XIII: Madre Soltera.
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Una peliverde con sombre vaquero, falda, botas, sujetador que contenía sus pechos copa E y chaquea de piel café. Miraba con una pequeña sonrisa triste a la foto de ella misma junto a su hija Asuka y su difunto esposo Alzack.
Bisca habia perdido a Alzack hace dos años, fue una perdida muy dolorosa en donde ella y su hija lograron superar ese dolor y seguir adelante.
-¡Oi Bisca! Ya llegamos –
Al escuchar esa voz su corazón empezó a acelerarse y vio con una sonrisa cariñosa a los recién llegados.
-Bienvenidos... Natsu –
Natsu habia sido de mucha ayuda después de la muerte de su esposo, el la habia ayudado en esos momentos tan difíciles y le dio la motivación que quería, estaba profundamente agradecida con el Dragneel.
Hablando de Natsu, ella noto que el tenia a su pequeña hija en sus brazos y noto que dormía plácidamente.
-Asuka se agoto tanto por jugar toda la tarde -dijo Natsu con una pequeña sonrisa mirando a la nombrada.
-Vaya... Ven será mejor que descanse en su habitación -dijo Bisca tocando el brazo del pelirosa.
-Aye –
Ambos adultos habían llegado a la habitación de a pequeña y Natsu la recostó en su cama, para dejar que Bisca la arropara. El pelirosa miro a sus alrededores y noto los juguetes regados por el suelo y un caballito de madera.
El sonrió y negó con la cabeza divertido, para después ver a Bisca que termino de arropar a Asuka.
-Bien... Buenas noches mi pequeña forastera -sonrió dulcemente Bisca para darle un pequeño beso en la frente.
La peliverde miro a Natsu, donde ambos asintieron y se marcharon de la habitación.
...
Mientras caminaban por la casa, Bisca le dijo a Natsu.
-¿Quieres cenar algo, Natsu? –
-No quiero ser una molestia -respondió el Dragneel.
-Para nada, tómatelo como una recompensa por cuidar a Asuka -dijo la peliverde sonriendo.
-Bien... ¿Habrá pierna de pavo? –
-Claro, habrá pierna de pavo -rio divertidamente Bisca por lo infantil que sonó el pelirosa.
Siguieron caminando y Natsu noto la foto de su compañero Alzack, donde dio una sonrisa triste, cosa que fue notada por Bisca quien le toco el hombro y dijo.
-No tienes porque ponerte triste –
-Lo se... Pero me hubiera gustado estar allí para evitarlo -musito Natsu triste.
-Si, pero tu mismo lo dijiste, hay que seguir avanzando y superar el dolor... Alzack no le gustaria que estuviéramos tristes -dijo Bisca.
Natsu asintió y volteo a ver a la peliverde quien esta ultima quedo quieta mirando esos ojos, llenos de seguridad y amabilidad.
La peliverde poco a poco se acerco a Natsu, no podía evitarlo, quería sentir nuevamente esa chispa y Natsu siempre estaba para ella. No dejara de amar y agradecer a Alzack, pero quería igualmente recuperar ese sentimiento de amor.
Natsu solo se acerco, aunque teniendo un debate mental, ya que Alzack es su compañero y se sentiría fatal si le hacia algo a Bisca. Pero por otro lado el sentía una fuerte atracción por la peliverde desde hace dos años después de ayudarla a ella y a Asuka en todo lo que podía.
Ambos magos se acercaron, se miraron a los ojos y ellos querían esto. Los dos unieron sus labios, dándose un beso lleno de amor y pasión. Bisca disfrutaba mucho del beso tanto era así que pego sus pechos en el pectoral del pelirosa, rodeando sus brazos en el cuello.
Natsu abrazo fuerte a la peliverde negándose a separarse de Bisca y sus manos bajaron hacia el trasero de esta alzandola.
El beso continuo y se separaron por falta de aire, en donde jadearon. Natsu se dio cuenta de lo que hizo, bajo a Bisca y la soltó.
-Bisca yo, lo... -trato de decir algo, pero Bisca le dio un pequeño beso.
-No te preocupes, yo quería esto... ¿Tu tambien lo querías no? -decía ella suspirando y recibiendo un asentimiento del Dragneel.- entonces no hay nada de culpa
-Esta bien –
-Bueno, ¿Vamos a la cenar? -pregunto Bisca con una sonrisa tranquilizadora.
-Aye –
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