Las miradas en las personas que permanecían en la sala eran de rareza, pues ¿por que mostrarían a esa persona sino tenia nada que ver en lo que a los chicos respecta?, sin embargo esa toma en la que acaricia uno de los pétalos de la flor, ¿será que también esta buscando de ellas, tal vez, pero ¿para que?.
Un silencio se formo en la sala cuando la pantalla se apago por unos segundos.
— are, are, no creo que sea para tanto — murmuro para si misma damahoar, sin embargo ella sabia quien era y la personas que en la sala se encontraban, no.
La pantalla volvió a encenderse y una nublosa se poso en ella como un fino manto de neblina, la cual fue desapareciendo poco a poco dejando ver a un hombre un tanto grotesco quien alzó un basó de licor en la mano y tomo de el.
— entonces no funciono — murmuró un tanto gélido, del otro lado de la mesa un nombre menos robusto asintió.
— malditos ninjas de konoha — murmuro.
Los ojos de los presentes se abrieron un poco ¿Qué había pasado, por que mostraban a ese hombre?, del lado se los akatsuki se preguntaban lo mismo, a excepción de unos que se preguntaban si esta ves también verían algo de acción.
Pero, ¿no que esto era solo para relajarlos?.
Aunque comparándolo con lo anterior, si llegaba a ser menos sádico.
Un cuchillo se poso en el cuello del hombre, detrás de el una persona se mantenía de pie. El que estaba al frente de el dio un paso a tras.
— ¿causando problemas?, ¿no tienes suficiente todavía?— siseo una voz particular mente ronca— lastima por ustedes, pero tendré que intervenir.
No lo contuvo, no pudo asarlo.
— ¡¿pero que es lo que esta pasando?! — grito un tanto exasperado el rubio de ojos azules.
Bien, que el abecés no entendía las cosas del todo, pero tenían que admitir que tampoco ellos entendían lo que pasaba.
La mirada de la hokage bolo a don de la diosa se encontraba. Ella suspiro sabiendo que querían alguna explicación, mas no dijo mucho.
— se me había olvidado que eso salía hay, pero a mi favor no es tan tenso, quizá confuso — murmuro para luego hacer que la pantalla siguiera andando.
— ...tu...tu e..eres — murmuraba incoherencias el mas delgado, quien paro y miro hacia abajo, su pierna era sutilmente apretada por una serpiente total mente blanca, los ojos naranja de ella estaban puestos en el.
"Maldición, ¿Cómo nos encontró? ¿tan pronto lo hizo?"
Los pensamientos que se escucharon del que mantenía el kunai en el cuello, causo que algunos pronunciaran a un mas el ceño.
— habrá, alguna pelea interna entre personas fuera de la aldea— murmuro el nara, sabiendo de antemano, por la pinta de esos dos, que eran renegados — o una cuenta sin pagar — el pensaba para si mismo, la diosa había dicho que se había colado esa información por lo tanto era algo que no estaba relacionado con la aparición de los chicos al principio, sin embargo quizá si con la rara enfermedad que de pronto surgió en la konoha del futuro.
Shikamaru no era el único con ese pensamiento. Otros también tenían una idea parecida.
Jiraiya miro de reojo a orochimaru, se había dado de cuenta de lo parecido de la serpiente con una familiar en la escena en donde se enteraron de que el sannin tenia un hijo.
— ¿algun conocido? — le preguntó en voz baja, la serpiente bufo y frunció el ceño, claro que no lo conocía, era el futuro.
— creo que no le quedo claro la ultima ves que os vi, me veo tentado a poner un poco mas de peso en la advertencia — dijo de nuevo la vos, la serpiente ahora se alzaba imponente, arrastrándose por el torso del señor.
— no se te ocurra hacernos nada— dijo el que mantenía en el cuello el kunai, el otro lo miro como si de un momento a otro hubiera en lo que sido.
— eso de vistes pensar antes de a ser tu no muy buen recibida broma — volvió a escucharse la vos sise-ante, solo que ahora un sentimiento nuevo se sentía, el desprecio.
En ese momento la cara de ellos se empalideció mas.
—¿una infección?, muy curioso.
Otro agrandamiento de ojos.
— ¿eso sígnica que ellos tuvieron que ver con la enfermedad al principio? ¿no? — pregunto kiba a nadie en particular, si así era, habían pensado algunos mas nadie contesto.
