Promise┊Chaelisa

By PassionKisser

146K 11K 6.5K

Donde Roseanne y Lalisa son amigas desde pequeñas, y mantienen la promesa de no olvidarse jamás. ➷Personajes... More

Prólogo
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
19.
20.
21.
22.
23.
24.
25.
26.
27.
28.
29.
30.
31.
32.
33.
34.
35.
36.
37.
38.
39.
40.
41.
42.
43.
44.
45.
46.
47.
49.
50.
51.
52.
53.
54.
55.
56.
57.

48.

2.1K 157 126
By PassionKisser

El día siguiente a ese nos despedimos de la tía Dara y Minji, quienes debían volver a sus respectivos trabajos, y después de muchos abrazos y lágrimas habíamos decidido que nos veríamos otra vez para navidad. Aún faltaba un poco para eso, pero el tiempo pasaba rápido.

Jisoo, Jennie, Lisa y yo viajamos devuelta a Seúl, y nos separamos a nuestras respectivas casas.

Los días siguientes nos la pasamos haciendo algunas cosas de la universidad e intentando arreglar todo para cuando entremos, día de hoy, por cierto. A causa de eso, no nos habíamos visto tan seguido como querríamos, pero nos reconfortaba saber que al menos habíamos logrado matricular cerca de tres materias juntas; eso era algo. Fue una pena que no lográramos ingresar todas juntas, pero no me quejaba.

Eran las siete de la mañana en punto cuando el timbre de nuestro apartamento sonó. Yo corrí a abrirlo con el cepillo de mi cabello en mano, pues me encontraba peinándome, y me llevé la gratificante sorpresa de encontrar a Lisa del otro lado de la puerta.

Mi novia sonrió en grande cuando me vio y estiró el ramo de margaritas hacia mí.

—Buen día —saludó, sin borrar su sonrisa—. ¿Cómo está la mujer más hermosa del mundo?

Levemente sonrojada por sus cumplidos, entreabrí mis labios para contestarle, cuando Jisoo se me adelantó.

—Ah, bien. Estoy un poco cansada, ayer fue un día muy agotador, pero supongo que estoy bien —se tiró de espalda sobre el sofá y suspiró—. Gracias por preguntar.

—La pregunta no era para ti —musité yo, frunciendo el ceño.

—Bueno, deberías especificar.

Rodé mis ojos y tomé el ramo de flores de la mano de mi novia, plantándole un casto beso en los labios como saludo.

—Hola —le saludé.

—¿Y Jennie? —inquirió mi mejor amiga.

—Estaba arreglando un par de cosas en el auto, ya regresa —Lisa volvió a mirarme fijamente y sonrió, abrazando mi cintura al mismo tiempo que plantaba un beso en mi mejilla—. Hola, preciosa.

Escuchamos un par de sonidos de asco.

—Son tan cursis que me harán vomitar. Dios. ¿Flores y cumplidos? Estás pasada de moda, Manoban.

Lisa frunció el ceño.

—¿Desde cuándo hacerle saber a tu novia que es especial para ti está "pasado de moda"?

Jisoo sonrió con burla.

—Desde hoy. Esas cosas son demasiado cursis.

—¿Ah sí?

—Totalmente. Al menos para mí.

En ese momento, Lisa fue quien sonrió de forma burlona. Quise preguntarle por qué lo hacía, pero antes de que pudiera formular la pregunta, Jennie apareció por la puerta con ambas manos en la espalda y su famosa sonrisa gomosa.

—¡Hey! ¿Qué hay, chicas?

Al escuchar su voz, mi mejor amiga se levantó del sofá como si tuviera un resorte y sonrió.

—¡Jendeukie!

—¡Chu!

Jennie se volteó hacia ella y, cuando Jisoo estuvo frente a frente suyo, sacó un ramo de rosas de su espalda y se inclinó levemente, como haciendo una reverencia.

—Hermosas flores para una hermosa señorita —dijo.

Jisoo se sonrojó y estiró las manos para tomar el ramo que yacía entre las manos de la castaña, todo el tiempo bajo las risas de mi novia y claro, también las mías.

—Cállense —balbuceó apenada la pelinegra.

—¿De qué se ríen? —preguntó Jennie, curiosa.

Lisa sonrió.

—Oh, no es nada. Es sólo que la señorita aquí presente —señaló a Jisoo—, dijo que no le gustaban las cosas cursis como las flores o frases dulces.

