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Kim Cleo June
Amanecí con mis brazos abrazando y aferrando a mí el abrigo de JungKook, algo que se me hizo muy necesario a mitad de la noche. Varios pensamientos y preguntas se hicieron presentes en mi mente. Pero lo principal de todo era: ¿Qué tiene que ver Park con Jeon?
Tenemos un misterio por resolver.
Pero antes, debo comer porque anoche Cassidy no me dejó cenar.
JiMin vino a buscarme como todos los días, y claro que me hizo un interrogatorio. Sí le conté lo que pasó, sólo edité y modifiqué algunas partes para que no piense nada raro. Tenía ganas de preguntarle sobre lo que me dijo JungKook. Pero no sé si es algo que le incomode. Si no me lo ha dicho aún debe ser por algo.
Así que... tendré que probar otros métodos.
...
—Oigan, Rin, HoHo. —llamé a esos dos antes de que salieran de la clase para ir a la cafetería.
Preferí preguntar a alguien más antes que al mismo JiMin para tener una idea de lo que pasa. La astucia en mí es abrumante. ¿Qué les puedo decir? Soy muy inteligente.
Y oh sí, ellos son mi otro método. Preguntarle al dúo de tontos, buena idea, ¿eh?
HoSeok y EunRin eran el perfecto par de menosos a los que puedo decirles y preguntarles lo que sea, sin que sospechen nada, y que por supuesto no habrirían la boca al respecto. Porque ninguno delataría a su amiga. Aunque con EunRin hay dudas.
—¿Qué pasa? —preguntó HoSeok.
—Ustedes... ¿Saben algo de JiMin?
—¿Por qué? ¿Le pasó algo? —EunRin cubrió su boca con sus manos preocupada.
Me aguante de quejarme a los cuatro vientos por no haber sido entendida, a pesar de que yo tampoco me expresé bien. Pero soy un ser sin paciencia.
—No. No me refiero a noticias recientes de él, me refiero a si saben algo relevante que haya hecho antes.
—¿Relevante? ¿De qué hablas?
—Ya sabes, alguna pelea o pleito... no lo sé, con JungKook y su grupo. —intenté mirar a otro punto del salón, como si fuera algo puramente casual.
Ambos se miraron entre dudosos y confundidos.
—Bueno... en realidad no sabemos mucho sobre eso. Hobi y yo llegamos aquí a mitad del año pasado.
Tch, inútiles.
—Y que nosotros sepamos, no ha habido interacción entre ellos dos. Ni tampoco he escuchado por los pasillos sobre alguna pelea. ¿Por qué? ¿Hubo algún problema con ellos o algo?
Oh no, Jung HoSeok ha usado su cerebro y está cuestionando mis cuestiones. Malditas clases de filosofía que impulsan el pensamiento crítico y estúpido René Descartes porque... Porque sí. Algo hizo.
—A-amm... No. Sólo es mera curiosidad. —dije con una sonrisa fingida— Es que... Park es un chico tan interesante que quiero saber más de él.
—¿Por qué no le preguntas a él directamente?
—Porque, en realidad... —ya no valía la pena, HoSeok no parecía estar del todo convencido. Así que suspiré rendida— De acuerdo, me atrapaste, HoSeok. Te diré la verdad pero... Es un secreto. —susurré, y ambos interesados se acercaron más a mí— Quiero hacerle una broma a JiMin.
—¿Una broma?
—Así es. Quiero hacerle creer que soy una bruja que ve el pasado. Para eso necesito que alguien me cuente alguna travesura de él. —le guiñé el ojo con una sonrisa tan forzada que hasta dolía.
—Eso no tiene sentido.
—¡Guau, super genial!
Oh, CJ, soy tu fan. ¿Cómo haces para ser una maestra del engaño?
—¿Ves, HoSeok? A EunRin le gusta.
—No sé qué estás tramando, pero JiMin no se creerá eso.
—¡Oh! Si necesitas saber algo de Jimeno puedes preguntarles a YoonGi y a SunKo, deben conocer más de él.
