Jugando con una tramposa #3 ♧...

Par LoveandRainbows15

11.4K 948 52

Lauren aprendió desde pequeña a desenvolverse en los barrios bajos de Londres. Ahora que sus hermanas se han... Plus

1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
14
15
16

13

628 51 4
Par LoveandRainbows15

A la mañana siguiente, Lauren se escondió debajo de las sábanas dispuesta a desaparecer para el mundo. Aún recordaba todas y cada una de las licenciosas caricias que Camila y ella se habían dedicado bajo ellas, y el sonrojo subía a su pálido rostro cuando rememoraba cada una de las posturas en las que el infame Diablo la había tomado.

Un fuerte cuerpo desnudo rozó el suyo con sensualidad mientras una tentadora voz susurraba propuestas pecaminosas a sus inocentes oídos:

-Cariño, por mucho que intentes esconderte, no puedes huir de lo ocurrido. Además, todavía queda alguna que otra postura que me faltó por mostrarte: la balanza, la posición de la luna, el columpio, el yunque...

-¡Oh, por Dios, Camila, cállate! -interrumpió furiosa Lauren, golpeándola con la almohada y agarrando bruscamente las sábanas para cubrir su desnudez.

-¡No me digas que te avergüenzas de lo ocurrido! No tienes por qué, después de todo, vamos a casarnos.

-¿En qué momento de la pasada noche accedí a tu petición? Porque, que yo recuerde, eso no sucedió -declaró ella, bastante molesta por la certeza de Camila en su afirmación.

En unos segundos, la apasionada amante de la noche anterior se convirtió en el intrigante Diablo a la que todos conocían cuando la aprisionó bajo su cuerpo exigiéndole una respuesta.

-Ayer me dijiste que me amabas, y como yo estoy loca por ti, creo que lo mejor es que nos casemos para que nuestros numerosos hijos tengan un digno nombre.

-¿Hijos...? -preguntó Lauren, aún desorientada a esas horas de la mañana.

-Sí, ya sabes que lo que hemos hecho acarrea consecuencias. ¡Y, créeme, después de la pasada noche, las posibilidades de un embarazo son bastante elevadas!

-¡Querías atraparme para que no pudiera negarme ante tu propuesta de matrimonio! -gritó ella indignada, forcejeando con el encierro de los brazos de Camila.

-Si mal no recuerdo, fui yo quien negó tus avances en más de una ocasión, intentando ser honrada, hasta que tú me confesaste que me amabas y mi honradez se fue a pique.

-¡Me niego a casarme contigo! -afirmó con rotundidad Lauren, privándola de la miel de sus labios cuando Camila intentó besarla.

-¿Por qué? -preguntó finalmente ella, exasperada.

-Porque tú no me quieres, y yo solamente quiero casarme con una persona igual que las parejas de mis hermanas: una persona que lo dé todo por la mujer a la que ama.

-Recapitulemos: me enfrento a una multitud de hombres por ti, te presto una fortuna, te meto en esta escandalosa partida cuando lo más fácil para todos sería que te casaras directamente conmigo, y, por si fuera poco, te encubro ante toda tu familia arriesgándome a que la ira de dos temidas nobles recaiga sobre mí... ¡Y encima te atreves a decirme que no te amo! -exclamó enfurecida el Diablo, levantándose del lecho y comenzando a buscar sus ropas, esparcidas despreocupadamente por la habitación.

-Todo lo que has hecho por mí son hechos escandalosos que, según tu reputación, habrías llevado a cabo por cualquier otra dama de la que estuvieras encaprichado, así que eso no me demuestra que estés enamorada de mí -se enfrentó a ella Lauren desde la cama.

-¡Bien! ¡Así que, según tú, sólo eres un capricho para mí! ¡Y, como soy tan honorable, lo que he hecho por ti lo habría hecho por cualquiera! -declaró ofendida Camila mientras vestía sin vergüenza alguna su desnudo y tentador cuerpo.

-Sí, eso es lo que creo.

-Bien, entonces dime, amor mío, ¿cómo te demuestro que lo que siento es verdadero, si hasta ahora nada de lo que he hecho ha servido para que cambies tu idea sobre mí y, por lo visto, mis palabras no te bastan? -exigió Camila enardecida, terminando de arreglar su impecable apariencia.

-No lo sé -confesó Lauren confusa desde el lecho.

-¡Perfecto! ¡Pues te agradecería mucho que me avisaras cuando hayas encontrado esa acción tan sublime que, según tú, demuestre a tus recelosos ojos sin asomo de duda que te amo! -rugió enfurecida el Diablo, saliendo bruscamente de la habitación para dirigir su cólera hacia la indecente partida, en la que arrasaría con todos para ganar la mano de esa ingrata tramposa que sólo a ella le pertenecía.

