Un día como cualquier otro en Hogwarts, nos concentraremos en el sexto año de Los Merodeadores, en el primer día de clases. Una mañana normal, los Gryffindor gritando, los Hufflepuff riendo, los Ravenclaw debatiendo y los Slytherin observando.
(...)
– ¡Hey Canuto! – llamó un castaño, ojos color avellana ocultos tras unos lentes redondos, James Potter, Gryffindor de 6º curso – al final no nos dijiste de qué hablo tu padre contigo en las vacaciones –
El nombrado dio un suspiro – quiere que me case con alguien de buen estatus para conservar el apellido, debido a que soy el único Black varón – contesto con irritación, un pelinegro con reflejos azules, ojos de color gris, Sirius Black, Gryffindor de 6º curso –
– ¿Y qué harás? – cuestionó una rubia de ojos azul acuoso, la más bajita de los cuatro, Piper Pettigrew, Gryffindor de 6º curso –
– Obviamente tendrá que aceptar – dijo una castaña con mechas rubias, de ojos miel, Renata Lupin, Gryffindor de 6º curso – en algún momento se tendrá que casar, todos lo harán –
– Haremos – recalcando la palabra, haciendo bufar a la oji-miel – eso lo tenemos claro Ren, pero al ser herederos el casarse en una obligación, y para hacerlo hay que seguir las leyes familiares – contestó el ojigris –
– ¿Cosas de sangre pura? – cuestionó confundida al no saber eso –
– Cosas de sangre pura – corearon James, Sirius y Piper –
– ¿Qué son las leyes familiares? – pregunto curiosa la Lupin –
– Son aquellas que rigen, protegen y sancionan, junto a la magia familiar, a cada integrante de la misma – contestó Sirius – fueron creadas al inicio del mundo mágico por el fundador de cada familia, para traer honor y Gloria a su apellido –
– ¿Y las cumples? –
– Claro que las cumplo, puede que no me gusta la ideología de mis padres, pero las leyes fueron creadas por eso – al ver el desconcierto de su amiga, aclaro – es como la ley mágica, si no cumples con las normas y atentas contra la comunidad mágica, recibes un juicio, depende de lo que hiciste será tu condena –
– Si atentan contra la familia, y no cumples con las leyes, la magia familiar te juzgará, ¿No? – dijo Renata –
– Exacto – afirmó el miope – yo tengo que cumplir las de los Potter, pero también las de los Black, pero solo las menores, pues no soy parte de la rama principal ni secundaria – agregó –
– Yo tengo que cumplir las de Los Pettigrew, y con Malfoy, las de los Roux – dijo la rubia – también depende de la magia familiar, pues para algunas familias, unas leyes son más exigentes que otras –
Los tres amigos eligieron ignorar deliberadamente que la rubia nombró a Malfoy. A pesar de no llevarse bien – solo entre los varones de ambos grupos, pues las chicas se tratan con formalidad – hacían sus esfuerzos por su amiga, incluso el platinado también ponía de su parte para no causarle problemas a su pequeña pariente.
– ¿Cómo cuáles serían los castigos? – le interesó el tema, pues al ser mestiza no sabe mucho de las costumbres sangre pura –
– Depende de qué tan grave sea tu falta – contestó el Black – la magia familiar se encarga de juzgar tus acciones y darte tu castigo –
– Un ejemplo muy claro es el caso de la casa Prince – habló la ojiazul – una de sus leyes es que nunca, NUNCA – resaltando la palabra – se abandona a un integrante de la familia. La hija del Lord escapó, no sabemos por qué, nunca nos quisieron decir – el Black y el Potter concordaron con la de baja estatura –
– Al enterarse el Lord cortó toda comunicación y ayuda, desheredándola para que no pudiera hacer nada – continúo James – la magia lo juzgo de la peor forma, pues se sabía que despreciaba a su hija solo por el hecho de ser mujer –
– Su castigo fue, que aquello que más odiara se volvería realidad – agregó Sirius – hasta que no aceptará su culpa y remediara sus errores, todos los de sangre Prince vivirían en la desgracia –
A pesar de lo cruel que se escuchará, a la mayoría le interesaba esa historia. Pues las leyes familiares son sagradas, y el no cumplirlas, se despreciaría el trato de sus ancestros con la Madre Magia.
