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— ¿No querías que te follara en el baño? pues aquí es, si abres esa puerta ya no hay marcha atrás. — se acercó nuevamente a la boca de Taehyung — Todo está en tus manos, pequeño.
El alcohol circulando en el sistema de Taehyung no era demasiado, bueno, si había bebido mucho y el día anterior también, pero el joven Kim tenía una buena resistencia al alcohol, por lo que había descubierto hace años ese don era algo de familia.
Así que decir que el alcohol estaba afectando en sus decisiones era mentir.
Mientras su mano se posaba en la manija de la puerta, por su mente circulaba la pregunta de cuándo había sido la última vez que tuvo sexo o hizo el amor... sí, definitivamente él no podía recordar la fecha exacta, pero había pasado un montón de tiempo, meses quizás.
¿Quería eso? ¿Coger con alguien que había conocido hace menos de una hora, peligroso, con sangre y vidas en sus manos? ¡Oh mierda, claro que sí! Esos detalles solo hacían que la adrenalina aumente en su interior.
¿Estaba bien?... ¿A quién mierda le importa esa tontería llamada 'moral' estando en su actual posición? ¿Un chico caliente dispuesto a darle lo que prometía ser uno de sus mejores orgasmos? Ya después pensaría en las consecuencias de echar un polvo con alguien sumamente peligroso.
De todas maneras el viejo Taehyung estaría orgulloso de él.
Suspiró y giró la manija del baño y se adentró a este sin pensarlo dos veces.
Tan solo puso un pie dentro, pudo ver por los espejos como el rubio cambiaba esos bellos ojos negros por unos llenos de lujuria y se pegaba a él, tomándolo de la cintura y guiando sus pasos hasta dejarlo frente a un espejo.
Agust tomó las hebras de cabello de Taehyung entre sus dedos y las jaló -sin hacerle daño- hacia un lado, dejando el cuello del menor descubierto, miro hacia al espejo, conectando la mirada de deseo que ambos poseían y sonrió, sonrió porque si bien antes había cogido con algún o alguna cliente, esta vez tenía un manjar de dioses entre sus manos y lo sabría aprovechar muy bien.
— ¡Mírate, preciosura! — dejó un beso en el cuello del menor — Tan bonito y esperando a ser jodido por mí — Taehyung jadeó y otro beso fue dejado en la parte descubierta de su cuerpo — Verás dulzura, no planeaba tener un polvo hoy así que no traje ningún condón, ¿tú tienes alguno? — el pelinegro negó con un movimiento de cabeza — mhmm ese es un problema, no creo que estés dispuesto a coger con alguien que podría tener pegada alguna enfermedad... o alguna sorpresa en 9 meses ¿cierto? — Agust dejaba pequeños besos en toda la longitud del cuello descubierto del menor mientras pronunciaba palabra por palabra.
— ¡Entonces haz que valga la pena contagiarme con algo, cógeme tan bien que me hagas olvidar de todo y todos en el mundo!
Para evitar la otra sorpresa podría tomar alguna pastilla después.
No hubo respuesta en palabras.
Agust de un movimiento rápido desabrochó el pantalón ajeno y los bajó junto a su ropa interior, se arrodilló detrás de Taehyung y este pudo sentir la respiración del rubio entre sus nalgas.
— No te preocupes, belleza, no tengo pegada una enfermedad, me hago pruebas frecuentemente... — besó una de sus mejillas — Inclínate un poco, separa las piernas y sujétate bien del lavabo. — Taehyung obedeció a detalle — ¿Te han dicho que tienes un buen culo? — la voz excitada de Agust solo causaba que el menor se estimulara más y jadeara en respuesta.
— Muchas veces, pero pocos lo han visto así de cerca como tú. — Taehyung sintió como el rubio sonreía detrás de él y se felicitó así mismo por no dejarse intimidar por él.
— Agrégale a que ninguno te va a coger tan bien como yo, preciosura. — Agust mordió despacio una de las nalgas del pelinegro y en la otra lo abofeteó logrando sacarle un pequeño grito de placer.