Una serpiente ahora tan negra que lograba camuflarse en la oscuridad salió a la luz y se extendió por el brazo del que se mantenía en la silla, la cola de ella estaba alrededor de su cuello y se contraía lentamente.
"En que... En que momento cambio"
— entonces el plan era infectar a los que cuidaban la aldea y luego entrar a robar, mas todo salió mal, no solo fue a las personas de seguridad sino también al pueblo, pensaron que aquello era un asunto sin importancia, mas no esperaban que resguardaran todo el perímetro, la seguridad aumentara y se asiera un confinamiento para prevenir daños. Manteniendo el caos en control.
La incredulidad pintada en el rostro de algunos era muy notoria. ¿tan buena era la seguridad en la aldea?.
Los kages se pensaron aquello, ya se había pensado en una alianza desde ase rato y cada que algo del futuro salía con respecto a eso, seles hacia mas fácil el pensar en una y acostumbrarse. La unión, la unión de verdad realmente trae beneficios, aunque también era claro una cosa en ese momento algunos no estaban de acuerdo y se aproximaba una guerra, mas también tenían en claro que enfrentarla juntos era la mejor opción.
— tengo curiosidad, ¿Quién será ese que los descubrió? — dijo ino, el nara al lado de ella ladeo la mirada, a el también le intrigaba eso.
" maldición " pensó frustrado el mas delgado " ¿Cómo lo supo?" se volvió a preguntar " es como si también hubiera estado allí"
— cosa que se les hacia mas difícil al entrar en la aldea.
— no sabemos de que hablas.
— ¿a no?, pues a mi parecer, si — murmuro — ahora creo que es mejor irnos, tengo otros asuntos que atender — dijo y las dos serpientes mordieron una aferrándose a un brazo y la otra a una pierna, el sonido de colmillos incrustarse en la piel se escucho junto el jadeo y grito de los destinatarios, la forma de un nombre entonces salió a la luz, mas solo se mostró la sonrisa de lado que mostraba, y mechones de cabello azul claro algo gríseos se dejaron ver.
El sannin frunció el ceño al escuchar la risita contenida de la serpiente, que dio al momento de notar, el como casi mata a esos hombres.
— una mordida, eh?— murmuró para luego seguir riendo bajo. Si no fuera algo un tanto descabellado, pensaría que en vez de "haber tenido" un hijo había tenido dos. Negó.
Ni siquiera se había planteado esa idea, seria raro que luego en un futuro tuviera mas de un hijo.
En eso la pantalla se apaga y cambia la escena a un lugar con un campo verde, algunas plantas se lograban visualizar con flores de distintos colores. Un poco más allá al medio del prado los muchachos aparecieron.
— bueno ya que esta todo listo y saben que perímetro ocupar, partamos.
Exclamó el nara para recibir un asentimiento de los demás y en parejas dividirse, las dos chicas habían ido juntas, luego boruto y mitsuki, por último el yamanaka y el nara. Todos dispuestos a encontrar a como diera lugar, las flores medicinales para la poción.
La pantalla se apaga un momento y luego vuelve a encenderse, mostrando la parte de abajo de un cuerpo que avanzaba a pasos lentos, un alejamiento de la cámara le permitió ver al cuerpo completo de espalda, no se lograba diferenciar mucho, puesto que una capa cubría la mayor parte del mismo. Aunque podían percibir que era bastante menudo, pequeño.
" ¿por que acepté hacer esto?"
La voz que se escucho en forma de pensamiento hizo confirmar las sospechas de algunos, era una mujer.
La escena vuelve a cambiar mientras una tenue melodía se mantenía de fondo.
—... Esta... Esta es una muy mala idea — la escena mostraba a un hombre mayor, entre los treinta y cuarenta, de un cabello completamente liso y su apaciguado color naranja.
Estaba sentado en una almohada y llevaba una bata con tonos verdes, la cual se habría dejando entrever su abdomen, sacando en la sala unos que otro suspiro.
— lo admito, esta como para c..
No término de hablar la mirada ceñuda de akari la encaro muy cerca.
— ¿Cuánta es tu afinidad por molestar a si a los superiores? — le riño ceñuda, asiendo que la diosa comentarista soltara algunas risitas y se encogiera de hombros, ¿Qué podía a ser ella? Lo que dijo era verdad, aparte conocía a alguien muy conocido para el dios.
Las personas de la sala miraron a la diosa frunciendo el seño, pues la pantalla se había detenido y ella había empezado a murmuraba cosas estando sentada sola, akari voltio a mirarlos y bufo.