* * *

-Hola, Jessica, ¿cómo se encuentra mi adorable hermana pequeña? ¿Está ya mejor de su enfermedad o sigue aún convaleciente en su lecho? -preguntó Lena, la peligrosa pelirroja, mientras entraba en la mansión de lady Thirlwall avasallando a su paso a cualquiera que le impidiera ver a su querida Lauren.

-¡Será mejor que no entres! Su enfermedad es bastante contagiosa. Incluso yo comienzo a tener algún que otro síntoma -advirtió Jessica mientras comenzaba a toser escandalosamente sobre su inesperada visita.

-¡Tonterías! He venido a cuidar de ella. Kara tenía que venir a la ciudad por algún asunto de negocios, por lo que así hemos matado dos pájaros de un tiro - concluyó Lena, apartando despreocupadamente a un lado su rebelde masa de rizos pelirrojos.

-Pero ¿y Lorelai? ¡Piensa en ella! Con tan sólo un año y medio, es demasiado pequeña y podría contagiarse...

-Por eso se ha quedado con mi suegro y su centenar de criados en su casa de campo -explicó Lena, apartando a Jessica de su camino.

-Pero ¿y si te contagias tú? ¡No habrá nadie que pueda cuidar a tu pequeña!

-¡No digas tonterías, Jessica! Si me pongo mala, me quedaré en cama junto a Lauren y Lorelai siempre tendrá a su otra madre, a su abuelo y a un montón de criados que cuidarán de ella mientras yo me repongo.

-Pero no hay nada como el amor de una madre y... -declaró Jessica, interponiéndose desesperadamente en su camino.

-Aquí está pasando algo, ¿verdad? -preguntó Lena desconfiada ante el comportamiento de su joven amiga.

-¡No! ¿Cómo se te ocurre eso? ¡Aquí no está pasando nada! ¡Nada en absoluto! -negó la joven con demasiada rapidez.

-Jessica..., nunca has sido demasiado buena a la hora de engañar a ingenuo alguno, ¿qué te hace pensar que puedes hacerlo con una embaucadora como yo? - preguntó ella, dispuesta a saber lo que estaba sucediendo.

-¡No ocurre nada, Lena, pero tal vez sería mejor que volvieras en otro momento y...!

-¡Perrie, ven aquí ahora mismo! -gritó la joven, impidiendo a Jessica proseguir con sus titubeantes excusas.

Una exuberante rubia de hermosos cabellos rizados y sublimes ojos verdes que mostraba un avanzado embarazo bajó corriendo ágilmente la escalera desde la planta superior en el momento en que oyó los gritos de su querida hermana. Su amorosa esposa corría detrás de ella, sin duda reprendiéndola una vez más por hacer algo arriesgado.

-¡Perrie, no corras! -rugió lady Jade Thirlwall, más conocida como Lady Dragón, cuya orden acabó siendo ignorada por su escurridiza esposa.

Los hermosos ojos verdes de Perrie, característicos de las hermanas Withler, miraron exasperados a su esposa.

-¡Oh, Jade! ¡Déjame en paz de una maldita vez! ¡Estoy embarazada, no inválida!

Cuando la condesa de Cousland llegó al recibidor, donde se hallaba su hermana Lena, una ingeniosa Jessica intentaba escabullirse de la mansión por la puerta principal.

-¡No des ni un paso más! -le advirtió Perrie mientras juzgaba lo que estaba ocurriendo en esos instantes-. Jade, aquí sucede algo y tu hermana está implicada -declaró haciéndose cargo de la situación.

Lady Dragón se interpuso entre Jessica y la salida y fulminó a su hermana con una de sus iracundas miradas.

-¿Qué haces aquí, Lena? ¿Y dónde está Lauren? -preguntó Perrie, confusa con la ausencia de su hermana pequeña.

-¿Cómo que «Dónde está Lauren »? ¡Lauren está aquí, en tu casa, y enferma, según su misiva! «En la cama, pasando una larga cuarentena». Ya sé que no debería haber venido, pero también es mi hermana y quiero cuidarla como ella haría conmigo.

-Pero ¿Lauren no estaba contigo en tu casa de campo? Me mandó un recado rogándome que no fuera para que no me contagiara, ya que en mi estado es muy peligroso... -explicó Perrie, sorprendida por las respuestas de su hermana.

-¡Jessica, ¿dónde está Lauren?! -gritaron las hermanas Withler, dirigiendo amenazantes miradas a su joven amiga.

-Veran..., es una historia muy larga... Lauren conoció al Diablo en una partida, la cuam se enamoró de ella y...