– ¿Aquello que más odiaba? – cuestionó con curiosidad la castaña –
– Sí, los Prince siempre se enorgullecen de que el primogénito siempre naciera varón – contestó Piper – el heredero Prince murió de una manera horrible sin dejar descendientes –
– No sabemos cómo murió, al parecer fue tan horrible que ni mis padres nos quisieron decir – se adelantó el Black, al ver que su amiga iba a preguntar – según mi madre, que estudio con la hija del Lord, está tuvo una hija. Así que ellos tres, son los últimos Prince vivos –
Antes de que alguien hablara, ocurrió algo que dejó a todos los presentes incrédulos.
Una gran explosión de luz dorada ocurrió en el techo del gran comedor, del cual cayeron aproximadamente unos 20 jóvenes.
– ¡Weasley, quítate de encima! – gritó un chico –
– Lo siento Anthony – contesto una chica, para después levantarse del nombrado Anthony –
Aquello llamó demasiado la atención de un pelirrojo de ojos azules y pecas, Arthur Weasley, Gryffindor de 7° curso.
– Luna, Giselle, me están lastimando – hablo una voz masculina adolorida –
– No nos podemos parar si Malfoy no se quita de encima – dijo una chica con un tono irritado–
– ¡A mí no me metan, que yo estoy enredada con Potter y Black! – gritó una voz femenina, sacando una queja –
– ¡Draconis! – se quejaron al instante dos chicos –
Lucius Malfoy, Slytherin de 7º curso; se quedó en blanco, sus amigos y todo el comedor se quedó igual. "Una Malfoy mujer", era el pensamiento de todos. Solo la realeza de Slytherin y la de Gryffindor, se percataron que la chica Malfoy dijo Potter y Black, haciendo palidecer a James y Sirius.
– Tu no – exclamó molesta la chica – El otro Malfoy – siseo enojada –
– Perdón Luna, Giselle – dijo el aparente chico Malfoy parándose rápido –
Si a todos les sorprendió el hecho de una Malfoy mujer –de sangre–, este hecho los dejó pasmados. Era de conocimiento común, que los Malfoy solamente tenían un heredero varón, pero ahí hay dos jóvenes que dicen ser de esa familia y una es chica.
(...)
Un par de quejas, insultos y hechizos los jóvenes estaban parados, no se podían reconocer pues estaban cubiertos de hollín de pies a cabeza. Aunque seguían sin darse cuenta de la situación.
– ¿Están todos bien? – cuestionó una chica–
– ¿De quién fue la agradable idea de jugar con un gira–tiempos con una poción experimental? – se escucha furioso el chico, haciendo que se empezaran a culpar unos a otros –
Dumbledore solo observaba a los jóvenes, por lo que estaba escuchando y si sus sospechas eran ciertas, ellos vendrían del futuro. Tal vez los haría presentarse, ganarse el favor de algunas familias y utilizarlos para sus planes.
– ¿Quiénes son ustedes jóvenes? – preguntó con voz seria –
Los jóvenes guardaron silencio y se tensaron visiblemente al escuchar al director, mirándose unos a otros para ver quién respondía, Anthony dio un paso al frente, dando a entender que sería el portavoz.
– Somos alumnos, director – contestó con voz monótona –
– Me temo que no los había visto nunca, mi muchacho – contestó con falsa amabilidad – llevo mucho como director, conozco a mis alumnos. El joven Potter y el joven Black están sentados en su mesa – señalando a James y Sirius, haciendo que los mirarán –
Anthony y los demás dirigieron sus miradas hacia el lugar señalado, palideciendo al percatarse de la situación, esto era malo, muy pero muy malo.
– El joven Weasley no tiene familiares mujeres, y no hay ninguna mujer Malfoy de sangre, y el joven Malfoy no tiene hermanos – señalando ahora a Lucius Malfoy – así que creo pensar que querrán saber a cuando estamos – obteniendo una afirmación de todos – estamos a septiembre de 1975 –
Aquello los dejó helados, solo tenían una cosa en mente.
– ¡¡HARRISON POTTER!! – gritaron haciendo que un chico se encogiera y palidecer a James – ¡¡NOS ENVIASTE AL PASADO!! –
"Maldita suerte Potter"