Taehyung sintió como el rubio separaba sus mejillas y acercaba su rostro a su entrada, sentía su respiración justo ahí, pronto sintió como la lengua del mayor simulaba pequeñas embestidas en su estrechez, la sensación de placer que sentía iba creciendo en la parte baja de su vientre, nunca en su vida alguien lo había preparado de esa manera, por lo general, su esposo le pedía que se preparara él solo y el menor solo lo complacía.
Ahora tener a Agust entre sus piernas, con su lengua abriéndose paso en su entrada, dando pequeñas embestidas, hacían que Taehyung sintiera que podía tocar el cielo en cualquier momento. Se mordió el labio para silenciar sus gemidos cuando un dedo se hizo presente dentro de él para acompañar a la lengua del rubio, se sentía en la gloria, no podía ver al mayor, pero darse una imagen mental lo hacía calentarse aún más, solo quería tener al rubio entrando y saliendo de él, quería algo más.
— Agust... mhmm... hazlo ya. — jadeó y suplicó desesperado.
— Paciencia dulzura, no quiero hacerte daño, un poco más y vamos a la fase final. — Agust volvió a introducir su lengua dentro de él y esta vez adentró dos dedos juntos, volviendo al menor un mar de jadeos y pequeños gemidos tratando de ser retenidos.
Agust sintió como la estrechez del moreno ya se había acostumbrado a sus dedos y lengua, por ende decidió que ya estaba listo, salió de él y el pelinegro se quejó con un jadeo al sentirse vacío.
— Última oportunidad, cariño, ¿estás seguro de esto? aún puedes salir por esa puerta y...
— Hazlo de una puta vez, por di...os ¡Ah! — Agust adentró su miembro en una sola estocada provocando un grito de Taehyung por la intromisión sin aviso dentro de él.
¿Cuándo carajos sacó su miembro este hijo de puta?
El rubio espero que Taehyung se acostumbrara a su tamaño y grosor para no lastimarlo, cuando vio que el pelinegro movía las caderas en busca de más contacto entre ellos procedió a embestir lentamente la pequeña entrada, haciendo que Kim se derrita entre sus manos... pero algo andaba mal.
— Taehyung, abre los ojos, mírame por el espejo. — el menor obedeció y el rubio pudo ver el problema — Preciosura, tienes un cuerpo espectacular, hermoso, pero necesito escucharte para saber cómo lo estoy haciendo y si te doy placer, el sexo se trata de que ambas personas disfruten y no puedo saber si lo estás haciendo si te muerdes el labio para ocultar tus gemidos. Además que tienes una hermosa voz, déjame escuchar como gritas mi nombre, ¿ok? — Agust dio una embestida y Taehyung gimió.
— ¡Ok... ok! ¡Ah! — por unos segundos en la cabeza del menor se cruzó la voz de Bogum diciéndole que se callara, que no le gustaba oírlo cuando tenían sexo o 'hacían el amor', que su voz le producía un 'no sé qué' y le bajaba la calentura. Pero pronto entendió que ahora mismo no tenía que pensar en su esposo infiel, porque Agust no era él y nunca lo sería, él era una persona diferente.
A medida que pasaba el tiempo el rubio iba profundizando y acelerando sus embestidas.
- ¡Ah!.. ¡A-ahí! Dios... ¡Jus-justo ahí Agust, por... favor!
Agust supo que había encontrado el punto dulce de Taehyung, ya que sus paredes lo apretaron más de lo normal, entonces se empujó dentro de él una y otra vez tocando su sensibilidad, le gustaba la voz del moreno, sus gemidos hacían que se estimulara más y que pequeñas vibraciones recorran su espina dorsal. Las paredes de Taehyung empezaban a apretarse mucho más alrededor de su longitud, el orgasmo del pelinegro estaba cerca así que sus embestidas se hicieron más certeras y profundas.
— Vamos córrete para mí, preciosura.
Taehyung siempre había pensado que en las películas donde pasaban ese tipos de cosas eran falsas, ¿cómo alguien se iba a correr solo porque otro se lo pedía?. Hoy, gracias a Agust, pudo darse cuenta que no era tan desquiciado que eso pasara, pues al escuchar la voz excitada del rubio a sus espaldas, demandándole que se corriera, lo hizo, se había corrido como jamás antes.
