Capítulo 7: Todo en la familia
Salón Samsara...
Miko, con una diadema blanca con un triángulo en la frente, se paró ante el Rey Enma, el Señor del Infierno y el propio Buda.
Enma tenía la piel roja, una gran barba y vestía un viejo traje de juez japonés.
Buda era un hombre robusto, que daba el aura de iluminación y sabiduría mientras miraba al kitsune que tenía ante él.
"Miko." Dijo Enma mientras revisaba el papeleo que documentaba su vida. "Por lo que mis trabajadores pudieron obtener, usted era un gran líder, siempre preocupado por su gente. Pero la existencia de un solo ser humano hizo que tirara todo y asesinara a su nieto por nacer".
"Sí señor, lo hice." Miko respondió, su rostro permanecía ilegible.
"Dice que su madre Marco, su hermano Lu-ten y su esposo Yoshimaru también han fallecido". Dijo Enma, hojeando algunos papeles. "Vinieron por aquí hace años y fueron enviados a las Tierras Puras en el Reino de Dios".
Miko asintió.
"Pero, con todo lo que hiciste, ¿adónde crees que irás?" Buda preguntó mientras miraba a Miko.
"Creo que iré al Reino del Infierno". Miko respondió mientras sonreía. "Tomé la vida inocente de un niño, traté de matar al prometido de mi hija, y todo por mi odio por los humanos. Entonces, dada esa evidencia, no merezco una vida pacífica en el más allá".
Enma y Buddha se miraron el uno al otro.
"Puede que hayas cometido asesinatos en muchas ocasiones, pero la mayoría fueron en defensa de tu pueblo". Buda declaró mientras se ponía la mano en la barbilla. "Aquí es donde entra en juego tu naturaleza, porque complaciste tu instinto de odiar a los humanos, te estamos sentenciando a cien en el Reino Animal, y si eres redimido, las Tierras Puras estarán abiertas para ti".
Enma aplaudió y un portal al Reino Animal se abrió detrás de Miko.
Se volvió y respiró hondo.
"Ustedes dos son generosos." Miko respondió respetuosamente mientras entraba al Reino Animal, perdiendo forma humana, convirtiéndose en un zorro con una conciencia primitiva.
Se convirtió en el animal que era en vida.
Mientras tanto, Kyoto ...
Fue una mañana muy fría en todas las islas de Japón.
Principalmente concentrados en Kioto cuando bajaron a la ex emperatriz Miko a su tumba junto a Yoshimaru, su esposo.
Izo había sido enterrado poco antes, su esposa e hijos lamentaban su muerte junto con la de Miko.
Junto a la tumba había un arreglo floral y una pintura de Miko sentada majestuosamente en su trono.
Iroh, Tamamo (usando muletas), Naruto asistieron con Adrian, Hilda, Vlad y Lisa, la esposa humana de Vlad.
Una gran cantidad de yokai asistieron mientras veían cómo enterraban a su ex emperatriz, su nueva emperatriz sostenía la mano de Naruto con fuerza.
Después de colocar la última cantidad de tierra, todos colocaron una flor junto al retrato de Miko.
Cuando el yokai se fue, Naruto y la familia de Adrian se quedaron atrás, siendo los últimos en colocar sus flores.
Tamamo, con la ayuda de Naruto, colocó su flor antes de que Naruto colocara la suya junto a la de ella.
Iroh, Adrian, Vlad, Hilda y Lisa colocaron sus flores después.
"Abuelo..." preguntó Naruto mientras sostenía a su prometido cerca con un brazo. "No tengo ni un solo buen recuerdo de Miko, sin embargo, aquí estoy ante su tumba, y no siento nada. No estoy triste, ni estoy feliz de que ella se haya ido. ¿Eso me convierte en un monstruo? "
Iroh cerró los ojos para pensar.
"No, Naruto." Vlad dijo, acercándose al joven. "No te convierte en un monstruo. Solo significa que eres neutral, mientras que, como dijiste, no sientes nada, todo lo que puedes hacer es estar ahí para aquellos que te necesitan".
Naruto miró a su abuelo y prometido.
"Entiendo." Naruto respondió con una ligera reverencia. "Gracias, Vlad."
Vlad abrazó a Lisa y sonrió.
"No fue nada." Vlad respondió mientras se giraba con Lisa. "Nos despediremos. Adrian, Hilda, ¿vienes?"
"No, creo que nos quedaremos aquí un tiempo". Adrian dijo mientras Hilda asentía.
"Nos necesitan aquí". Hilda respondió mientras miraba a Tamamo. "Proporcionaré atención médica".