Fue entonces que a su lado una figura se formo, mostrando a la diosa de abrigo, montada en una pequeña base flotante.
— hola — saludo contenta, akari la miro y solo suspiro. Los de la sala la miraron un tanto asombrados.
Entonces otra vez, otra luz se formo en la sala causando que los presentes que no miraban voltearan a mirar, una azabache caballera se dejo ver, tan larga que lograba tocar un poco el suelo, traía puesta una camisa blanca manga larga y un jean negro, unos botines completaban su atuendo, una corona de hojas plateadas y doradas descansaban en su cabeza.
Ella no se percató ni presto mucha atención a su alrededor, llevaba una concha de caracol en la mano y tenia un tanto el ceño fruncido, mientras murmuraba unas cosas que no llegaban a entender.
Akari abrió grande los ojos y parándose rápidamente camino hacia ella, la otra diosa bajo de la plataforma y le siguió de cerca.
Los demás presentes solo miraban todo en silencio reparando a las tres muchachas y tratando de mantener la calma ante el aura de la ultima en aparecer, pues cuando lo hizo todos sintieron ese peso en el aire, esa fuerza.
Vieron como las otras se pararon como a un metro de distancia e inclinaron la cabeza.
— se...señora — logro murmurar akari, aunque fuera despacio por el silencio que ahora había en la habitación. la azabache logro escucharla y salió de su ensimismamiento para luego apartar la mirada del caracol hacia ellas.
Elevent abrió grande los ojos.
— ¡pero que! — murmuró.
— akari-chan, da-chan — las mencionadas alzaron un poco la mirada, aun con la cabeza un tanto inclinada. Cosa que exaspero un poco a la diosa.
— alcen la cabeza —demando, ellas lo hicieron, notando la mirada ceñuda de la diosa, vale que ella se encontraba molesta y Eso no era nada bueno.
— señora, um un gusto tenerla por aquí — saludo damahoar.
Elevent suspiro notando las palabras tensas de la muchacha.
— lo ciento— dijo regularizando un poco su densa aura, algunos soltaron un suspiro y la mayoría de los aldeanos volvieron a respirar. Los hyuga, uchiha, Nara, Uzumaki, Yamanaka, akimichi y Haruno junto a los kages miraban la escena un tanto confusos.
¿la que llegó era alguien superior a ellos, verdad?
Nadie pregunto ni dijo nada, aquellos que se la hicieron a si mismo se respondieron, si. Así era.
— ¿buscas algo, o a alguien?— pregunto ahora akari mas relajada, ellas eran muy buenas conocidas, pero eso no evitaba que fuera un superior y con la fuerte energía desatada y tensa aparte del porte y la corona espiritual, enserio le dificultan acordarse de ello.
— no — suspiro — cosas de mi padre, agk, y también esta esta cosa — dijo mostrando a el caracol, ahora de cerca ellas vieron que los colmillos del mismos se anclaban a su mano.
Ellas jadearon.
— lleva como media hora, hay pegado, me a quitado una buena porción de energía y todavía no se sacia, aparte no es muy cómodo que cada momento aparezca en un lugar sin mi consentimiento. Como ahora.
La diosa hizo una mueca y jadeo un poco, entonces la rosada concha de caracol se volvió un poco mas rosada alcanzando a tocar el rojo.
— ¿los caracoles tienen dientes?
Soltó la pregunta naruto, un tanto extrañado por la situación.
Sus compañeros voltearon viéndolo raro, ¿en cerio de todo, eso era lo que preguntaban?
Sin apartar la mirada de su mano ella respondió.
— no, pero este no es cualquier caracol, naruto.
El mencionado abrió grande los ojos al igual que los demás. No por que halla sabido su nombre, si no por que se allá dignado a responderle. La diosa reconoció la voz y respondió sin pensarlo. Ahora abrió los ojos y voltio a mirarlo posando sus ojos en el.
Tsunade miro tentada a levantase y ponerse delante del rubio, quien contuvo un poco la respiración.
— ..ho..hola — saludo el tenia la mínima esperanza de que al igual que la otra diosa, esta tuviera aprecio por el.
Fue entonces que elevent noto a las demás personas, paso los ojos por la cabello rosa y los azabaches, por los demás equipos, por akatsuki, algunos aldeanos, los kages y otros ninjas, poso su vista en los sannin, quien al igual que todos notaron que apenas y se daba de cuenta de que estaban hay, reparo a tsunade, y luego a jiraiya, luego poso la vista en orochimaru y jadeo. Mierda.