-No te preocupes. Hasta que venga Kara tenemos todo el tiempo del mundo -interrumpió Lena a una insegura Jessica, que comenzaba a titubear en su relato.

* * *

En la mansión de los Collins, el gran salón de baile se había convertido en una enorme casa de juego colmada de mesas de póquer, con un monumental bufet en un rincón de la estancia para las escasas paradas que los participantes hicieran entre las rondas de eliminación.

Cada uno de los jugadores había comenzado anotando su nombre en un gran libro donde se registrarían los progresos de la partida y pagando una cuantiosa señal de mil libras. El Diablo había presentado a su joven amigo a los demás jugadores, el cual había decidido probar fortuna para hacerse con una rica heredera. «Simplemente Laurence », sin título o apellido alguno, había declarado Camila cuando le preguntaron el nombre de tan curioso personaje, ya que el Diablo carecía de amigo alguno. Si los presentes se extrañaron, ninguno quiso enojar a Camila Sin con más preguntas, así que aceptaron al muchacho sin más, muy dispuestos a quedarse con su dinero al contemplar de cerca su joven e inocente rostro.

Al inicio de la partida, sesenta y cuatro hombres se reunieron en la sala midiendo a sus adversarios. El Diablo no halló rival alguno, hasta que un caballero irrumpió en la estancia y se hizo el silencio.

Dean Alistair era un jugador aventajado. Un hombre que, se había hecho a sí mismo en las mesas de juego, pero, al contrario que Camila , él sí poseía un nombre y un título que lo respaldaban. Sin embargo, al carecer de fortuna ligada a su título, Dean había decidido recuperarla en las innumerables mesas de juego en las que su fallecido padre la había perdido. En más de una ocasión había sido bien recibido en su club, pues su presencia emocionaba a los demás jugadores y les hacía aumentar sus apuestas. En ese momento, sin embargo, Camila no se alegraba de encontrárselo como rival, ya que él era el único que podía suponerle un problema a la hora de obtener su preciado premio.

Varias veces se habían medido en interminables partidas en las que a Camila cada vez le resultaba más difícil ganar. «El juego entre el bien y el mal», reían los ineptos al verlos jugar, ya que Dean Alistair, un joven de su misma edad, dotado de unos hermosos cabellos de un rubio casi blanco con unos finos rizos y cuyos ojos azules parecían ver dentro del alma, era apodado el Ángel.

Ambos contendientes se observaron en medio de la sala, sabiendo que nadie más representaría reto alguno para ellos.

-¡Vaya! Veo que hasta los ángeles son tentados por partidas tan escandalosas como ésta -hostigó Camila a su adversario.

-Vengo a ganar, así que no te interpongas en mi camino, Diablo, ¡o esta vez arrasaré contigo! -declaró Alistair ante la multitud.

-Lo siento, pero el premio ya es mío -sonrió Camila maliciosamente a su adversario, recordando la noche pasada con Lauren.

-Una bella dama, una heredera de noble cuna, nunca aceptaría a una persona como tú como su compañero. Gane o pierda esta partida, pienso encontrar a la dama y cortejarla. Después de todo, si tú llegas a ganar su mano, estoy seguro de que saldrá corriendo. Ninguna noble damisela desearía tener a un demonio como pareja -se burló Dean Alistair, animando a la concurrencia con sus carcajadas.

-No solamente pienso ganarte, lord Alistair, sino que pienso arrasarte, como tú mismo has dicho antes. Además, creo que esta heredera preferiría mil veces al Diablo, que no oculta sus defectos, antes que a un noble ocioso que en el fondo todos saben que es un lobo con disfraz de cordero -contestó airada Camila Sin.

-Beeeeeeee... -se burló jactancioso Alistair, recorriendo con tranquilidad la sala de juego hacia el libro de inscripciones, donde estampó hábilmente su firma bajo la furiosa mirada del Diablo.

-¿Quién es ése? -susurró intrigada Lauren.

-Un rival que hay que tener en cuenta -contestó distraídamente Camila sin perderlo de vista.

-¿Para ti o para mí? -cuestionó la joven en busca de respuestas.

-Para ti, un jugador problemático, pues puede ser muy peligroso y taimado. Para mí, un contrincante al que pienso desplumar a la más mínima oportunidad. Creo que ya es hora de que le dé una lección a ese gallito -anunció ella, dejando entrever en su rostro la sonrisa maliciosa por la que todos la apodaban Diablo.

* * *

-Bueno, ¡y ésa es toda la historia! Si no me equivoco, en estos instantes Lauren estará jugando la partida más escandalosa de todas en compañía del Diablo -finalizó Jessica su relato, plácidamente sentada en el despacho de su hermana, dejando a todos los presentes atónitos ante la verdad de dónde se encontraba Lauren.