¡Bingo! Rin, cuando quieres piensas.
—Buena idea. —halagué su pensamiento— Y... No le digan a JiMin que pregunté esto, que quede entre nosotros.
Ambos volvieron a intercambiarse entre ellos miradas confundidas.
...
Jeon JungKook
—Eres un idiota. —dije al verlo con la cabeza escondida en su casillero.
—¡Necesito soluciones, Jeon, no que me recuerdes lo miserable que soy! —golpeó una de las puertas metálicas a su lado.
—Deja de golpear. —lo golpeé yo a él, provocando que también golpeara su cabeza dentro del casillero— ¿Y qué quieres que haga?
—Darme otra solución. —sobó su cabeza— Te pasaste.
—TaeHyung, no soy un hada mágica.
—¡Pero tienes un hermoso cerebro! —tomó mi cabeza entre sus manos y estando a punto de darme un beso en ella, lo empujé— Úsalo ahora.
—Bien. Pero no vuelvas a hacer eso. —TaeHyung sonrió— Sólo haz el trabajo con esa chica y no se lo digas a YuRi.
—¿Qué clase de solución es esa?
—No hay forma de que ella se entere. El profesor dijo que el ensayo no lo haríamos en clase, es únicamente domiciliario.
—¿Y qué hago cuando debamos entregarlo?
—Se lo das al profesor en privado.
Estaba a punto de decir algo más, pero el mismo se detuvo analizando mis palabras. Colocó sus dedos pulgar e índice acariciando su mentón y me miró. Serio y con el ceño levemente fruncido, colocó su mano en mi hombro.
—Te amo, Kookie. Siempre arreglas mis problemas. —no dije absolutamente nada y él tampoco. Pero luego de ese pequeño silencio, TaeHyung se me abalanzó para darme un abrazo— ¡Te quiero mucho!
—Suéltame, raro. —intenté despegarlo de mí.
—Dame un besito. —acercaba sus labios a mi mejilla mientras yo alejaba mi cara de él.
—Que no. —lo empujé por fin.
Taehyung estalló en risas, porque adora fastidiarme y verme enojado.
Comienzo a creer que eso de joderme la vida es ya cosa de Kims. Hasta NamJoon y SeokJin me joden a su manera
—¿Y a ti cómo te fue con Kim? —preguntó luego de terminar de reirse como un idiota— Me imagino que no hicieron nada por romperse la cara. El profesor está loco por haberlos puesto juntos.
—No peleamos... —dudé recordando el día de ayer. Habíamos peleado hasta cierto punto— tanto, sorprendentemente.
—¿Qué significa eso? —alzó una ceja— ¿Hubieron puños o no?
—No. Ella sólo me fastidió y yo la ignoré. Es una insoportable. —murmuré esto último.
—Será insoportable, pero la cara que te deja no tiene precio. —rió— Bueno, a ti y a HaNeul. Está molesta porque tendrás que estar con ella.
Recordando el día anterior en el que desperté de alguna forma feliz por la presencia de Kim me había hecho dudar de lo que estaba a punto de decir. Yo también creí que lo sería, pero no fue desagradable.
—Como sea. —me limité a decir al respecto y cambié de tema— ¿Tú no tendrías que ir arreglando el trabajo con la amiga de Kim?
—Debería. Pero ¿Cómo hago para hablar con ella aquí?
—No lo sé. —me encogí de hombros. Esta vez no le iba a hacer de hada madrina— Encuentra otra forma.
—¿Qué hago? ¿La sigo hasta su ca...? —se detuvo. Y cuando TaeHyung hace esa cara es porque una idea que él cree buena a cruzado por su mente.
—¿Qué?
—Ya sé cómo. —sonrió— ¡Te amo, Kookie! —se me acercó dejando un húmedo y asqueroso beso en mi mejilla— ¡Eres un genio!
—¡Déjame en paz, TaeHyung! —levanté la voz cuando me lo quité de encima— Espera. Dime qué harás ante... —no había caso de continuar cuando TaeHyung ya estaba corriendo por los pasillos.