— media-generación — murmuro para mirar a la diosa akari la cual asintió. Ella voltio de nuevo la vista hacia la serpiente quien curvaba una de sus cejas un tanto interrogativo, ella le sonrió ladina y luego dirigió la vista hacia naruto quien se había calmado un poco.
— no te preocupes, no pienso causarles daño — rio. Pero de pronto y volvió a jadear, sólo que esta vez por dolor, ahora el caracol era rojo. Eso preocupo a las otras diosas.
— ¿duele mucho? — dijo akari, ella sabia que la diosa no se quejaba así por que si, por lo tanto si lo hacia era muy muy doloroso.
— como no tienes idea — murmuró.
— ¿por que no te lo quitas? — le preguntó ahora la diosa comentarista.
— es algo necesario— respondió ahora relajándose un poco para volver a ponerse recta, se había curvado un poco por el dolor.
— lo quitare cuando este caparazón este tan rojo como la sangre ... Mi sangre...
Ella murmuró lo último, pero lograron escucharla y no había que ser genio para entender que lo que hacia que el caparazón de este se volviera rojo, era la propia sangre de la diosa.
— ¿esta absorbiendo su sangre?, ¿desde cuando?
Elevent miro a su alumna y le sonrió cálidamente, logrando relajarla pues era sabido que era de fuerte como de obstinada.
— estaré bien — se encogió de hombros — es solo un poquito de sangre.
Otra vez volvió a gruñir y sintió que rápidamente caía a un lado pero antes de siquiera pensar en eso una enorme serpiente blanca le sirvió de apoyo.
— elevent-sama tiene que volver ahora, su padre dice que pronto se iniciará el ritual — murmuró en parcel, la diosa asintió.
— ¿puedes llevarme? — le pregunto en la misma lengua, la serpiente blanca asintió mirándola desde arriba pues la azabache se mantenía a recostada en parte de su cabeza.
— ¿Qué paso? — le hizo la pregunta akari.
— el ritual va a terminar, oónde-san vino por mi, ella lograra llevarme a ese lugar.
Akari miro a la serpiente e hizo una pequeña inclinación respetuosa al igual que la diosa a su lado, era una patriarca de serpiente espiritual y muchos le tenían respeto.
— bien. Le pido que no sea tan temeraria, a perdido mucha sangre y no necesita estar en mas apuros— elevent río al escuchar a su alumna, ella sabia que estaba preocupada, pero no había nada de que preocuparse.
— descuida tu maestra puede con todo — ante su respuesta akari solo suspiro.
Elevent ahora miro a los demás y volviendo a ponerse recta, no le molestaba para nada que ellos estuvieran viendo y escuchando, de igual forma iban a enterarse.
— os aseguro que la pasarán bien en un futuro, los baches y colinas dan buenaventura a los héroes y asen de las historias dignas de contar, que el de arriba los acompañe e ilumine, mis bendiciones — se despidió de los demás presentes, algunos entendieron a lo que se referían y otros no. Pero todos sin excepción sintieron ese singular calor llenarles el alma y mantenerlos en paz, esa sensación se sentía fantástica.
— a ustedes también, tenía rato de no venir, creo que en algunos días me meteré como una incauta y tomare café en la Cocina de su casa — las diosas asintieron contentas, ellas sabían que pronto habría una buena charla de amigas en el ala 7.
— ahora si tengo que irme— la serpiente abrió la boca y la atrapó, manteniéndola en su boca. Elevent miniaba la mano lentamente para no causar tanto dolor y se despidió, las otras diosas la imitaron; la blanca serpiente espiritual procedió a dar la vuelta lentamente para luego desaparecer. La sala se quedo unos escasos segundos en silencio, cada quien metido en los propios pensamientos.
— acabo de ver a una patriarca.
— de la casa de los one.
— mi sensei bino.
— ¿para que será el ritual?
Las diosas que murmuraban se miraron entre si. Akari fue la primera en gritar.
—¡UNA ESPIRITUAL!¡EN MI SALA! ¡Y ABLO PARCEL!
la diosa daba saltitos como no creyendo la situación, de echo cuando tubo miedo de que su sensei se hiciera daño y casi corre a socorrerla; de no ser por que apareció la patriarca, después que todo en un pequeño ensimismamiento, ¡por la santísima trinidad! , nunca había disto una de verdad, ni siquiera una de sus hijas o una espiritual, solo unas cuantas de pacto que aunque fueran mucho mas pequeñas causaban cierto regocijo al mirarla.
