Bizarre [JaeYong]

Od ariaroseyong

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Cuando SungChan conoció a su padre biológico, no esperaba para nada lo que pasó. Nadie lo esperó. • Parejas ... Více

u n o
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q u i n c e
⚠️ PAUSA BREVE ⚠️
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⚠️ Aviso ⚠️
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⚠️ ESTO ES UN SPOILER ⚠️
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d i e c i o c h o

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Od ariaroseyong

YoonOh se encontró con su padre en la cocina y luego de saludarlo, se sentó a su lado para beber el café que le ofrecía.

—¿Irás al hospital?

—Sí, pero volveré temprano para ayudarte con la cena.

—No te preocupes por eso. Podemos pedir comida.

—Es año nuevo, YoonOh. No solo podemos pedir comida—dijo algo desganado.

—¿Estás triste porque SungChan y SooJung no estarán?

—¿En qué momento crecieron tanto como para irse en las fechas especiales?

YoonOh rio bajito.

—¿Crees que si tu madre estuviera viva se irían de todos modos?

—Claro que sí—trató de sonar reconfortante—. Mamá no los iba a encadenar y tú tampoco—se encogió de hombros.

Su padre sonrió con algo de nostalgia y siguió bebiendo su café mientras leía los últimos avances en medicina pediátrica.

SooJung entró a la cocina con una sonrisa radiante acompañada de un maquillaje sutil.

—¿Qué harán en la noche?

Ambos se encogieron de hombros.

—Puedo llamar a JongIn y cancelar...

—No, hija—esbozó una sonrisa—. YoonOh y yo veremos que hacer. No te preocupes—se levantó, llevó su taza al fregadero y depositó un beso en su frente—. Que tengas un buen viaje.

—Gracias, papi—sonrió y lo abrazó con fuerza—. Feliz año nuevo.

YunHo le respondió igual de cálido y se separó para ir en busca de su hijo menor. No fue necesario salir de la cocina porque SungChan entró con una sonrisa traviesa.

—Buenos días—no esperó respuesta de nadie—. Adivinen de que me entere...

—¿Qué? —preguntó su padre.

El menor de los Jung miró rápidamente a su hermana y la chica inmediatamente comenzó a mover sus labios histérica para decirle que se callara.

YoonOh comenzó a beber su café tranquilamente mientras veía el desastre y trataba de comprender la situación. Al parecer SooJung viajaría sola con su novio.

—Nada—rio—. Feliz año nuevo, papá—lo abrazó mientras le mostraba la lengua a su hermana.

Cuando su padre se fue, desayunaron mientras SooJung y SungChan seguían peleando por lo que el menor estuvo a punto de hacer. Subieron por su equipaje y esperaron pacientemente por los "yernos" de su padre.

El primero en llegar fue el yerno falso, quien al ver la valija de SooJung, la miró coqueto y dijo que era muy pronto para que conociera a su familia.

—Aunque me halagas, iré con JongIn.

YangYang rodó los ojos.

—¿Ya te dije que mis abuelos son unos de los agricultores más ricos del país? —arqueó su ceja coqueto—. Heredaré sus tierras, noona. ¿Qué tiene tu novio el gigoló?

—Hm... Es el único heredero de KAI, una de las marcas de autos más reconocidas a nivel mundial.

—Tus verduras no pueden competir ni contra una llanta del KAI—YoonOh palmeó su espalda.

Los Jung se echaron a reír, mientras YangYang fingía el llanto.

SungChan tomó su valija y salió de casa, no sin antes despedirse correctamente de sus hermanos.

SooJung se paró frente al espejo que tenían cerca de la puerta y comenzó a peinar su cabello con sus dedos.

—JongIn y tú... —YoonOh se paró detrás de ella.

—No voy a responder a nada que estés pensando—rio.

—¿Me puedo quedar tranquilo?

—Por supuesto—sonrió y lo abrazó para desearle un feliz año.

Su hermano le respondió igual y fueron interrumpidos por el timbre.

JongIn, tomó la valija de su novia y se despidió amablemente de él.