Jennie, un poco apenada, llevó una mano hacia su nuca y observó a Jisoo.

—¿De verdad?

Mi mejor amiga negó rápidamente, colgándose del cuello de la castaña.

—Me refería a cuando ellas lo hacían, Jen. No tú. De ti acepto todo lo que quieras.

La castaña sonrió y, pasando ambas manos por la cintura de la mayor, se inclinó para plantar un beso en sus labios.

Aunque esta vez, creo que fue algo diferente. Es decir, ambas se habían besado antes, claro que sí, pero nunca había sido tan... ¿Cómo decirlo? Dulce... Siempre era algo más ardiente de lo usual.

Lisa y yo compartimos sonrisas.

—En fin —carraspeó Jisoo, una vez se separaron—, deberíamos ir a poner estas flores en agua antes de irnos, pasta.

—¡Oh, cierto! —asentí y ambas nos dirigimos hacia la cocina buscando algún recipiente para ponerlas.

Detrás de mí, al voltearme ligeramente, observé la sonrisa que le lanzó Jennie a Jisoo, aunque ella no pudiera verla, y no pude evitar alegrarme infinitamente.

Alguien está enamorada.

...

Respiré hondo en cuanto puse un pie sobre el campus, y suspiré.

Ah, el primer día de la universidad... Puedo oler, literalmente, los problemas avecinarse.

No es como que nuestra universidad fuese famosa por eso, pero nunca faltaban los graciosos que le hacían bromas a los de nuevo ingreso o quienes querían pasarse de listos. Pero supongo que eso existe en todas partes, ¿no?

En fin; las cuatro nos encontrábamos caminando por los pasillos repletos de personas conocidas y no tan conocidas, Lisa y yo íbamos, obviamente, tomadas de manos. Aunque era algo extraño, puesto que aparte de tomar mi mano, ella tenía un brazo envuelto alrededor de mis hombros, pero no me quejaba. Jamás me quejo cuando se trata de Lisa.

Jennie y Jisoo, por otra parte... Bueno, no hacían nada sexual... creo. Es decir, si poner sus manos en el bolsillo trasero de la otra no lo era, cosa que creo es así, entonces estaba bien. Incluso lo consideré un poco... Tierno. A su manera.

Jisoo tenía una sonrisa deslumbrante en su rostro, y Jennie, Dios, ella parecía haber ganado la lotería. Ambas se veían felices, y eso me alegraba infinitamente.

O bueno, así era hasta que el imbécil de Mino decidió interrumpirles; muy groseramente, debo añadir.

Él, Chanyeol y su grupo se encontraban frente los casilleros hablando entre ellos, posiblemente sobre la siguiente broma que harían para los de nuevo ingreso o a quién se ligarían este semestre. Las cuatro pasamos frente a ellos, sin embargo, cuando Jennie y Jisoo lo hicieron, Mino estiró su mano y le dio una bofetada al trasero de Jisoo.

Todo se detuvo en ese instante. Lisa y yo abrimos la boca sorprendidas por su acción, él reía, Jisoo lo observaba fijamente y Jennie, oh Dios, Jennie, ella no estaba mejor.

Entonces, en un movimiento rápido, empujó a Mino contra los casilleros y lo sostuvo por su camiseta mientras le gritaba.

—¡¿Qué demonios te pasa, imbécil?!

Sin embargo, el más alto se echó a reír. No parecía nada intimidado.

—¿Qué? ¿Creías que eras la única que iba a tener diversión? Vamos, Kim. Si tú la tocas, ¿por qué yo no?

—¡¿Pero qué mierda te pasa?! —Jennie jadeó en sorpresa y lo estampó más fuerte contra el metal.

Bueno, para ser una chica que medía al menos un metro sesenta y tres, tenía mucha fuerza. Digo, porque Mino era alto y más fuerte. O eso parecía.

—¡¿Quién crees que es Jisoo, eh?!

—¿De verdad quieres que te conteste eso? —inquirió con diversión.

—¡No tienes ningún derecho a hacerle eso! ¡Ni a ella ni a nadie! ¡Sea hombre o mujer! ¡Eres un imbécil!

—Oye, tranquila, gatita. Era sólo diversión.

—¡¿Te parece divertido toquetear a alguien?! ¡Estás enfermo!

—Di lo que quieras, pero sé que a ella le gustó —le guiñó un ojo a Jisoo y eso fue todo.

Jennie gruñó y apretó sus dientes, mientras hacía una expresión que me recordó a un gato enojado antes de levantar su puño.

