YoonOh llevaba dos semanas evitando a su hermana. Cuando le dijo que había pasado Halloween con unos compañeros del trabajo, SooJung no le creyó.
—YoonOh, seamos realistas. Tus compañeros de trabajo te agradan, pero no como para ir a una fiesta con ellos. ¿Estás saliendo con alguien? —preguntó juguetona.
Su hermano negó y decidió no darle más vueltas al asunto porque conociendo a su hermana, le terminaría sacando la verdad.
No era tan difícil evitarla, ya que, por sus horarios de trabajo, no se veían demasiado. YoonOh entraba a trabajar antes, así que también salía mucho antes. Cuando SooJung llegaba a salir temprano, JongIn iba a recogerla y pasaba casi toda la noche con él y los fines de semana que podían encontrarse, YoonOh se la pasaba encerrado en su habitación con el pretexto de que tenía mucho trabajo.
SungChan y su padre no sabían lo que pasaba y era mejor que no supieran.
—¡Idiotas! —gritó SooJung desde el pasillo—. ¡Los padres de JongIn me invitaron a comer, así que nos vemos!
SungChan fue el único que salió y se despidió correctamente de su hermana.
YoonOh solo gritó un "diviértete".
—¿¡Hyung!?
YoonOh abrió la puerta de su habitación para dejar entrar a su hermano.
—¿Todo está bien entre noona y tú?
—Cla-claro, ¿Por qué no lo estaría?
—Porque no te despediste de ella.
—Es que estoy ocupado.
—¿Seguro?
YoonOh asintió.
—¿Puedo invitar a los chicos a jugar y a quedarse a dormir?
—Claro. ¿Quieres ir al supermercado a comprar provisiones?
—¿No estabas ocupado?
—S-sí, pero ya terminé—rio nervioso.
—Está bien—sonrió de oreja a oreja—. Vamos.
—Pero no tengo dinero y papá no volverá hasta la tarde.
—Yo invito—rio—. Vamos.
Subieron a su auto y fueron directamente al supermercado.
Comenzaron a llenar el carrito con comida chatarra y mientras SungChan decidía que tipo de cerveza llevar, YoonOh leyó un par de mensajes. Se detuvo en uno y volvió a reírse de él mismo por el nombre.
Licenciado Min.
Lamento molestarte, YoonOh, pero Jeno quiere hablar contigo.
¿Estás ocupado?
Pregunto antes porque no quiero ser inoportuno con la llamada.
No podía agendarlo como Lee TaeYong porque no quería que su familia se diera cuenta que seguía en contacto con él.
—¿Es una chica?
—¿Uh?
—Esa sonrisa. ¿Es por una chica?
YoonOh negó rodando los ojos.
Siguieron buscando golosinas que comprar cuando al de hoyuelos se le ocurrió preguntar algo.
—Chan...
—¿Sí?
—¿Has pensado...? —YoonOh aclaró su garganta—. Yo sé que tomaste una decisión, pero ¿ya lo reconsideraste?
—¿Qué? —preguntó confundido.
—Sobre el señor Lee...
—Sobre eso—torció una sonrisa—. Tú lo dijiste, ya tomé una decisión. ¿Por qué lo preguntas?
—Por nada en especial—se encogió de hombros—. Es solo que toda tu vida quisiste conocerlo y me sorprende que solo decidieras no verlo por sus hijos.
—Ponte en el lugar de esos niños. ¿Qué harías si llega alguien y dice que es hijo de tu padre?
—Por supuesto que haría muchas preguntas, pero a esa edad la idea de tener un hermano mayor sería genial—se encogió de hombros—. Solo me quiero asegurar de que no te arrepientas en un futuro.
SungChan solo se quedó pensativo.
Por la noche, cuando su hermana y su padre llegaron, YoonOh decidió que confrontaría a su hermana, ya que, al parecer, no tenía más interés en donde había pasado Halloween.
Estaban cenando en la cocina, mientras que en la sala estaba los amigos del menor jugando y gritando.
—Oigan, ¿Quién los invitó? —preguntó YunHo cubriendo sus oídos, ya que Chenle había gritado muy fuerte.
—¡Papá! —SooJung comenzó a reír.
—Me agradan esos niños, pero me agrada más cuando están callados y se van.
Los tres rieron y siguieron comiendo su cena en silencio.
—¿Por qué tan callados? —SungChan entró con YangYang detrás de él.
—Solo estábamos comiendo, hijo.
—Noona—el chino sonrió de oreja a oreja—. ¿Puedes prepararnos palomitas de caramelo?
SooJung se negó y bebió un poco de su té.
—Anda, noona—la tomó de los hombros y la agitó un poco—. ¡Noona!
—Ya voy—rodó los ojos con diversión y se puso de pie—. ¿Cuándo te pusiste más lindo? —pellizcó su mejilla.