Cuando se dio cuenta de que sería un poco deprimente pasar la noche en casa solo con su padre, decidió llamarlo para proponerle pasar la noche en el hospital.

YunHo accedió al instante y le hizo saber cuan emocionado estaba porque hacía mucho que YoonOh no iba al hospital.

Cuando estaba en el hospital, se tenía que vestir de enfermero para pasar desapercibido. Hacía cosas sencillas como pasar recados, buscar doctores, ir a la bodega para buscar material que les hiciera falta, jugar con los niños en pediatría e incluso llevar té y galletas a la sala de espera. Nada que rompiera alguna ley. Aunque en caso de emergencia y en la ausencia de un doctor, él estaba completamente calificado para dar primeros auxilios.

Decidió tomar una ducha antes de ir al hospital y cuando estaba a punto de terminar, el tono de llamada entrante interrumpió una de sus canciones favoritas.


—¿Hola? —activó el altavoz.

—Hola, YoonOh.

—Oh, hola, señor Lee. ¿Cómo está?

—Algo apurado por la cena, pero bien. ¿Tú cómo estás?

—Bien.

—Te llamaba porque hablé con John y Mark, y aunque siguen odiándote—rio—, estuvieron de acuerdo en que vengas a cenar. Prometieron solo verte con desprecio.

YoonOh rio y salió de la ducha.

—Estoy enserio halagado y aunque me encantaría ir y ser mirado con desprecio—hizo una breve pausa para enrollar una toalla en su cadera—, no puedo porque quedé con papá.

—¿De verdad?

—Sí. Estaremos en el hospital.

—De acuerdo—trató de no sonar decepcionado—. Que se la pasen bien.

—Igualmente. Saludos a los niños y muchas gracias por la invitación.

—No hay de que—soltó un pequeño suspiro—. Nos vemos luego.

—Nos vemos luego.

YoonOh cortó la llamada y caminó hasta su habitación para vestirse.


Luego de ponerse ropa cómoda, tomó una chaqueta afelpada y pidió un taxi para poder ir al hospital.

Al llegar, le dijeron que su padre estaba en cirugía, así que buscó al doctor Park (otro de los pediatras del hospital) para que le diera un uniforme. El doctor le dio un uniforme azul cielo con dibujitos de "Pororo" por todas partes y le pidió que mantuviera despierto a un niño porque iban a hacerle un par de estudios.

YoonOh entretuvo al pequeño contándole historias, jugando a los superhéroes, a esconderse, a las charadas e incluso bailando. Sus pies lo estaban matando.

Su padre apareció en la habitación y le dijo que podía descansar, ya que, una enfermera se haría cargo. YoonOh miró el reloj de "Pucca" que colgaba en la pared y le dio razón a su cansancio. Había estado jugando más de tres horas con el pequeño sin parar.

—Ve a la sala de descanso y envuelve los regalos que están sobre la mesa, ¿sí?

Su hijo asintió sin energía.

—Prepárate algo de comer mientras estás ahí y cuando termines, ayuda a las enfermeras a repartir los obsequios, por favor.

YoonOh asintió y caminó hasta el ascensor para ir al piso de arriba. Ni loco subía escaleras.

Hizo lo que su padre le pidió y debe decir que fue de sus cosas favoritas. Ver esos pequeños rostros iluminados al recibir los obsequios, no tenía precio.

Su padre le dio un fuerte abrazo para agradecerle por todo y desearle un feliz año con la voz a punto de quebrarse.

—Ve a dormir. Anda—palmeó su hombro repetidas veces y le dio un leve empujón en dirección al ascensor.

Luego de dormir una pequeña siesta, vio a su padre en su escritorio bebiendo una gran taza de café.

—¿Te desperté?

Negó mientras bostezaba.

—Qué bueno porque la sala de espera es una locura. ¿Podrías llevarles algo de té?

YoonOh asintió, se levantó y estiró un poco sus músculos.