Los de la sala no tenían mucho que decir no sabia que era una "espiritual" pero si que era una patriarca, un padre o madre protector por encima de todos, como a los lideres de clanes que se les debe respeto, tampoco pudieron evitar no maravillarse con la blanquecina casi plateada piel, que desprendía un brillo luminoso y mágico, o lo grande que era, o esos singulares ojos negros con los que miro a todos en la sala, tampoco habían podido evitar estremecerse al escuchar esa voz suave pero ronca hablar en una lengua extraña, no sabían que decir y tampoco querían que algo raro pasara, era como si se sintiera una fuerte opresión que los mantenía firmes en sus silla, con el saludo y bendición de la diosa esa rara sensación menguo llenando con sigo una calidad tremenda en la piel, tan relajante , revitalizante, pacifica y completamente maternal.
Excepto por uno, que en cambio sintió una tremenda ganas de arrancar la maldita cosa que le causaba daño, se hallo así mismo casi por alzarse a cogerla al pensar que se iba a desmallar, se sintió tranquilo con la serpiente y a un sin saber el idioma que hablaron en ves de tensar su cuerpo se relajo y supo, no sabe como, que ya no estaría tanto en peligro ni desprotegida que iría a casa y todo estaría bien.
Se sintió verdaderamente estúpido, joder, ni siquiera conocía a la condenada, sin embargo le era tan familiar que juraba ya a ver sentido aquella sensación en el cuerpo tan cálida emana y con un significado nada consolador. Mierda, que le prendió fuego por dentro. Y esa mirada lo miro como si lo conociera y jadeo como si se uniera metido en la propia boca del lobo, jo-der.
Maldecía la estúpida sensación concentrada en la parte baja de su cuerpo, suspiro, tenia que intentar relajarse y seguir con todo.
Orochimaru miro hacia cualquier lugar buscando una fuente de distracción, miro a las diosas cuchichear y casi se tapa los oídos por lo fuerte del grito.
— ahora entiendo un poco tu inusual apego con las serpientes — el sannin a su lado le hablo el voltio a mirarlo con el ceño fruncido, no entendiendo a lo que se refería. Luego lo capto y río bajo.
— claro, mucho mejor que tus sapos— siseo un poco burlón, bale sabía que eran fuertes pero eso ahora no venía al caso.
Jiraiya lo miro indignado.
— pues para que lo veas son hermosos y fuertes — reclamo indignado, modo diva. Cuando estuvo apunto de responder un puño no tan fuerte en la cabeza de jiraiya lo detuvo.
— no se comporten como chiquillos, estamos en una sala rara, con dioses raros y ustedes ni aso dejan de pelear... Además si así fuera la mas fuerte seria yo.
Los dos sannin se encogieron de hombro soltando risitas, entonces el de los sapos abrió grande los ojos y luego se relajo una sonrisa permaneció en su cara, el pasar tanto en esa sala, los secretos y dudas resueltos o encaminó de estar los, la convivencia y el pasar tiempo juntos, aparte de saber que su amigo, aquel que no pudo apartar de la oscuridad lo hizo en un futuro y ahora esta bien, los han llevado a como eran antes, solo un equipo, el equipo 7.
En el grupo de akatsuki algunos miraban por donde la diosa se fue, no pensó que cuando inicio su monologo de bendición, esta también los incluiría a ellos y aunque algunos no lo admitieran les gusto esa sensación y la aceptaron sin mucho pleito.
— es cálido — la voz del enmascarado había sonado mas gruesa de lo normal, aunque solo fuera un murmullo, deidara a su lado logro medio escucharlo.
— ¿tobi?
Pregunto un tanto extrañado, como si no hubiera escuchado bien.
— ¡deidara-senpai! ¡¿VIO ESO?! ¡FUE GENUAL!, ¡TOBI QUIERE SENTIRLO DE NUEVO!
Grito el enmascarado con la voz chillona de siempre causando que algunos voltearan a mirarlos, entonces ¿todos lo sintieron? ¿Esa extraña sensación de paz fue acogida por todos en el lugar? ¿sin importar lo que hubieran echo?
Pues al parecer a si fue, no podían negar que la sensación había logrado relajarlos y tampoco pudieron evitar sorprenderse al saber que los akatsuki también la habían sentido, pues supusieron que si algo así pasaba solo los de buen corazón o los amables lo sentirían ¿no?.