YangYang acarició su rostro sonrojado y esbozó una pequeña sonrisa.
Todos sus amigos tenían un crush en su hermana desde que la conocieron, pero YangYang era quien más intenso lo tenía. SooJung estaba consciente de eso y le gustaba molestar un poco a los chicos de vez en cuando.
—Le diré a mi yerno que andas pellizcando otras mejillas.
—¿Aún sigues saliendo con el flacucho de JongIn? —preguntó YangYang con la voz cargada de celos y cruzándose de brazos.
**Flashback**
Luego de la escuela, decidieron hacer su proyecto en casa de SungChan, ya que SooJung y YoonOh podrían ayudarlos.
Cuando llegaron, su hermana los recibió con gusto. Los chicos le explicaron que tenían que hacer y ella amablemente les dijo que solo podría ayudarlos un par de horas, ya que saldría al atardecer. En cuanto dijo eso, el humor de SungChan cambió repentinamente.
SooJung los ayudó un poco y se despidió de los chicos ya que tenía que subir a su habitación para arreglarse.
—¿Qué sucede? —preguntó Shotaro sacándolo de sus pensamientos.
—Nada, Taro.
—Vamos, puedes decirnos lo que sea—esta vez habló JiSung con un tono reconfortante.
—SooJung está saliendo con alguien.
El mundo de sus amigos se vino abajo.
—¡¿Qué?! —preguntó Chenle.
—Pensé que ella y yo teníamos algo especial—YangYang dijo dejándose caer en el sofá.
—Ni en tus mejores sueños—JiSung rodó los ojos.
—La forma en la que me mira no se parece en nada a la forma en que los mira a ustedes—el medio alemán se defendió.
—A ti te mira con lástima—Chenle rio.
—Se le llama amor, amigo.
—Como si alguno tuviera una oportunidad con ella—Shotaro intervino—, pero, Chan, ¿Por qué te estresa que salga con alguien?
—Porque parece un maldito gigoló—habló con asco.
—Si noona quiere estar con él, deberías darle una oportunidad—de nuevo, Shotaro el más sensato habló.
—¿De qué lado estás? —YangYang se cruzó de brazos.
—De ninguno, pero si noona es feliz, no deberíamos molestarnos. Además, con quien salga no nos concierne.
Todos decidieron ignorar a Shotaro.
—¿El gigoló vendrá a recogerla? —preguntó YangYang.
SungChan asintió.
—En ese caso le daremos una buena bienvenida.
—¿De verdad? —el japonés fue ignorado—. Solo piensen que noona se molestará—de nuevo fue ignorado, así que tomó su teléfono para jugar en lo que sus tontos amigos ideaban "el plan perfecto".
El timbre sonó y SooJung salió de su habitación para encontrarse a todos los menores en la habitación de YoonOh ya que la ventana daba a la entrada principal.
—¿Qué hacen aquí? A YoonOh no le gusta que estén en su habitación.
—YoonOh hyung nos dejó ocupar su computadora porque la mía ya no prendió.
—Papá te matará—rio juguetona—. Ya me voy. YoonOh no tardará mucho. ¿Puedo dejarlos solos?
Los chicos asintieron.
—¡Son los mejores!
A los oídos de YangYang eso fue un "te amo".
Mientras SooJung bajaba, ellos se asomaron y vieron al gigoló vestido con una camisa blanca y un pantalón café. Para ellos se veía ridículo.
—Ahora—susurró Chenle y YangYang vació la cubeta de agua helada en el muchacho.
—¡SungChan! —su hermana gritó furiosa desde abajo.
Los chicos comenzaron a reír victoriosos y cuando escucharon la puerta cerrarse, se alegraron, ya que, seguramente el gigoló se había ido. Se llevaron una gran sorpresa cuando SooJung entró a la habitación de YoonOh con el gigoló detrás.
—Saca a ese hombre de la casa—su hermano se impuso.
—Vine a tomar ropa de YoonOh para que JongIn—hizo énfasis en su nombre— se cambie.
El tal JongIn tenía su cabello alborotado y con unos mechones cubriendo su frente. Su camisa se transparentaba mostrando su abdomen perfectamente trabajado y su pantalón se le pegaba sus muslos tan duros como las rocas.
—¿Eres niñera, linda?
La sangre de todos hirvió.
—N-no—rio nerviosa mientras sacaba ropa del closet de su hermano—. Son los amigos de mi hermano menor—le dio la ropa seca e intentó no ser tan obvia para mirarlo.
JongIn asintió y aceptó la ropa.
Todos esperaban que el gigoló preguntara por el baño, pero comenzó a desabotonar su camisa lentamente.
SooJung miraba disimuladamente mientras los menores solo querían golpearlo.
Cuando al fin tenía la camisa seca puesta, llevó sus manos al botón de su pantalón, pero se detuvo para preguntar por el baño.