Al llegar a la sala de espera, sirvió té para todos. La gente le preguntaba sobre sus familiares y él solo podía decir que buscaría a los doctores que llevaban sus casos para poder darles noticias acompañado de una sonrisa reconfortante.

Iba a ir en busca de más té, pero algo llamó su atención. A lo lejos se escuchaban gritos furiosos de un hombre acompañados de golpes en lo que YoonOh suponía, era el escritorio de la recepcionista.

—¡Mi esposo lleva media hora ahí adentro y dice que sigue sin aparecer un maldito doctor!

—Se-señor entendemos su preocupación—la recepcionista lo miraba aterrada—, pero la sala de urgencias está llena y-y...

—¡¿Y los doctores son igual de incompetentes que usted?! —golpeó el escritorio.

YoonOh no podía solo mirar eso, así que se acercó con cuidado y con la voz más tranquila que pudo, intervino.

—Señor, le voy a pedir por favor que se calme.

El hombre se giró para pelear con quién sea que estuviera calmándolo y al girarse no pudo decir nada.

¿Acaso sus ojos le estaban haciendo una mala jugada?

—¿Señor Seo?

—¿Qué haces aquí?

—¿Usted que hace aquí? —no pudo evitar sonar preocupado.

Sus ojos se aguaron y su labio inferior comenzó a temblar.

—Mi princesa, YoonOh—sollozó—. Estaba a punto de dormirse, cuando de repente no pudo respirar y se puso morada y comenzó a convulsionar—se acercó a él y lo abrazó con fuerza. Seguía odiándolo, pero necesitaba algo de consuelo.

YoonOh, aunque un poco sorprendido por el acto, correspondió al abrazo e incluso palmeó su espalda con gentileza.

—¿En dónde está?

—No tengo idea—se separó de él.

YoonOh les dijo a las enfermeras que se encargaría y le pidió al señor Seo que lo siguiera hasta encontrar a su padre.

YunHo seguía en su oficina. Estaba leyendo algunos expedientes mientras bebía tranquilamente su café.

—¿Papá?

—Oh, YoonOh—dijo sin levantar la vista—. ¿Podrías ir a la habitación dos para contarle un cuento al pequeño que está ahí? —levantó un poco la vista y pudo ver a otro hombre—. ¿Quién es él?

—Es amigo del señor Lee—dijo con cautela.

—¿Y el señor Lee, es...?

—Lee TaeYong.

—Oh... ¿Y qué hace aquí?

—Su hija se encuentra mal y aún no la atienden... ¿Podrías revisarla?

—Sabes que no doy trato especial a nadie. Que espere al doctor que está a cargo de urgencias.

—Yo sé que no, papá, pero urgencias está lleno y es un caos. El doctor Park está en cirugía, así que urgencias se quedó sin pediatra... Por favor, papá.

—Tengo que ir a sacarle unas muestras de sangre a un paciente.

—Eso es trabajo fácil para un pasante. ¿No dices que Taemin es muy bueno? Llámalo y pídele que lo haga.

Su padre suspiró con fuerza, rodó los ojos y se levantó para ir directo a urgencias.

—Buenas noches—YunHo saludó con una voz un tanto dulce.

Mark quien tenía los ojos hinchados y enrojecidos, dejó de morderse las uñas para devolverle el saludo al doctor.

—Hola, linda. ¿Cómo te llamas?

—Yeri—Mark comenzó a morder sus labios nervioso.

—Bien, Yeri—comenzó a chequear a la bebé mientras le pedía a Mark que le contara que había pasado exactamente—. Por los síntomas, debe ser una reacción alérgica.

—N-no es alérgica a nada.

—No que ustedes sepan—dijo divertido—. Es muy común que los bebés desarrollen alergias de la nada. Su cuerpo aun está conociendo cosas nuevas. Los síntomas varían y desgraciadamente, el cuerpo de está pequeñita sufrió los peores—acarició su cabello.

Mark y Johnny solo intercambiaron miradas algo aturdidos.

—Ya sufrió mucho esta noche, así que prefiero no hacerle ningún estudio. Si están de acuerdo, se los haré mañana.