"Oh, eres una niña tan dulce, Hilda." Lisa dijo mientras abrazaba a su nuera. "Está bien, esperaremos su regreso."
Con eso, Vlad y Lisa regresaron a Valaquia en una nube de magia.
Los cinco regresaron a la ciudad, todos pudieron ver la tristeza en el corazón de los ciudadanos.
"Sé lo que les hará animarse". Iroh dijo mientras veía a su gente abrir sus tiendas y negocios mientras los niños iban a la escuela.
Se volvió hacia Tamamo, quien se secó los ojos.
"¿Sí, abuelo?" Ella preguntó.
Los cuatro jóvenes vieron como Iroh sacaba el alfiler del Loto Blanco.
"Oh, ¿vas a recuperar el trono?" Tamamo preguntó, con una sonrisa en su rostro. "Eso es increíble..."
"No regresaré al trono". Iroh interrumpió con una risita mientras se acercaba y colocaba el broche en el kimono de su nieta. "Felicitaciones, Emperatriz Tamamo."
Naruto, Hilda y Adrian sonrieron de felicitación y felicidad mientras Tamamo se cubría la boca con las manos, los ojos llorosos.
"Pero ... pero no puedo ..." tartamudeó Tamamo antes de que Iroh levantara la mano.
"Estoy seguro de que estás lista, querida." Iroh dijo con su sonrisa sin vacilar.
Tamamo tocó el alfiler del Loto Blanco y lo aceptó.
"Gracias, abuelo." Tamamo agradeció mientras se inclinaba.
"No es necesario, Emperatriz Tamamo." Bromeó Iroh, haciendo un puchero de su nieta.
Tamamo se cruzó de brazos mientras resoplaba.
"Estoy tan orgulloso de ti, Tama." Dijo Naruto mientras la rodeaba con sus brazos.
Tamamo sonrió y lo besó.
"Ahora, si tan solo pudiéramos..." Comenzó a decir mientras se frotaba el vientre.
Naruto pudo ver esto, y tocó sus frentes juntos mientras ella envolvía su cola alrededor de su cintura.
Esa noche, prisión ...
"Hm, ¿qué quieres, humano?" Preguntó Ozai mientras levantaba la vista de su celda.
Naruto estaba fuera de su celda, sosteniendo una linterna.
"Ozai, tengo algunas preguntas para ti." Naruto declaró sin miedo.
Ozai se rió entre dientes.
"¿Y por qué debería responder? Quiero decir, tu pequeña puta va a ser nuestra emperatriz, así que no tengo nada que decirte". Dijo Ozai, con los ojos cerrados mientras despedía a Naruto.
"¿Por qué Miko odiaba a los humanos?" Naruto le preguntó a Ozai.
Ozai no respondió, pero Naruto pudo ver por su lenguaje corporal que le intrigaba.
"Oh, eso. Bueno, ya conoces la respuesta". Ozai respondió mientras se enfrentaba a Naruto con una sonrisa siniestra. "Iroh le enseñó a odiar a los humanos."
Naruto no lo demostró, pero se sorprendió al escuchar eso.
"Iroh se crió en la guerra, los humanos continuaron viniendo y matándonos, alegando que eran exorcistas que protegían a los espíritus malignos, pero eso no siempre fue cierto". Continuó Ozai. "Iroh vio la brutalidad de los humanos, así que cuando creció y se convirtió en emperador, se defendió".
"Eso no me dice nada." Respondió Naruto. "El ciclo del odio ha estado sucediendo durante siglos, así que esa no es una respuesta concreta".
Ozai se rió entre dientes.
"No he terminado, chico." Ozai recordó. "Ahora, Iroh obviamente tenía una familia propia. Su esposa, Marco, su hijo Lu-ten y su hija Miko. Los amaba a todos profundamente, pero hay algo que probablemente estás pensando. '¿Qué pasó con la esposa de Iroh? ', ¿estoy en lo cierto? "
Naruto asintió.
Iroh nunca, en toda su vida, había mencionado nada sobre su esposa.
"Iroh estaba de viaje de negocios cuando Marco se puso de parto con Miko." Dijo Ozai, la llama de las linternas rebotando en su rostro. "En el momento en que comenzó a sentir sus dolores de parto, los humanos atacaron y tuvo que luchar mientras sostenía a un niño en su útero para que no naciera con chakra. La tensión la mató una vez que terminó la batalla".
Los ojos de Naruto estaban muy abiertos y su rostro se estiró en un rostro en blanco y dolorido para ocultar su sorpresa.
"Supongo que esto es lo que jodió mentalmente a Miko hasta el punto de dañar a su propia hija de la forma en que lo hizo..." declaró Ozai antes de que Naruto le agarrara la garganta, que estaba recolectando energía de la naturaleza y entrando en modo sabio.