Idiota. —dijé en mi mente mientras me limpiaba su asquerosa saliva de mi cara.
Kim Cleo June
¿Cómo mierda consigo una charla a solas con SunKo si ella y YoonGi están todo el día pegados?
Quiero preguntarle a ella porque, uno, YoonGi es demasiado amigo de JiMin y tal vez me apuñale por la espalda y le cuente el chisme de que ando investigando de él para «una broma». Y dos, porque entre chicas nos entendemos.
El problema es que YoonGi y SunKo son el chicle del otro. Los veía ahora mismo sentados uno al lado del otro compartiendo su comida. Hoy hasta parecen más melosos de los normal, lamentablemente para mí
Piensa, CJ.
En mi busqueda de una respuesta, ví la mesa típica de Jeon y su banda. Desde aquí podía ver a JungKook de perfil comiendo tranquilamente entre sus amigos.
¿Es idea mía o lo veo más atractivo que antes? —pensé atontada viéndolo.
¿Qué barbaridades pienso?
Sacudí mi cabeza levemente para salir de ese pequeño transe. Lo miré a él y luego a JiMin. Varias veces intercalaba mi vista en ambos chicos.
Se ignoran totalmente. No existen entre ellos. ¿Entonces qué relación hay? Tal vez pasó la típica de los hombres; uno le robó la novia al otro.
No. Ni JiMin, ni JungKook parecen desesperados e inmaduros por mujeres.
Bueno, Jeon es el hijo de su novia, básicamente.
Solo se me ocurre que JiMin los pudo haber provocado de alguna forma. Después de todo, ellos parecen tener en la mira a quienes los fastidian. Yo soy un buen ejemplo. Pero JiMin es un bebé, no mata ni una mosca. ¿Qué podría hacer él? Tal vez sea algo que hizo sin querer, como el accidente de Rin con YuRi.
Un momento. —otro pensamiento totalmente diferente surcó mi mente.
No sé cuando terminaré la tarea con JungKook. No acordamos nada luego de que me llevó a mi casa. Sólo se fue sin decirme fecha u hora para una próxima reunión.
Volví la vista a su mesa y lo atrapé mirandome. O tal vez está viendo a alguien más, pero pensaré que soy yo. Le alcé ambas cejas acompañada de una sonrisa burlona y estoy segura de que rechistó en voz baja al darme vuelta la cara como el mocoso ofendido que es.
Sí me estaba viendo. —sonreí internamente.
Me levanté de mi mesa y con la mirada de mis amigos en mí, comencé a caminar hacia la suya.
—¿A dónde vas? —preguntó el pequeñín al ver mi repentina acción.
—Vuelvo en un rato.
Fui con una sola muleta a la boca del lobo. No era muy inteligente de mi parte acercarme a la bola de tontos, tontos peligrosos, cuando ando en estas cosas. Pero veamos qué sale.
Cuando estaba a unos pasos la vista de todos se dirigieron a mí. Porque obviamente que una rara caminando con un palo no pasa desapercibido. Las chicas me miraban mal, sobretodo y obviamente Haneul, mientras que los chicos me veían serios y con alguna que otra mueca de disgusto. En resumen, todos me miraban mal.
—Oye. —llamé la atención de JungKook que era el único que no levantó la vista en ningún momento. Hice a un lado a NamJoon, quien me soltó un insulto, y me senté junto a JungKook apoyando mi espalda y brazos sobre la mesa— Te estoy hablando, idiota.
—Lárgate, estúpida. —se entrometió su novia.
¿Cuándo no?
HaNeul estaba justo del otro lado de JungKook. Parecía típico chico popular entre dos chicas.
Jeon, eres un galán.
Todos parecían hostiles, y claro, me senté en su territorio. Es como provocar a una manda de perros.
—Cállate, no te estoy hablando a ti. —ni siquiera le dirigí la mirada. Pero ahora que lo pienso, ¿por qué no molestarla a ella un rato?— ¿Cómo estás, guapo?