—¿Qué clase de estudios son? —preguntó el más alto.

—La rasguñaré con diferentes agujas y veré las reacciones en la piel—YunHo vio la expresión en ambos padres—. No duele mucho. Además de que le haré exámenes de sangre y orina... —suspiró bajito—. Se quedará esta noche para tenerla en observación y luego de los resultados pueden irse.

Ambos padres agradecieron al doctor, mientras acariciaban a la bebé.

—De nada—sonrió y se giró a ver a su hijo—. Iré a ver si hay alguien más que aún no esté siendo atendido. Cuando venga la enfermera dile que la lleven a mi piso.

—Gracias, papá.

—Tienes un cuento pendiente, YoonOh.

—S-sí, luego de que se instalen voy con el niño.

YunHo se quedó pensando en quien había logrado estabilizar a la pequeña, ya que, su padre le había dicho que había llegado en un terrible estado. Sin decir nada más, salió del pequeño cubículo.

—YoonOh, ni siquiera noté que eras tú. Perdóname.

—N-no se preocupe.

—Johnny ya me dijo lo que hiciste. Muchas gracias—lo abrazó.

—No hay de que, señor Lee.

La enfermera los llevó hasta el piso del doctor Jung y les hizo llenar algunos documentos para admitir a la pequeña.

Una vez se instalaron, YoonOh se disculpó con los mayores y salió de la habitación.

Al llegar a la habitación del pequeño al que le leería, lo saludó con una voz dulce y se sentó frente a la cama para comenzar la lectura. No llegó ni a la mitad porque el niño se quedó dormido. Lo arropó y salió de la habitación en silencio.

Decidió dar un paseo por la recepción y de nuevo no podía creer lo que estaba viendo.

TaeYong estaba parado frente al escritorio, mientras Jeno lo abrazaba de la pierna y XiaoJun lo tomaba de su mano. Los tres tenían los ojos enrojecidos.

—Ya le dije la niña está aquí—alzó un poco la voz.

—Lo lamento, señor, pero no hay nadie registrado con ese nombre.

—Yeri está en el piso del doctor Jung—YoonOh intervino—. No han podido ingresar sus datos.

El mayor se giró al reconocer esa voz y suspiró aliviado.

—Me dijo que no es familiar y sabes que no lo puedo dejar pasar.

—Es como su tío—dijo relajado—. Además, mi padre está siguiendo su caso y dijo que estaba bien que vinieran—mintió con una hermosa sonrisa.

La linda mujer suspiró y negó.

—Si no es verdad, tu padre me matará.

—Llevaré el mejor arreglo floral a tu tumba—rio.

—¿Necesito morir para que me des flores? Genial.

—Oh, vamos—rio—. ¿Sigues molesta por nuestra cita?

—Solo vete—rio y posó su mano en su pecho para alejarlo de su escritorio.

TaeYong solo observaba la escena en silencio y con una sensación extraña en su estómago. Tal vez Mark y Johnny tenían razón sobre lo que habían dicho.

—Hola—se inclinó un poco y saludó a los pequeños—. ¿Quieren ver a la prima Yeri?

Ambos asintieron y YoonOh se inclinó para cargar a XiaoJun. Sorpresivamente para todos, el chino accedió y lo abrazó por el cuello, mientras TaeYong cargaba a Jeno y lo seguía.

En cuanto los niños tocaron el suelo, corrieron a ver a su prima.

YoonOh miraba desde la entrada como Johnny junto a los pequeños veían a la bebé durmiendo plácidamente, mientras que TaeYong lloraba en silencio y Mark lo consolaba.

Una de las enfermeras en turno entró y revisó los signos vitales de Yeri para anotarlos en su expediente. Antes de salir les dijo que volvería en un par de horas.

—YoonOh, no sabía que era horario de visitas.

—Pa-papá—tragó saliva.

—Vengo a ver a mi paciente.

—Ya vino la enfermera hace unos minutos.

—Cállate—susurró—. Quiero ver al papá de tu hermano.

