XVIII: Mi Dulce Vida.
-.-.-.-.-
Sus parpados se abrieron mostrando sus bellas pupilas verdes, ella bostezo con pesadez y estiro sus brazos. La cena familiar de su prometido fue divertido, hablando de su prometido lo miro con cariño, ya que aun seguía durmiendo.
Ella rio boba, ya que se miraba muy tierno.
-Mavis -musito aun dormido.
-(Natsu tiene el sueño muy pesado... No es de extrañar, los juegos de mesa lo agotaron de manera mental) -pensó Mavis negando divertidamente.
La pequeña rubia de cabellos ondulados salió de la cama mostrando su largo camisón rosado, ella se dirigió al baño para asearse. Cuando salió de allí portaba una toalla tapando su pequeño cuerpo, noto que su prometido aun no mostraba signos de querer levantarse, empezó a cambiarse.
No es que le de vergüenza mostrar su cuerpo a Natsu, lo habia hecho antes y tambien miro su cuerpo, eran una pareja de alta confianza y demostraban que nunca iban a separarse.
Al terminar de cambiarse, se miro al espejo y asintió satisfecha, ya que ese vestido de color morado con listones violetas le quedaba perfecto. Mavis se marcho de la habitación y tarareo una dulce melodía.
La vida de Mavis Vermillion era muy triste, pero a la vez llena de admiración, la rubia habia perdido a sus padres a una temprana edad, ella se crio en un orfanato, logro ingresar a la escuela y allí obtuvo grandes logros como muchas Becas. Logro llegar hasta la preparatoria donde allí conoció a su prometido; Natsu Dragneel.
Natsu es una persona en la que se preocupa por sus amigos, era conocido como el alborotador de la preparatoria Fairy Tail, todos lo conocían y nadie hablaba mal de el ya que su alegría era contagiosa.
Ambos se conocieron en una maquina de bebidas, Mavis estaba sedienta ese dia y le apetecía una bebida pero la maquina muy desgraciada no se lo daba. Pero Natsu apareció y golpeo la maquina liberando una infinidad de latas, desde ese dia se volvieron amigos, en su tercer año su amistad se volvió una relación y a mediados de la universidad se comprometieron.
La rubia nunca habia estado más feliz, ahora vivia en la casa de su prometido, donde toda su familia lo aceptaron como un nuevo miembro.
Mavis llego a la cocina y reconoció a 2 figuras femeninas. La primera es una rubia alta de cuerpo muy voluptuoso, portaba un vestido casual de color rosa, ella era Anna Heartfilia la esposa de su cuñado Zeref Dragneel.
La otra figura es una pelinegra de igualmente un cuerpo que competía con Anna, tenia ropas casuales que le quedaban fantástico, ella es su suegra Silvia Dragneel.
-¡Oh buenos días Mavis-chan! -saludo Silvia a su adorable nuera.
-Buenos días Oka-san, buenos días para ti tambien Anna-nee -saludo alegremente la Vermillion.
-Que bueno que despertaste, ¿Nos ayudarías con el desayuno? -dijo Anna con una canasta lleno de ingredientes.
-¡Claro! -asintió Mavis.
Las tres chicas empezaron a preparar el desayuno, todo era relajante y cálido hasta que un fuerte ruido se escucho en el segundo piso.
-¡Por Narnia! –
-¡Que se armen los pinches chingadazos! –
-¡Dame el puto papel Natsu! –
-¡NEL PADRE! –
Las chicas suspiraron y negaron.
-Hombres infantiles -murmuraron ellas, al darse cuenta se miraron y soltaron una dulce risa.
Las tres seguían haciendo lo que hacen y cuando terminaron empezaron a servir el desayuno en el comedor. En donde llegaron los hombres que Vivian en esa gran casa.
Natsu portaba una playera y shorts largos de color verde con tenis blancos, su hermano Zeref una camisa de botones con pantalón negro y zapatos. Mientras que su padre pelirosa un traje de negocios que era ajustado.
-Buenos días querida -dijo el pelirosa mayor dándole un pico en los labios a Silvia.
-Buenos días Nero -asintió Silvia con una sonrisa dulce.- tomen asiento ya esta el desayuno listo
-Anna ¿Por qué no me despertaste? -cuestiono Zeref sentándose a lado de su esposa quien negó divertidamente.
-Ya no eres un niño Zeref -dijo Anna.
-¿Segura? Esa noche de aniversario me dijiste; ‘Oh Zeref eres mi niño’ -dijo Zeref moviendo sus labios recibiendo un golpe por parte de Anna.
-Se discreto cariño -siseo la Heartfilia con las mejillas rojas.
-Espero que no sea los típicos panqueques que aparecen en todas las historias -dijo con ironía Natsu mientras que Mavis se acomodaba en su regazo.
-¿Umm? -alzo la ceja Mavis mirándolo confundida.
-Ya sabes, después de una noche ya sea de amigos o de pareja, al dia siguiente lo típico es desayunar panqueques... -resoplo Natsu mientras abrazaba a la pequeña rubia.- así que díganme ¿Qué desayunaremos?
-Pizza hecha por nosotras querido cuñado -respondió Anna sonriéndole.
-Un gran cambio -dijo Natsu sonriendo.
-Entendí esa referencia -dijo Mavis besándolo de la mejilla.
-El cap debe de estar muy orgulloso -comento divertidamente Zeref.
La familia Dragneel empezó a desayunar y comenzaron a platicar.
-Y díganme, ¿Tienen algún plan para hoy? -pregunto Silvia.
-La verdad no madre, hoy solo toca descansar -dijo Zeref suspirando aliviado.
-Yo no tengo nada que hacer más que consentir a Mavis -dijo Natsu acariciándole la cabeza a la rubia quien rio dulcemente.
-Que dulce Natsu -dijo Mavis dulcemente.
-¿Y usted suegro? -pregunto Anna mirando al pelirosa mayor.
-Igualmente no tengo nada por hoy, decidí tomarme el dia como el buen jefe que soy -respondió Nero recostándose.
-Que bueno querido, las chicas y yo tenemos en mente ir de compras -comento Silvia haciendo que Mavis y Anna asintieran, mientras que los chicos se pusieron pálidos.
-(Mierda) -pensaron los tres.
-Así que necesitamos su ayuda -dijo nuevamente la pelinegra para dar una sonrisa dulce pero aterradora.- ¿No les molesta en acompañarnos, verdad?
-(Doble mierda) -pensaron ellos, para negar rápidamente.
-Bien, entonces me iré a cambiar ¿Me ayudarían en elegir mi ropa chicas? –
-Hai -asintieron Anna y Mavis parándose y acompañando a su dulce suegra.
Ellas dejaron solo a sus respectivos amores en el comedor, en donde aun seguían pálidos. La ultima vez que salieron de compra grupal, Anna, Mavis y Silvia eran una combinación peligrosas.
-Papa, si escapamos de aquí ¿Aun seguiremos con vida? -dijo Zeref temblando.
-Que buena idea, como no se me ocurrió -asintió Natsu.
Antes de que Nero respondiera, Silvia grito desde su habitación.
-¡Cariño ya estamos listas, prepara el auto! –
-¡Triple Mierda! –
-.-.-.-.-