La diosa comentarista río un poco — no, no lo es, al menos no del todo.
Su voz salió calmada y los de la sala prestaron atención a sus palabras.
— la respuesta a por que todos sintieron la bendición sin excepción fue por eso, por que no hubo ninguna excepción, la bendición fue para todos, sin impedimento de color, estatura, de penas de ideas o de odios, no hubo excepción en nada los recibió como son con las penas y las cargas que cada uno sostenía como una madre que no importa que, vela por su hijo, por que los perdono los abrasó y les dio abrigo.
El monologo causó que muchos abrieran sorprendidos sus ojos, uno que otro jadeo de sorpresa salto de algunas personas, ¿tanto era la fuerza que tenia para creer y poner las manos al fuego por todos?
— cuanta razón hay en tus palabras, nosotras somos diosas con una misión, al igual que todos, como hijos, ella es como una madre. así son todos los superiores, no importa en que sitio este implicado.
Esta ves fue akari la que los miro con una sonrisa.
Los del nuevo amanecer también estaban atónicos ¿unas simples palabras bastaron para conllevar todo ello?¿por eso dijo que los caminos con baches crean grandes historias? ¿Qué quería decir?
Pain apretó la mano que mantenía unida en un agarre, konan a su lado sintió el tirón y lo voltio a ver, sonriéndole un poco, pain no hizo mucho pero la chica logro notar la mueca que se asemejaba a una sonrisa tranquilizante, que decía " eso paso, ahora podemos ver y podemos confiar en un futuro mejor" konan río bajo, bueno quizá el no quería decir eso y seguro ni cele hubiese ocurrido, pero sabia que el hacia todo lo posible para consolarla y de una forma u otra le llenaba el corazón. con nagato estaría bien.
Sasori suspiro al notar lo nervioso del rubio, el también lo había estado pero no le dejaba notar sabia distinguir ese calor tan parecido a cuando solo era un niño, le causaba incomodidad pero no podía, no quería desprenderse de el.
Kakuso miraba al albino vagodearce de que ahora sentía otra sensación sorprendente de un dios diferente y decía que seguro la madre-diosa; como el le había puesto conocía a su dios jashin-sama y otras cosas mas, el mientras con la cálida sensación en su cuerpo le habían entrado ganas de contar su dinero y lo hacia con una sonrisa en la cara.
Itachi recordó a sus padres, recordó a su hermano, recordó a la familia que antes eran, sintió el sentimiento de añoranza invadir su corazón, una mirada rápida a su hermano le dio a saber lo que el pensaba y regalándole una sonrisa y una mirada le dijo que ahora estaban bien, pues ahora ellos eran una familia, que ya no habrá mas mentiras entre ellos y que podían estar feliz.
Óbito llevó una mano a su pecho y sonrió bajo la mascara, en su equipo a si se había sentido y mas en sus últimos minutos juntos, o en los años que lucho para volver con ellos, asta que todo termino, si, lo añoraba, pero ahora tenia muchas aspiraciones diferentes y aunque al parecer el futuro todavía no le rebelaba si lograría aquello, río bajo ante el pensamiento, claro que no lo lograría, pero era difícil olvidar en unos cuantos días todo lo que había pensado por años o el borrar el resentimiento en solo minutos, era difícil, para el lograr eso le era difícil.
Hinata junto a su generación mantenían una sonrisa cálida en el rostro, eran común los sentimientos pues solo una cosa se les vino a la cabeza, hogar.
Los jinchuriki también se tocaban en pecho embobados, unos descubriendo recién el sentimiento y otros añorándolo del pasado, Bi, le sonreía feliz a su hermano mientras chocaban puños, la Mizukage miraba sonriendo a los suyos, el Raikage también notaba la buena energía que ahora reinaba, el Tsuchikage, kazekage y Hokage. También se sonreían.
Los bijus recordaron a su padre, a aquel que los quiso como ningún otro, recordaron la sensación de estar juntos en un circulo, mientas lo escuchaban hablar, recordaron ese sentimiento que tenían antes de que el odio predominara y aunque alguno ya encontró una sensación similar, los otro todavía no, al menos no por ahora.
Los aldeanos y demás ninjas sonreían gustosos por ese sentimientos tan fuerte que los embargaba a todos. Estaban bien. Esa sensación era bien recibida.
CONTINUARÁ...