"Estás enfermo, Ozai." Dijo Naruto enojado.
Ozai se rió en la cara de Naruto, haciendo que Naruto apretara más fuerte.
"Ja, adelante, mátame chico. Nada de lo que hagas puede detener el ciclo del odio, porque mientras haya diferentes razas, ¡nadie se entenderá y estará en paz!" Ozai gritó antes de que Naruto lo soltara.
"No soy como tú, Ozai." Dijo Naruto enojado mientras se giraba para irse. "No me complace matar gente".
Ozai se rió cuando Naruto salió de la prisión y regresó a casa, abriendo una botella de sake mientras Tamamo dormía y se iba al jardín a beber.
Iroh caminó por el recinto, encontrando a Naruto solo.
Iroh vio la expresión sombría en el rostro de Naruto.
"Naruto, ¿qué pasa?" Preguntó Iroh mientras se acercaba a su nieto y se sentaba.
Naruto dejó la botella y juntó las manos, tratando de pensar qué decir.
"Abuelo. ¿Puedo preguntarte algo personal?" Preguntó Naruto, sus manos presionando contra su barbilla.
"Claro, ¿qué es?" Preguntó Iroh mientras tomaba la botella y comenzaba a beber de ella.
"¿La abuela Marco murió mientras daba a luz a Miko?" Preguntó Naruto, haciendo que Iroh escupiera su sake de su boca con los ojos muy abiertos mientras tosía, golpeándose el pecho un par de veces.
"¿Dónde escuchaste ese nombre?" Preguntó Iroh, sabiendo que nunca antes le había mencionado a su esposa a Naruto.
"Ozai me lo dijo." Naruto murmuró avergonzado.
Iroh suspiró mientras dejaba la botella y miraba al techo.
"¿También te dijo por qué falleció Marco?" Preguntó Iroh.
"Por los humanos atacando mientras no estabas, haciéndola pelear mientras estaba de parto". Respondió Naruto.
"Sí, eso es exactamente lo que pasó." Dijo Iroh. "Odio a esos hombres por lo que hicieron, pero solo a ellos. Los perseguí y los maté con mis propias manos, pero después me sentí vacío. No gané nada con sus muertes. Marco no regresó y ahora tenía criar a dos hijos solo. Creo que por eso yo mismo perdí la voluntad de ser emperador después de la muerte de Lu-ten. Perdí mucho, pero también después de ver que estaba haciendo lo mismo con mis enemigos ".
"El ciclo del odio". Dijo Naruto. "Pero eso no tiene sentido. ¿Tu corazón se debilitó por la muerte de la abuela, y luego destrozó tu resolución por completo cuando Lu-ten murió?"
"Si." Iroh respondió mientras cerraba los ojos. "Pero también crié a mis hijos para que odien a los humanos. Lu-ten era joven, así que lo absorbió por el hecho de que yo era rencoroso. Miko, ella debe haberse ganado su odio por la muerte de su madre, y luego la muerte de Yoshimaru la envió sobre el borde."
Hubo un silencio entre Iroh y Naruto.
"¿Todavía odias a los humanos?" Preguntó Naruto mientras miraba a Iroh.
"No, porque los humanos que odio ya están muertos." Iroh respondió. "Los odio, no a la humanidad en su conjunto. Además ..."
Tiró de Naruto para agarrarlo con fuerza y se revolvió el cabello.
"Te adopté, ¿no?" Preguntó mientras miraba a Naruto.
"Sí, lo hiciste. Nunca podré agradecerte lo suficiente, abuelo". Dijo Naruto mientras abrazaba a Iroh.
Tres días después...
La totalidad del distrito Yokai de Kioto se encontraba fuera del nuevo complejo, que tenía una torre y un templo construidos.
"Muy bien todos, por favor entren de manera ordenada, por favor, no empujen". Dijo un guardia mientras abría la puerta.
Tamamo e Iroh vieron a la gente entrar desde arriba en la torre.
"Tanta gente." Tamamo dijo nerviosamente.
Llevaba un elegante kimono y tenía el cabello recogido al estilo tradicional con largas horquillas que lo sujetaban. en su pecho estaba el alfiler del Loto Blanco.
Iroh vestía una armadura ceremonial.
"Lo sé, pero estarás bien." Dijo Iroh cuando entraron las últimas docenas de personas. "Es la hora del espectáculo".
Tamamo e Iroh caminaron hasta la parte inferior de la torre, con Iroh saliendo mientras Tamamo se quedó adentro.