JungKook me vio confundido. Pero cuando vió cómo la cara de HaNeul, muy graciosa, de hecho, se hacía lentamente roja, captó mis intenciones. En serio es gracioso, porque HaNeul parecía un tomatito.
—¿Qué quieres, Kim? —habló con indiferencia y quitándome la mirada de encima para restarme importancia.
—Aún no terminamos el trabajo, primor. ¿Quieres que vaya a tu casa otra vez? —dije guiñandole un ojo y dándole una sonrisa a HaNeul.
—¿¡Qué te pasa arrastrada!?
—Dije que te calles. Estoy hablando con el guapo de Jeon. —la miré con molestia para volver a JungKook— ¿Puedes hoy, lindo?
—Estoy ocupado toda la semana. El sábado tal vez. —fugazmente me había dedicado una mirada de reojo que me maldecía y ordenaba que me fuera. Pero por nada en el mundo le doy el gusto.
—¿Eeh? Ahora que tengo la excusa perfecta para verte me haces esperar. —sobreactué mi indignación— Te haces el difícil, por eso me encantas.
HaNeul soltaba gruñidos resaltando su molestia. Me sorprende que no haya jalado a JungKook y no cambiara lugar con él, como la típica controladora que es.
—Oye, Kim, —habló el mayor de anteojos— si vienes a hacer problemas, lárgate.
Rodé mis ojos fastidiada de sus amigos y saqué de mi bolsillo el primer billete que toqué.
—Ten, cariño. Cállate un poco. —lo deslicé sobre la mesa hasta él.
SeokJin me miraba indignado y molesto. No sólo lo había mandado a callar siendo un mayor, sinó que también le había dado un billete de 1000 wones. Eso no era nada.
Por lo que tengo entendido, este Kim detesta las faltas de respeto hacia él por los menores. Es como si se tuviera una gran estima por ser el mayor de su grupo.
—Además, —quise agregar— sólo estoy hablando con mi compañero. ¿Verdad que así nos hablamos tú y yo, Jeoni?
—¿No tienes que ir con los perdedores de tus amigos? —preguntó molesto.
No le gustaba nada las reacciones que estaba teniendo HaNeul ni la cara de su mayor.
—La vista de ti es mejor que cualquier cosa. —rebusqué en el bolsillo de mi chaqueta y saqué un bolígrafo rojo que le robé a EunRin— Pero me iré para que tu novia y el señor no nos molesten. Ya el sábado tendremos mucho tiempo.
Tomé su brazo y en él anoté mi número con un corazón al final.
—Nos vemos, guapo. —besé su mejilla y robé de ma mesa una bebida que sabía era de HaNeul.
—¡Oye! —gritó histérica.
—Llámame, primor. —le dije por último a JungKook mientras daba la vuelta. Di un sorbo a la pajilla de la bebida y luego la eché en el basurero más cercano— Estúpida. —susurré con odio y malicia hacia HaNeul mientras me volvía a sentar con los chicos.
—¿¡Qué fue eso!? —gritó emocionada— ¿Acaso están...?
—Nada, yo haciendo de las mías. —sonreí orgullosa.
SunKo me miró sorprendida.
—Lo besaste...
—Ni lo menciones, debo lavar mi cara. —dije intentado limpiar mis labios con la manga de mi saco— ¿Y a ti qué? —pregunté a JiMin, quien miraba serio y fijo su comida mientras apretaba la mandíbula.
Se ve molesto.
—Nada... —dijo sin dirigirme la mirada.
¿Estará así porque hablé con Jeon? Tal vez siente que conspiro con el enemigo.
...
—¿Por qué querías que sólo yo te acompañe al baño? —caminabamos SunKo y yo hacia dicho lugar.
—¿Ah? Ya sabes... Porque siento que... debemos comunicarnos más. —inventé una excusa.
—Eres rara.
Bien, CJ, es tu oportunidad.
Estaba pensando en las palabras correctas. Pero ella se me adelantó al hablar.