YunHo solo miró a la bebé de pies a cabeza y "revisó" las anotaciones de la enfermera.

—Todo está en orden—miró a los presentes—. ¿Y quiénes son ustedes? —preguntó acercándose a los pequeños.

Jeno y XiaoJun se presentaron con un poco de vergüenza.

—Pero que niños tan guapos—sonrió.

Ambos agradecieron con una sonrisa y YunHo comenzó a preguntarles cosas como su edad, sus caricaturas favoritas, colores favoritos, comida favorita y un sinfín de cosas que a los niños les emocionaba decir.

TaeYong miraba nervioso al doctor Jung, quien no solo era el mejor doctor del país, sino que también era el padre adoptivo de su hijo. Se sorprendió demasiado cuando YunHo se levantó y estiró su mano hacia él.

—Jung YunHo. Es un enorme placer.

—Lee TaeYong—respondió con la voz algo temblorosa—. El placer es mío.

—Ahora veo porque SungChan es tan guapo—susurró.

TaeYong se congeló sin saber que decir.

Cuando YoonOh lo notó, corrió para quitarle a su padre de encima.

—No te detenemos más, tienes más pacientes que revisar.

—Sí, pero solo son unas cuantas muestras de sangre y tú lo dijiste, es trabajo sencillo para un pasante—sonrió—. Ve a buscar a TaeMin. Anda.

—¿Lee TaeMin? —preguntó Mark.

YunHo asintió confundido.

—El fue el doctor que estabilizó a mi hija...

El joven doctor iba pasando frente a la habitación, cuando YunHo llamó su atención.

—Doctor Lee—se acercó a él y se cercioró de hablar lo suficientemente bajo para no ser escuchado por nadie más que por él—. Usted sabe que no puede atender a los pacientes sin supervisión.

—Lo lamento tanto, doctor, pero la niña estaba a punto de morir—susurró.

—Tal vez fue suerte, un milagro o de verdad tiene talento. No lo sabemos. Será mi mano derecha durante una semana para ver de qué es capaz.

TaeMin asintió con una sonrisa incrédula.

—Vaya a revisar a mis pacientes y llámeme solo si es necesario.

El muchacho de nuevo asintió, tomó la tableta de su superior y salió de ahí.

—Deben de estar cansados—susurró con voz dulce dirigiéndose a los niños.

Ambos asintieron con los ojos casi cerrados.

—YoonOh, llévalos a mi oficina para que puedan descansar.

—N-no será necesario—habló TaeYong—. Si Yeri ya está bien, no hay necesidad de quedarse.

—Como doctor, sería irresponsable dejarlo conducir a estas horas de la noche y sin dormir. Por favor, vaya con YoonOh y descanse.

TaeYong no sabía ni como agradecerle, así que solo asintió.

—YoonOh, ayuda al señor Lee a cargar a uno de sus hijos. No podemos permitir que caminen un segundo más—lo dijo como si fuera un verdadero pecado.

YoonOh asintió y tomó en brazos a Jun.

Al llegar a la oficina, preparó el sofá cama y les dio un par de mantas calientitas que su padre tenía guardadas. No hizo falta decir nada porque los pequeños se quitaron los zapatos y se acomodaron.

—Descansen—YoonOh sonrió cálidamente y se dispuso a salir de la oficina.

Los Lee agradecieron y se acorrucaron en el amplio sofá.

No pasaron ni cinco minutos cuando la respiración de los niños se hizo más pesada.

TaeYong se sentía tan inquieto por su sobrina que decidió ir a verla. Se levantó con cuidado de no despertar a sus hijos y salió de la habitación con esperanzas de encontrarse con YoonOh.

—¡Hey!

Se giró al reconocer esa voz y trató de mostrar su sonrisa más amable.

—Hola, DoYoung.

—¿Qué haces aquí?

—Mi sobrina está internada.

—¿Te perdiste? ¿Por qué estás en zona restringida?

—Y-yo tengo un amigo aquí y me dejó estar en su oficina.