"Ciudadanos de Kyoto". Iroh declaró mientras una vez más se encontraba ante ellos como un emperador. "Hace tres días, honramos a la emperatriz Miko con su entierro. Aunque es posible que la hayamos perdido, no hemos perdido el liderazgo".
Esto animó a muchos ciudadanos, las generaciones mayores esperaban que Iroh volviera a tomar el trono.
"Hoy, es un gran placer presentarles a ustedes, su nuevo líder..." dijo Iroh mientras se hacía a un lado, la puerta se abrió de nuevo y reveló a Tamamo, muchos jadeando al verla a ella y al Loto Blanco. "Emperatriz Tamamo".
Tamamo recibió vítores que resonaron en la línea.
Podía sentir a todos los ciudadanos en el nuevo recinto real celebrando.
Naruto, mientras tanto, estaba fuera del capitolio y se adentraba en el bosque al lado de un acantilado.
Una vez lo suficientemente profundo, reunió su modo sabio e hizo el Rasengan en una mano.
Sé que recuerdo que era viento. Pensó Naruto mientras convocó a un clon. "Puedo crear el Rasengan, pero puedo hacerlo como el shuriken".
Su clon sostuvo sus manos sobre el chakra en espiral, tratando de darle forma al chakra en el shuriken mientras Naruto ponía su mano izquierda sobre las manos del clon para agregar el elemento viento.
El Rasengan giró en espiral e implosionó, reventando el clon y enormes agujeros en las palmas de Naruto.
"¡MIERDA!" Naruto gritó de agonía mientras aplicaba presión en su mano para tratar de detener el sangrado.
El dolor disminuyó rápidamente, sorprendentemente.
Naruto hizo una mueca mientras se arrancaba dos tiras largas de su ropa y las envolvía alrededor de sus manos.
'Mierda.' Pensó Naruto mientras se sentaba al borde del acantilado, mirando hacia el capitolio.
Contempló su casa y se llevó las manos a los ojos, haciendo un rectángulo con los dedos índice y pulgar.
Es lo suficientemente pequeño como para caber en mi mano. Pensó Naruto mientras miraba a Kyoto. "Pero pronto, espero que podamos expandirnos más".
Una imagen de una aldea apareció mientras se perdía en sus pensamientos.
Era grande y tenía una pared que lo rodeaba, y en el acantilado de la parte posterior había cinco caras talladas en él.
'Hm, eso sería algo.' Pensó Naruto mientras sonreía felizmente.
Se apoyó en sus manos mientras contemplaba el paisaje y no sintió ningún dolor.
Espera, esto no parece correcto. Pensó Naruto mientras se quitaba las vendas de las manos.
Se miró el dorso de las manos y vio que estaban curadas.
'De ninguna manera.' Naruto pensó mientras miraba sus palmas, sus ojos se abrieron en confusión y sorpresa.
A su mano izquierda había una luna creciente negra.
A su mano derecha había un sol blanco.
Naruto parpadeó y se fueron.
"Hm, debe haber sido mi imaginación." Pensó Naruto mientras tocaba sus manos. Pero de alguna manera curé mis heridas.
Se encogió de hombros, tomándolo como una bendición porque ahora sus manos no le dolían.
'Regresaré más tarde después de hablar con el abuelo sobre la forma de los chakras y la forma de los chakras ... ¿cómo sé esos términos?' Pensó Naruto mientras se levantaba.
Sacudió la cabeza.
Debo haberlo oído de alguien. Naruto se encogió de hombros mientras miraba hacia el acantilado.
Naruto saltó y sintió el aire empujar contra su cuerpo mientras ganaba velocidad. Agarró una rama de árbol fuerte y se giró un par de veces antes de soltarse, aterrizando en un árbol cercano y continuando su salto de árbol.
Respiró hondo, oliendo el aroma de la tierra y los árboles mientras esquivaba las ramas mientras se movía.
'Amo mi hogar.' Pensó Naruto mientras aterrizaba en un árbol particularmente grande. No lo cambiaría por nada.
Poco a poco se dirigió a casa y fue recibido por su prometido y su abuelo.
Skip, Valaquia ...
Naruto, Tamamo e Hilda estaban junto a Lisa, que sonreía con orgullo mientras veían a Vlad enfrentarse a su consejo de vampiros.
"Amigos míos," dijo Vlad mientras permanecía de pie mientras el resto de ellos se sentaban. "Es hora de que haga un cierto anuncio".
Los vampiros susurraron entre ellos, preguntándose qué iba a decir su líder.
"Me estoy haciendo mayor y cada año siento que me debilito". Vlad admitió. "Entonces, le cederé mi puesto y título a mi hijo, Adrian 'Alucard' Tepes".