Oh, no. Esto es malo, muy malo... Sabía que si Jennie lo golpeaba, sus amigos no tardarían en acudir a su rescate, y si ellos tocaban a Jennie, Lisa se uniría a los golpes. ¡Oh, Dios no! ¡Mi Lili no puede resultar herida! Y Jennie tampoco, por supuesto.

Llamé a Jisoo ligeramente por su nombre, esperando que saliera de su trance y detuviera todo antes de que Jennie se metiera en problemas.

Afortunadamente, mi mejor amiga logró volver en sí y se acercó a pasos firmes hacia ambos. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, posó una mano sobre el hombro de Jennie y le susurró algo al oído.

Jennie se volteó rápidamente hacia ella.

—Pero-

—Hazlo —murmuró la pelinegra.

Por la expresión de Jennie, deduje que no le gustaba lo que sea que Jisoo le había dicho, pero le hizo caso y alejó sus manos del chico, quien sonrió con suficiencia.

—Debería dejar que Jennie te golpeara, para ver si así reaccionas de una buena vez y dejas de ser tan imbécil. Pero, no lo haré...

Él le lanzó una mirada divertida a Jennie, quien permanecía de brazos cruzados esperando que hiciera un mal movimiento para atacarlo, cuando Jisoo continuó hablando.

—En su lugar... Creo que yo quiero tener el honor.

Y, levantando su mano, Jisoo la estiró hacia el rostro contrario, plantando la palma con fuerza sobre su mejilla. El golpe resonó en todo el lugar.

—Vuelve a tocarme y te juro que cortaré tu mano, no me importa quién demonios sea tu padre.

Sin más que decir, Jisoo dio media vuelta y caminó con pasos lentos y seguros hacia Lisa y hacia mí.

La castaña, aún de pie frente al atónito chico, sonrió con diversión y se volteó hacia él.

—Bueno, eso definitivamente fue satisfactorio —murmuró—. Oh, y por cierto —acercándose un poco más hacia él, dijo—. Vuelve a poner una mano sobre mi novia, y ese calzón chino de la vez pasada va a ser un lindo recuerdo comparado con lo que te haré, ¿entendido?

Irguiéndose con su sonrisa descarada, Jennie dio media vuelta y balanceó las caderas hasta llegar con nosotras.

—¿Y ustedes qué ven? Se terminó la función, amigos —Lisa rápidamente disipó a las personas del lugar y una vez reanudamos nuestra caminata, algo cruzó por mi mente.

Un momento... Jennie había dicho... ¡¿Novia?!

«Oh, Kim Jisoo, tienes tanto que explicar»

...

Nos dirigimos a la cafetería para esperar a que iniciáramos clases, Lisa y Jennie se compraron un café cada una, mientras que Jisoo y yo compramos una ensalada de frutas para cada una. Podían no tener una buena comida para almorzar, pero sí buenos desayunos.

En fin, volviendo a la cuestión, era raro verlas tan juntas. Es decir, Jisoo prácticamente estaba sentada sobre Jennie mientras compartían café y fresas; no pude evitar observarlas con ojos entrecerrados por lo extraño que se veía. Pero, pese a eso, también era tierno.

Al igual que ese día antes de partir hacia el centro comercial, mi mejor amiga se estiró hacia la castaña con una fresa en los labios para que ella pudiera morder el pedazo que sobresalía, justo antes de beber un sorbo de su café como si no hubiese pasado nada. Jennie sólo mantenía un brazo en la mesa, dándome a entender que el otro se encontraba en alguna parte del cuerpo de la pelinegra.

Observé a un lado hacia mi novia, quien las observaba de la misma forma, probablemente preguntándose también por qué no nos habían dicho nada.

Ya que ninguna dijo nada durante un tiempo, tomé la iniciativa.

—Entonces... —comencé—, ¿Cuándo planeaban decirnos?

Ellas compartieron miradas, antes de encogerse de hombros.

—No sé —murmuró Jisoo.

—¿No sabes? ¿Cómo que no sabes? —me alteré ligeramente.

—Hey, relájate, Chaeng —Jennie salió en su defensa rápidamente—. Las cosas sólo se dieron, ¿sí? No queríamos... No queremos apresurar nada. Queremos tomar esto con calma, no estamos acostumbradas a las relaciones.

—Si no lo están, ¿qué les hace creer que funcionaría entre ustedes? —por primera vez, Lisa interrumpió completamente seria.