—Doctor Kim, buenas noches—saludó YoonOh con una sonrisa posicionándose detrás de TaeYong.

El doctor lo ignoró por completo y dirigió su atención al mayor.

—¿Cómo sigue tu mano y tus costillas?

—¿Qué te pasó? —preguntó el menor alarmado.

—Oh, se conocen—rio—. Por cierto... —comenzó a buscar en su bolsillo interior de su bata—. Te iba a llamar para dártelo, pero quien iba a pensar que nos veríamos de nuevo—estiró su mano para darle un lindo brazalete.

Tanto el de hoyuelos como el mayor, se quedaron en shock.

—Te veías triste cuando perdiste tu brazalete, así que quise recompensarlo de alguna manera. Por favor acéptalo.

—No puedo aceptar algo así. Es demasiado.

YoonOh sonrió internamente, ya que a él sí le había aceptado tal obsequio.

—Pero si no es nada—tomó su mano con intención de ponérselo.

—Doctor Kim, creo que debería respetar el espacio personal y la decisión del señor Lee.

—Los adultos estamos hablando, YoonOh.

Auch.

—Amor, deberíamos irnos—YoonOh acarició su hombro—. Los niños pueden despertar.

—S-sí. Ha sido un gusto Doyoung—comenzó a caminar para alejarse lo más pronto posible de él.

Cuando se alejaron lo suficiente, TaeYong comenzó a reír bajito.

—¿Me dijiste amor? Pensé que no eras la clase de hombre que marcaba su territorio—dijo divertido.

—L-lo lamento, pero sé que el doctor Kim no hubiera dejado de molestar si no decía algo así—miró nervioso a otro lado.

—Está bien.

—¿Por qué no me dijo lo de su mano?

—No quería que supieras que perdí el brazalete.

—Eso no me importa. ¿Por eso no podía cargar a los niños ese día?

El mayor asintió y se abrazó a sí mismo.

—¿Cómo está ahora?

—Mucho mejor. No fue nada grave.

—¿Cómo pasó?

TaeYong le contó a detalle lo que había pasado y YoonOh no pudo evitar reír.

—¡Oye! Pude morir.

—Pero no lo hizo. ¿Cree que haya cámaras?

TaeYong rodó los ojos con diversión y un pequeño silencio se hizo presente, hasta que lo rompió.

—¿Puedo preguntar algo?

—Claro...

—¿La chica de la recepción y tú...?

YoonOh rio bajito.

—Salimos hace mucho y se molestó porque no le di flores en nuestra primera y única cita. Solo eso.

—Pareciera que aún le gustas.

—Eso creo—se encogió de hombros—. ¿Por qué sigue despierto? ¿No le gustó el sofá?

—Sí, pero quería ir a ver a Yeri.

—Ella está bien.

—Mark me dijo que fue una reacción alérgica... Mi comida casi la mata—rio irónico.

—No. No fue culpa de nadie.

El mayor asintió esbozando una sonrisa.

—Por cierto—habló YoonOh—. Feliz año nuevo—extendió sus brazos.

TaeYong le respondió y aprovechó el abrazó para inhalar el delicioso aroma que YoonOh desprendía. Se separó un poco y lo miró directamente a los ojos.

—Deja de hablarme de usted y solo dime "TaeYong", deja eso del "señor Lee", por favor.

—Lo haré, TaeYong—susurró y acercó al mayor de nuevo a su pecho.





🌹 🌹

Disculpen que no haya actualizado el día que dije, pero el miércoles me entretuve en un especial de Jeno y se me olvidó que era miercoles AJAJAJ y ayer llegué mega cansada del trabajo unu

Peeeeero, les traigo un capítulo largo para compensar la tardanza :3

Básicamente la marca KAI está al nivel de los Lamborghini y todos esos carros carísimos

Por eso les dije que abuchearan a Doyoung, es todo un onvre :p

Si esperaban un beso de año nuevo... como dicen los SuJu LO SIENTO, LO SIENTO, YO NO TENGO PRISA VAMO' LENTO


Nos estamos leyendo uwu

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