-¿Cómo puedes haberla dejado ir para cometer esa locura? -exclamó Perrie.

-¡Y en compañía del Diablo! -añadió Lena.

-¿Es que no tienes cabeza? -rugió Jade dirigiéndose a su hermana.

-¡Podrías habernos advertido sobre la locura que quería hacer en vez de ocultárnoslo! -increpó Kara, la esposa de Lena y una antigua soldado que aún podía exigir obediencia con uno solo de sus gritos.

-¡Les recuerdo que no soy su niñera! -se defendió Jessica-. Y, que yo sepa, cuando a Lauren se le mete una cosa en la cabeza, no hay nadie que pueda lograr detenerla. Preferí dejarla ir con la temida Camila Sin, una mujer que parece estar enamorada de ella, a que se escapara y fuera ella sola a esa partida, donde corre peligro si alguien descubre su condición de mujer.

-En eso tienes razón, hermana: cuando a una de estas mujeres se le mete algo en la cabeza, es imposible hacerla desistir -aseveró Jade, siendo apoyado firmemente por Kara, que afirmó rotundamente.

-Me alegra mucho oír tus palabras, querida esposa -comentó Perrie con sarcasmo-. Así no te negarás cuando te informe de que yo pienso ir también a esa partida -sentenció ante la alarma de su mujer, que comenzó a oponerse con rotundidad a la vez que señalaba su avanzado estado de gestación.

-Me alegro de que tú seas más sensata -comenzó a decir Kara ante el silencio de su mujer.

-¡Ah! ¡Es que yo no pensaba informarte, Kara! Simplemente, en cuanto afile mis cuchillos, partiré hacia el lugar donde se celebra esa escandalosa partida -expuso Lena despreocupadamente.

-¿Qué diría tu hija? -la reprendió ella.

-En estos momentos, mi hija le estará repitiendo a su abuelo los obscenos insultos que le he enseñado. Si quieres, puedo hacerte una lista para que te hagas a la idea de lo que tu angelito estará diciendo en estos instantes.

-¡Lena, no metas a mi padre en esto!

-¡Pues no metas tú a mi hija en esto! ¡Lauren es mi hermana, y yo voy a ir a rescatarla! Si decides acompañarme, serás bienvenida, si no, puedes marcharte al campo con tu pedante padre -sentenció Lena sacando sus cuchillos.

Kara suspiró resignado y se sentó a la espera de que Lady Dragón tuviera mejor suerte al manejar a su esposa.

-¡No, no y no! ¡No irás y punto! -rugió una vez más Jade a su mujer.

-¡Te juro que, si no me dejas ir, me esconderé de ti lo que me queda de embarazo y no me dejaré ver hasta que el crío camine! -replicó ella.

-Tú no harías eso -repuso Jade, tremendamente alarmada.

-Después de lo que me has atosigado desde que te di la noticia de mi estado, y con lo susceptible que estoy últimamente, ¿qué te apuestas? -dijo Perrie envalentonada.

-¡De acuerdo! ¡Iremos! -se rindió finalmente el Dragón ante su dama.

-Jessica, ¿dónde se celebra la partida? -preguntó Kara, abatida por su derrota.

-Yo no lo sé, pero seguro que la hermana del Diablo lo sabe...

-¡Entonces vamos a por ella! -gritó una eufórica embarazada, señalándoles el camino con la amenazante y afilada espada que hasta ese instante había estado adornando la pared del despacho de Lady Dragón.

Continuer la Lecture

Vous Aimerez Aussi

66.7K 4.5K 35
Florencia Estrella; 17 años. Tres meses de embarazo, sin hogar, sin trabajo, sin familia y todo porque se equivocó en el amor. La única persona que e...
173K 15.4K 47
Tʀᴇs ʜᴇʀᴍᴀɴᴏs ʟᴏs ᴄᴜᴀʟᴇs ᴛᴜᴠɪᴇʀᴏɴ ᴏ̨ᴜᴇ sᴀʟɪʀ ᴀᴅᴇʟᴀɴᴛᴇ sɪɴ sᴜs ᴘᴀᴅʀᴇs.. Lᴇᴇ ᴘᴀʀᴀ sᴀʙᴇʀ ᴍᴀ́s 👀 PD: Bᴀsᴀᴅᴏ ᴇɴ Sʜᴀᴍᴇʟᴇss 😍
68.3K 7.2K 38
Juliana Valdez es doctora de emergencia , su vida no ha sido ni muy buena ni muy mala, siempre tuvo el apoyo y la ayuda de sus padres más cuando dec...
2.4M 101K 66
¿Por qué Juliana se presenta en la oficina de su ex esposa Valentina después de 10 años? Han pasado 10 años desde la última vez que se vieron, ¿los s...