—Nos agarraste de sorpresa con lo de la cafetería. Acaso... ¿Te interesa Jeon?
—¿¡Qué!? ¡No, no, no! Jeon es un imbécil. Sólo quería darle problemas con su novia por venganza. Siento que nunca voy a superar lo del chicle.
En parte era verdad. Pero último que necesito es que, al igual que Rin, SunKo también me moleste con ese imbécil que no me llega ni a los talones. Ella soltó una risa divertida.
—¿Por qué te alteras tanto?
—¡No...! No me alteré. —cambié mi tono drásticamente al ver que sí estaba alterada— Sólo... Ay, olvídalo. Por cierto... ¿Hace cuanto eres amiga de JiMin? —me miró curiosa al soltar tal pregunta de la nada.
—Pues... casi un año, tal vez. No lo recuerdo. ¿Por qué?
—Y... ¿Alguna vez se ha metido en problemas?
SunKo borró la sonrisa de su rostro y me miró sorprendida.
—¿Por qué lo preguntas? —dejó de reír para mirar al frente más seria.
El cambio repentino de su semblante me hace que creer que mi pregunta no le agradó mucho. Eso debe querer decir indirecto «sí».
—Curiosidad. Sería gracioso que alguien como él haya hecho alguna travesura. —me encogí de hombros intentando parecer desinteresada.
—Mmh... —murmuró— No, que yo sepa.
Siento que me miente.
—¿Qué hay del grupo de Jeon? ¿Tienen algún problema?
Si va a intentar ocultarme algo, por lo menos preguntaré directamente.
—No tengo idea. —seguía sin dirigirme la mirada— ¿Acaso alguien te ha dicho algo?
Relamía y mordía su labio inferior. Es obvio que está algo nerviosa.
—Solo es mera curiosidad. —me encogí de hombros— No parecen llevarse muy bien.
—¿Y él te ha dicho algo?
¿Por qué siento que los papeles se invierten y ahora ella me quiere quitar información a mí?
—En realidad no, es algo que me surgió de repente. ¿Por qué? ¿Hay algo que no debería decirme? ¿O algo que yo no debería saber?
La vi tragar duro y nerviosa.
—Escucha, —frenó su paso de repente— no te estoy confirmando nada. Pero hay cosas de su pasado que a JiMin le molestan, así que ten cuidado si le dices algo.
—¿Cosas como cuáles?
—Es... —se detuvo pensando mejor lo que estaba pir decir— No es mi decisión que lo sepas, es de él.
—¿De que hablas, SunKo? Sólo fue una pequeña curiosidad, para hacerle una broma a Park. No estoy preguntando por si tiene antecedentes penales. —le di una pequeña sonrisa— Aunque ahora parece que hay algo que yo no sé. Tal vez le pregunte de eso luego.
Ella cerró los ojos unos segundos al darse cuenta que lo arruinó. Era algo que aparentemente ella no me debió haber dicho.
—Cleo June, hablo en serio. A JiMin esto le afecta demasiado.
—¿Es tan grave? —ladeé mi cabeza y ella asintió.
—Cuando él esté listo te lo dirá.
—Entiendo. —suspiré rendida.
—¿No irás al baño? —preguntó al verme dar media vuelta e irme.
—Se me fueron las ganas. Dile a los chicos que estaré en la clase.
SunKo no iba a hablar por nada y aparentemente JiMin si hizo algo. Pero ese algo es tan serio que ni siquiera se puede hablar de ello. Me sigue pareciendo imposible creer que él pueda ser una mente criminal o algo por el estilo.
Estamos hablando de JiMin, Park JiMin. El chico de mejillas de bebé. El chico con sonrisa de ángel. El chico más tierno y responsable que he conocido en mi vida.
Piensa, ¿qué podría hacer una masita de pan como JiMin? ¿Pisar el césped de su vecina? ¿Comer antes de las ocho? ¿Dormir tarde?
Eres un misterio, JiMin.
Ninguna de las personas que conozco me van a ayudar. ¿Me quedará preguntarle a él directamente?