Adrian apareció detrás de su padre, con la espada en la cadera mientras estaba de pie ante el consejo.
"Pero mi señor, él no es un verdadero vampiro de sangre". Un vampiro llamado Carmella dijo con disgusto oculto. "¿Cómo podemos estar seguros de que es capaz de guiarnos?"
Adrian no dijo nada mientras su espada se desenvainaba mágicamente, cortó el aire y se detuvo a un centímetro de la nariz de Carmella.
"¿Es esto suficiente prueba?" Adrian preguntó con frialdad.
"Lo siento, Lord Adrian." Carmella se disculpó.
Adrian suspiró al recordar su espada en su vaina.
"No hay problema, Carmella, pero no olvides que esa fue tu única advertencia". Adrian dijo mientras tomaba asiento, sin notar la mirada enojada que Carmella le dio.
Un mes despues...
"Puede besar a la novia." Dijo el monje, sonriendo mientras Naruto y Tamamo se besaban, vistiendo el traje de boda tradicional japonés mientras los amigos, la familia y los ciudadanos de Kioto vitoreaban porque su Emperatriz ahora estaba casada.
Adrian e Hilda aplaudieron más fuerte junto a Iroh, quien lloraba felizmente mientras su familia restante encontraba la felicidad juntos.
Naruto y Tamamo caminaron por el pasillo y al final, Tamamo levantó el ramo.
Muchas mujeres se prepararon para atraparlo, y cuando Tamamo lo arrojó, y una niña Kappa lo atrapó.
Naruto y Tamamo se rieron mientras la kappa corría hacia Domamaru y le besaba en la mejilla.
"Parece que será el próximo en casarse". Naruto rió.
Tamamo no dijo nada mientras lo abrazaba, feliz de tener finalmente su anillo en su dedo.
"Vamos, vamos a buscar un poco del pastel que trajo Adrian." Tamamo dijo mientras arrastraba a su esposo hacia el pastel.
Después de varias horas, Naruto se sentó junto a Iroh.
"Estoy tan orgulloso de ti, Naruto." Dijo Iroh mientras pellizcaba la mejilla de Naruto.
"Abuelo, tengo veintidós, no me trates como a un niño". Dijo Naruto mientras apartaba la mano de Iroh.
"¿Oh enserio?" Preguntó Iroh mientras burlaba a Naruto.
"¡OYE!" Naruto gritó, tocando el brazo de Iroh.
Iroh se rió mientras soltaba a Naruto y se levantaba.
"¡VAMOS DE FIESTA!" Iroh gritó mientras tomaba más sake.
Naruto suspiró.
'El abuelo está tan feliz como siempre'. Pensó Naruto mientras se rascaba la cabeza antes de que Tamamo apareciera detrás de él.
"Naru, vamos. Vamos a bailar." Lo instó Tamamo con una brillante sonrisa mientras lo llevaba a la pista de baile.
Mientras esta alegría continuaba, Ophis (que llevaba un kimono, zapatos geta y tenía el pelo recogido en coletas gemelas) flotaba sobre el pasillo, usando magia para ver el interior.
"Ashura, estoy feliz de que estés casada". Ophis pensó mientras flotaba, viendo diferentes ángulos de Naruto y Tamamo bailando, Adrian e Hilda bailando, Lisa cuidando a Vlad e Iroh borrachos. 'Puede que hayas sido criado en un mundo cruel, un humano entre los yokai, pero eres fuerte, hijo mío'.
Ophis sonrió.
No uno que fuera solo una expresión facial vacía.
Pero una sonrisa seriamente feliz que tendría una madre el día de la boda de su hijo.
Flotó hacia abajo, sus pies tocando el suelo antes de la puerta.
Ophis levantó la mano para entrar al edificio, pero se detuvo.
No, no está bien. Ophis pensó, su sonrisa volviendo a su falsa fachada. "Es el día más feliz de su vida, ¿por qué debería arruinarlo?"
Ophis se alejó tristemente de la puerta, sin querer ser quien la arruinara.
Levantó el brazo y lo movió en un movimiento circular ante ella mientras desaparecía de Kyoto.
Justo cuando la parte restante de su cuerpo desapareció, una gran explosión estalló y golpeó la barrera que rodeaba Kyoto, sacudiendo a toda la ciudad.
"¿Que esta pasando?" Iroh gritó mientras él y Vlad recuperaban la sobriedad rápidamente.
"¡Lady Tamamo, Lord Iroh!" un guardia gritó mientras tenía un sello de comunicación en su oído. "Son las tres facciones. ¡Están en guerra!"
Capítulo 7, ¡HECHO!