—E-es la puerta del fondo—tragó saliva aun tratando se asimilar la imagen de su torso desnudo y húmedo.
Mientras JongIn se cambiaba en el baño, SooJung lanzó una mirada desaprobatoria hacia los chicos.
—¿Se volvieron locos? —gritó en un susurro—. Luego de que les digo que son los mejores hacen esto—bufó—. Esperen a que le diga a papá lo que hicieron y se acabaron sus reuniones por un buen rato.
Su hermano iba a hablar, pero ella siguió.
—De verdad que no parece que están a nada de convertirse en adultos, se siguen comportando como unos niños.
Auch.
El joven de tez bronceada entró peinando su cabello con los dedos y se acercó a SooJung para extender su mano.
—¿Nos vamos? —preguntó con una voz tan, pero tan sensual.
SooJung asintió entrelazando su mano con la de él y salieron de la casa dejando a más de uno herido.
**Fin del flashback**
—Sí, aún sigo saliendo con él—lo abrazó por los hombros—, pero tú sigues siendo mi primer amor.
Y como olvidar que YangYang siempre le regalaba pequeños detalles para confesarle su amor y que el mismo le decía que ella era su primer amor y el podría ser el de ella. Aunque fuera imposible por la diferencia de edad y porque lo veía como a un hermano, SooJung apreciaba esos detalles e incluso más de uno le alegró el día.
—Hablando de amor, hyung, ¿ya le dijiste a papá con quién estás saliendo?
—¡YoonOh hyung ya tiene novia! —YangYang se asomó por la puerta de la cocina y en cuestión de segundos todos los chicos ya estaban ahí.
YoonOh tenía todos los pares de ojos al pendiente de cada movimiento que hacía.
—¡Sabía que algo traías entre manos! —su hermana gritó eufórica.
—¿Quién es? ¿Es bonita? ¿Es de tu trabajo? ¿Tiene una hermana? ¿Cómo la conociste? —escuchó sin saber exactamente de quién venían las preguntas.
—Y-yo no estoy saliendo con nadie.
—Puedes contarnos, hijo.
—Es que no es nadie, lo juro.
—Anda, dinos—su hermana pidió.
YoonOh estaba acorralado, pero, aun así, se negó a decir una palabra.
Sabía que Jeno solía ser un poco inoportuno, pero esta vez, se había pasado enserio.
Su celular comenzó a sonar e inmediatamente, SooJung lo tomó.
—Dámelo—pidió desperado.
—¿Por qué? ¿Es tu novia? —lo lanzó hacia YangYang.
—YangYang, no te lo voy a pedir dos veces, así que dámelo.
—Si no se lo das, te doy un premio—SooJung le guiño un ojo.
YangYang se lo lanzó al que llamaba "suegro".
—¿Y si respondo?
—¡No! —habló desesperado.
Su padre entre risas le aventó el móvil a JiSung, éste al ver cómo YoonOh se acercaba a él, se lo dió a Shotaro quien estaba a su lado. El japones presa del pánico al ver a YoonOh acercarse a él, lo tiró al sueño, pero Chenle lo recuperó.
—¡Estoy libre! —SungChan gritó y recibió el teléfono.
—¡Contesta! —más de uno pidió.
SungChan hizo caso y puso el altavoz.
—¿Hola?
—¡Señor YoonOh!
Todos se miraron confundidos al oír la voz de un infante.
—¿Quién habla?
—Soy Jeno.
YoonOh le arrebató el celular a su hermano, colgó la llamada y salió de la casa.
Todos se quedaron en shock. No pensaron que esa broma iba a causar tanta molestia en YoonOh, pero eso no era lo que les preocupaba demasiado. ¿Quién rayos era ese tal Jeno?
Todos en la cocina se quedaron en silencio por un buen rato.
—No quería que hyung se enojara así—JiSung hizo un puchero sin querer.
—Siempre jugamos con hyung y nunca se molesta—habló YangYang.
—No se preocupen y vayan a jugar—SooJung animó un poco a los chicos.
—Será mejor que nos vayamos, noona—Shotaro jugó nervioso con sus manos.
—Oh, no, chicos, por favor quédense—pidió su padre.
Esta vez, todos se negaron amablemente y los Jung asintieron algo tristes.
YunHo junto a SungChan llevaron a JiSung y a Chenle, mientras SooJung llevaba a YangYang y Shotaro.
—Noona, ¿Crees que hyung nos odie ahora?
SooJung miró por el retrovisor a Shotaro y negó.
—YoonOh los quiere mucho y tal vez no estaba de humor para tolerar una broma, pero verán que se le pasará.
Los menores asintieron y no preguntaron nada más.
Luego de dejar a Shotaro en su casa, el trayecto se puso algo incómodo.