«ten cuidado si le dices algo»
¿Se enojará si le pregunto? SunKo dijo que no lo haga. Peor yo nunca hago caso a nada.
Te odio, Jeon. ¿Por qué debías tirarme el dato y dejarme con la duda?
...
Kim SunKo
Un suspiro emitido de mis labios se hizo escuchar en la silenciosa habitación en la que YoonGi y yo nos encontrábamos durmiendo anteriormente. Ambos estábamos en el sofá de la sala en su casa, él echado y yo simplemente lo abrazaba mientras acariciaba su pancita como tanto le gusta. Es un tipo muy quisquilloso para dormir.
—¿Qué pasa? —me preguntó en voz baja y con la voz ronca, ya que él se despertó hace unos minutos.
Me mantuve en silencio y el en respuesta puso su mano en mi cabeza para acariciar mi cabello. Así estuvimos por unos minutos, hasta que me digné en contestarle.
—Creo que CJ sabe algo sobre el tema de JiMin y JungKook.
Al instante sus movimientos en mi cabeza se detuvieron y estoy segura de que bajó su mirada a mí.
—¿Qué?
—Me lo preguntó hoy cuando me pidió que la acompañe al baño.
—Mierda. —murmuró— ¿Qué te dijo exactamente?
—Me preguntó si JiMin se metió en problemas en algún momento, y qué relación tiene con Jeon. Pero no le dije nada... creo.
—¿Cómo que crees? —se sentó más recto y correctamente en el sofá, obligándome a separarme.
—Sabes que no soy buena mintiendo. —él me entrecerró los ojos— Y le di a entender que sí.
—¿Cómo puedes ser mala mintiendo? Sólo... es modificar la realidad a tu gusto. —habló con desagrado.
No sólo eso, hasta me delaté cambiando tan bruscamente de actitud. Soy pésima en este tipo de cosas, hasta diría que quería decirle la verdad a CJ, pero es algo en lo que no debería meterme.
—¿JiMin le...?
—No. Me dijo que no. —hablé antes al ya saber su pregunta— Me imagino que de algún lado escuchó algo. Pero creo que no quiere preguntárselo a JiMin, así que ya debe de tener una idea.
—No puede ser. —suspiró.
YoonGi acomodó y se sentó correctamente en el sofá. Sabía que comenzaba a estresarse cuando lo ví llevar su pulgar a su boca y comenzar a morder su uña.
—Está bien, YoonGi. —acaricié su hombro junto a él— Ya pasó.
—Sí. Ese es el maldito problema; que pasó. —tapó su rostro con sus manos, arrepentido y atormentado aún de recordar aquello. Las arrastró por su cara y volvió a poner sus uñas en su boca— Debí irme de ese grupo antes de que pasara.
—Deja de hacerlo. —dije tomando sus manos y protegiendolas con las mías— Te lastimas.
—Me jode tener que seguir pensando en eso.
—Lo sé. —susurré frustrada, adolorida de verlo a él de esa forma. Recargué mi cabeza sobre su hombro y suspiré— Y no sé qué hacer para hacerte sentir mejor.
Él me miró unos segundos y volvió su vista al frente. Comenzó a hacer aquellos ejercicios de respiración para calmarse y, poco a poco, disminuir el temblor de sus manos.
—Ahora lo importante es que Cleo June no lo sepa. A JiMin le gusta, no querrá que ella se entere.
Yo no estaba muy de acuerdo con ese pensamiento.
—Querer a alguien es tener la confianza de mostrarle todos tus lados sin miedo. JiMin no puede creer que ocultárselo a CJ le dará más chances. —dije volviendo a pasar mis brazos por su cintura y formar un abrazo— Así como yo hice contigo.
—Lo sé. —correspondió mi abrazo con una pequeña caricia en mi espalda— Pero eso ya va en manos de él. —de repente dejó de abrazarme y me empujó al otro lado del sofá— Pero ya sueltame un poco. Eres muy pegajosa y tengo calor.
Se nota que ya se va sintiendo mejor.
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