso porque de lo contrario te lastimarás, preciosa –dice con fingida preocupación.
Temiendo que me vuelva a golpear dejo de moverme mientras las lágrimas siguen corriendo incesablemente por mi rostro.
"Dios mío, ¿dónde estoy? tengo miedo, mucho miedo, por favor Kenndrew, te suplico que me ayudes" rezo antes de mirar a mi alrededor en busca de alguna salida, sin embargo solo me encuentro con paredes que en algún momento fueron blancas pero que ahora solo están llenas de suciedad, el piso es de madera, en las esquinas del cuarto hay paja suelta y amarrada en cuadros, el techo también es de madera y está abobado con terminación en pico, pero no encuentro una salida, al menos no en la parte frontal y mis laterales que es hacia donde tengo vista.
-Estaba a nada –dice el tipejo con complicidad interrumpiendo mis pensamientos por lo que de inmediato regreso mi atención a él. –De preguntarte que carajos estabas haciendo pero... -sin terminar su frase comienza a carcajearse.
"Mónica, Gabriel, por favor, les suplico que se den cuenta de mi ausencia y por favor me ayuden"
Sin poder evitarlo un sollozo intenta salir de entre mis labios y nuevas lágrimas bajan por mi cara.
Terminando de reírse me señala. –Pero recordé que estás atada del hocico, ay, de veras que tonto de mi parte, discúlpame preciosa.
Escuchando un rechinido detrás de mí intento girar el rostro para intentar ver que es, pero es inútil ya que mi cuello se resiste por el dolor que hay en él.
-¿Qué te pasa a ti? –pregunta una nueva voz, la cual me da un poco de esperanza ya que es femenina.
-Oh, no es nada, solo un chiste entre la niñata y yo.
-¿Y cuál es ese chiste? –pregunta la mujer mientras escucho como se acerca a donde estoy ya que al parecer porta tacones y estos repiquetean en el suelo limpio de paja, sin embargo ella nunca se coloca frente a mí y solo se queda detrás.
Sin dejar de mirarme el tipejo se va a donde ella, causando que me tense de inmediato y que mi esperanza muera.
-Cosas, pero parece ser que la niñata está buscando la salida.
-Ow, ternurita –susurra ella antes de que yo sienta como se acerca a mi oído y posicione sus manos en mi cabeza para que solo vea hacia enfrente, automáticamente cierro los ojos y comienzo a temblar de miedo.
-No te preocupes cariño, no la necesitarás, es más, yo en tu lugar me preocuparía más por mi salud... Y no exactamente física –soltando una risotada me suelta pero de inmediato las manos del tipo ocupan las de ella. –Menos mal que estás viva, casi andaba creyendo que te habías muerto por la cantidad de esa cosa que te inyectaron, ugh, pero bueno, aquí estás.
Sintiendo como unas manos pasan por mi cabello me quedo estática, temiendo que si me muevo me vayan a hacer daño.
-Te prometo que te divertirás mucho, es más, te aseguro que para el final nos terminarás agradeciendo –dice con voz melosa a la vez que sus manos se alejan de mi cabello pero las del tipo solo afirman su agarre en mí cabeza. –Realmente yo hubiera preferido un método más... ¿Rápido? Pero ya sabes, hombres, así que será más largo todo, oh, pero no te he de negar que muero de ansias por ver que te tienen preparado, pero seguro que será magnifico –soltando una risita comienza a susurrarle algo al tipo, sin embargo no escucho nada ya que solo soy consiente de como mis oídos comienzan a zumbar y mi cabeza comienza a dar vueltas.
-Ahora dormirás otro rato pero tranquila que nos estaremos viendo más pronto de lo que crees –dice el tipejo en mi oído antes pincharme con lo que parece ser una jeringa.
-No te alteres nena, en cuanto el momento llegue te despertaremos.
"No, no, no... No de nuevo" pienso con terror unos momentos antes de comenzar a cerrar los ojos.
"Damián... ¿Dónde estás?" pienso con tristeza.
.....
Holi, boliii mis amores 🤩
¿Cómo han estado?
Espero que súper bien y que se la hayan pasado genial en Noche Nueva y en Navidad
🥰
Y bueno, aquí un nuevo capítulo y ahora sí les digo que se preparen porque como dijo Kenndrew "la guerra a penas comienza"😌 y más porque ya estamos a pocos capítulos de darle fin a este primer libro y dar inicio al segundo que estará UUUF, intenso jajaja🤭
Cuidense mucho y nos vemos este 31 de Diciembre con un nuevo capítulo de infarto 💯
Bueno, bueno, me paso a despedir y no olviden comer frutas y verduras ❤
A.T.T.E: yo😂