Aun sensible por el orgasmo que acababa de tener, sintió como el mayor aún embestía un par de veces más su entrada y se corría dentro de él, pudo sentir como el líquido caliente inundaba su interior mientras que Agust dejaba salir un gran jadeo de su garganta.
Eso había sido intenso.
El rubio tomó el cuerpo débil del menor y lo cargó para sentarlo en el lavabo, fue al estante que había a un costado y cogió una toalla y poco de papel para luego dárselas a Taehyung.
— Toma, límpiate con eso.
— Gracias. — Taehyung tomó las cosas y le regaló una pequeña sonrisa por su amabilidad.
— Tienes una peculiar, pero muy hermosa sonrisa, Taehyung. No deberías dejar que un idiota te la quite.
— ¿De qué estás...
— No tienes que mentir, belleza, desde que entré a este lugar y te vi, supe el porqué habías venido a buscarme. — el pelinegro trató de hablar pero Agust puso un dedo encima de su boca haciéndolo callar — Aunque no lo hubiera notado ahí... — tomó la mano del pelinegro — llevas el anillo puesto... aún. - Taehyung apartó la mano rápidamente y el rubio sonrió. — Eres muy fácil de leer, pequeño.
— ¿No me vas a matar?
— Eso sería un desperdicio total, mírate Taehyung, eres hermoso, hasta podría decir que fuiste el mejor polvo de mi vida, pero eso sería hablar solo de sexo y cosas superficiales. Además que ya te dije que no toco a nadie si no me pagan antes. — Agust no podía descifrar la mirada de su menor ahora — Pero eso sí, no me gusta que me mientan, y tú viniste aquí firmando un papel donde claramente dices que esto no era un trabajo pasional.
— Es que no entiendo ese punto, eres un asesino, ¿no deberías matar sin importar qué?... igual te voy a pagar. — Taehyung ya se había limpiado un poco mientras discutían, ahora se encontraba abrochando su pantalón.
— No es solo dinero Taehyung, tengo consciencia, mayormente cuando alguien viene aquí tratando de matar a su novio, esposo o amante es por una infidelidad, el enojo hace que las personas no vean un futuro, su futuro... ok, digamos que yo lo mato ¿y qué viene después?... arrepentimiento, porque ahora el enojo está bloqueando tus pensamientos, con el tiempo te vas a arrepentir y te sentirás culpable de haber matado a alguien que aún amas, irás a confesar, dirás mi nombre, vendrán a buscarme, iremos a la cárcel ¿y todo por qué? — Agust se fue acercando a Taehyung — Porque un hijo de puta no supo valorarte ni tratarte como debería haber hecho. ¿Eso quieres? ¿Joderte la vida por alguien que no vale la pena.
— No lo entiendes, solo hazlo, te juro que no diré nada nun... — los ojos de Kim se fueron inundando poco a poco de lágrimas.
— No me conoces Taehyung, sé que es querer matar a alguien ya sea por venganza o enojo, pero te diré algo... — se detuvo frente a él — Una vez que lo hagas y lo tengas muerto entre tus manos, todo sigue igual, nada cambia, ese sentimiento sigue ahí, así que no eches a perder tu vida por un imbecil, divórciate y consigue a alguien mejor, o no, sabes algo, uno no necesita de nadie para ser feliz, vive la vida como quieras, sal, diviértete, cógete a quién quieras, cuando quieras y donde quieras, eres joven y hermoso. Vive Taehyung, vive. - Agust se dio la vuelta y empezó a caminar hacia la puerta para salir del lugar.
— Es que no lo entiendes, yo no puedo... — Taehyung empezó a llorar.
— Hermoso colibrí... — se volvió hacia él para acariciar una de sus mejillas con la yema de sus dedos — con el tiempo aprenderás a volar aún con las alas dañadas. — le dio un pequeño beso en la frente y salió de ahí sin mirar atrás.
"Espero no volverte a ver Taehyung, no por mí, sino por ti, por tu bien. También espero que tengas una vida plena y feliz de ahora en adelante.
Fue un placer conocerte."
ᝰ.ᐟ