—Liu YangYang, hemos llegado a tu destino—SooJung aparcó el auto.
—Gra-gracias.
—No hay de qué.
—Noona.
—¿Sí?
—T-tú... —tragó saliva con pesadez—. Tú dijiste que... Que... —suspiró y bajó el tono de su voz—. Me debes un premio.
—¡Oh! —rio—. La verdad no pensaba dártelo, pero ya que, YoonOh se molestó, al menos que valga la pena, ¿no lo crees?
YangYang asintió.
SooJung se acercó a él y depositó un tierno beso en su frente, uno más en su nariz y otro en su mejilla.
—¿Feliz?
—No del todo, pero algo es algo—rio.
—Te dejaré decirle a JongIn que te besé—se encogió de hombros—. Puedes inventarte en donde y cuantos.
—Sí—susurró victorioso, bajó del auto y corrió a casa.
YoonOh llegó a casa luego de la una de la una de la mañana. Entró sigilosamente, pero su padre ya lo esperaba en la sala.
—No importa cuán enojado estés, tienes que avisar que estás bien y que volverás tarde a casa.
—Lo siento—miró al suelo.
—Sabes que nunca me he metido en su vida, pero quisiera saber ¿Por qué te llama un niño?
YoonOh guardó silencio.
—Te hice una pregunta, YoonOh.
Su hijo se acercó a él y entre lágrimas lo abrazó para pedirle perdón.
—¿Qué sucede? —recibió el abrazo confundido.
—Y-yo les fallé a todos. Le fallé a Chan.
—Hijo, ¿qué pasó? —acarició su espalda.
—Hice algo malo, papá. No creo que me perdonen.
—YoonOh, dime qué pasa, por favor.
—Y-yo he estado viendo al señor Lee. He estado viendo al padre biológico de SungChan desde que fui a verlo por primera vez—sollozó más fuerte.
YunHo no quería decirlo, pero sí se sentía traicionado.
—¡Chan! —escucharon la voz de SooJung quien venía corriendo detrás de SungChan.
—¿Qué dijiste?
—Suban a sus habitaciones—pidió su padre.
SungChan negó.
—¿Que dijiste, hyung?
—Chan... —su labio tembló—. Perdóname.
—Solo te pedí una cosa—golpeó la mesita que estaba cerca de él—. Solo una cosa—habló con la voz quebrada.
—Perdóname.
—¡Es mi padre biológico, no el tuyo! —suspiró—. ¡No tenías derecho de ir a verlo y hablarle de mí!
—No hemos hablado de ti. Lo juro.
—Eso no cambia el hecho que sigues en contacto con él.
—Lo lamento tanto—sollozó—, pero todo se me salió de control.
—Supongo que no le dijiste que no quiero verlo nunca más.
YoonOh negó avergonzado.
—¡Eres el peor hermano del mundo!
—¡Es el mejor hermano del mundo, idiota! —SooJung intervinó.
—¡Seguramente tú sabías y por eso lo defiendes! ¡Son los peores hermanos del mundo!
—¡SooJung ha hecho mucho por esta familia y no solo como hermana!
—¡Un error no lo define! —escupió SooJung tratando de golpear a su hermano menor.
—¡Ustedes!, ¡Bola de animales! —aplaudió con fuerza haciendo que sus hijos le prestaran atención—. Los tres se van a callar y solo hablarán cuando les de permiso, ¿De acuerdo?
Todos asintieron con la cabeza.
—Como veo las cosas, YoonOh no es un mal hermano por haber hecho algo así. SooJung ya lo dijo, "un error no lo define", pero SungChan tienes razón en molestarte porque de una manera de traicionó. YoonOh, por favor cuéntanos cómo fue que las cosas se te salieron de control.
YoonOh suspiró con fuerza y comenzó a contarles todo con detalle.
—¿Es mi culpa no querer ser un mal ser humano?
—No seas ridículo—su padre rodó los ojos.
Se quedaron en silencio un buen rato tratando de asimilar lo que YoonOh les había dicho.
—No niego que YoonOh te traicionó al seguir en contacto con el señor Lee, pero movió la vida de ese hombre y no puede solo irse así, Chan.
—¿Por eso me preguntaste si lo había reconsiderado?
YoonOh asintió.
—Debí decírtelo, perdón.
De nuevo un incómodo y largo silencio se hizo presente.
SungChan se puso de pie y caminó hacia las escaleras.
—De hecho, ya estaba reconsiderándolo.
Todos abrieron los ojos de par en par.
—Claro, si no te molesta, papá.
—Lo que quieras hacer, está bien, hijo—le sonrió.
A pesar de que las cosas se habían aclarado, YoonOh se seguía sintiendo como una basura.
🌹🌹
YoonOh, deshonrado tú, deshonrada tu vaca!
Actualicé tan temprano que se me hace raro XD
Nos estamos leyendo uwu