La pregunta había sido un poco... grotesca, pero sinceramente, yo quería preguntar lo mismo.

Jennie frunció el ceño inmediatamente.

—Jisoo me gusta. Me gusta lo suficiente para saber que podría funcionar.

—¿Y tú le gustas a ella?

Las miradas se dirigieron rápidamente hacia mi mejor amiga, quien dejó de masticar un pedazo de pera y pasó la lengua por sus labios con calma antes de hablar.

—Jamás me había sentido así por nadie, Lisa. Nunca. Al principio me asusté, pero... Pero después simplemente acepté que me gustaba. Jennie me gusta lo suficiente para confiarle mi corazón. Lo suficiente para ser su novia.

La castaña le dirigió una suave sonrisa, mientras nosotras suspiramos.

—Yo te haría la misma pregunta con respecto a Chaeng, pero es más que obvio que ustedes están locas la una por la otra. Todas las personas con ojos podrían verlo —agregó, sonriendo burlonamente.

Sonrojándonos, ambas comimos y tomamos al mismo tiempo.

—Oh, míralas. Ahora ambas son tímidas —ellas se echaron a reír.

—No cambien el tema, esto es sobre ustedes —dijo Lisa, frunciendo ligeramente el ceño aún con sus mejillas rojas—. ¿Cuándo sucedió?

De repente ambas compartieron miradas y sonrisas, pero no dijeron absolutamente nada.

Jennie se inclinó en su asiento con una sonrisa llena de diversión y nos mostró su dedo índice, moviéndolo de un lado a otro en signo de negación.

—Temo que esa es cosa nuestra.

—¡Hey! —se quejó mi novia con un puchero—. ¡Pero nosotras queremos saber!

Jisoo levantó una ceja.

—¿Ustedes nos dijeron cuándo y cómo sucedió lo suyo?

Lisa y yo intercambiamos miradas.

—Touché.

—No lo tomen a mal, chicas. Algún día lo sabrán, sólo que no hoy —la castaña le guiñó un ojo a Jisoo, quien se echó a reír levemente antes de beber de su café.

Yo bufé.

—Las detesto.

—Lo sé —Jisoo sonrió—. A propósito, ¿hoy haremos algo?

—Estaba pensando que podíamos ir por algo de helado.

En cuanto Lisa mencionó el helado mi energía regresó, por lo que me volteé hacia ella con una gran sonrisa en el rostro.

—¡¿Helado?! ¿Es el mismo helado de la última vez?

—Sip, pensé que podía complacerte hoy —me guiñó un ojo juguetonamente.

—Bien pensado, Lili.

—Sólo hay un pequeño problema —balbuceó Jennie—. ¿No tienen que ir a trabajar hoy?

Bueno, mierda, me había olvidado de eso por completo.

Mi estado de ánimo decayó de inmediato.

—Es cierto.

—Podemos ir después del trabajo. Cenamos y vamos por helado.

—¿Comer helado pasadas las ocho no es malo? —preguntó la castaña.

—¿A quién le importa? ¡Es comida gratis!

—¿Gratis? ¿Cuándo dije que iba a ser gratis? —me corrigió Lisa.

—Bueno, es gratis para mí. Tú invitaste, así que tú pagarás —le dije.

Ella levantó una ceja con gracia.

—Oh, ¿esas tenemos, eh? —se inclinó más cerca de mí y me observó a los ojos.

Compartimos una mirada antes de que frotara mi frente con la suya y arrugara con diversión mi nariz.

—Sip.

—Bueno, ya sabes lo que dicen, Park. Nada es gratis, tendrás que pagarme de otra forma —ella se alejó un poco, guiñándome un ojo.

—Ya veremos —ronroneé de forma coqueta, llevando un pedazo de manzana a mi boca.

—De acuerdo, ¿Quiénes son las de las referencias sexuales ahora? —bufó Jisoo.

—¡Oye! Nunca dijimos nada sexual. Ustedes supongan lo que quieran —levanté ambos hombros.

Luego de compartir miradas con esa sonrisa traviesa, ninguna dijo algo más y nos dispusimos a terminar con el desayuno para ir a clase.

...

Al final de nuestra jornada estudiantil, Lisa y yo nos separamos de nuestras mejores amigas para dirigirnos al trabajo. Mi novia condujo por las calles con cuidado, casi de manera experta, como si no se hubiese ido por más de diez años de Corea, lo que me hizo pensar un poco al respecto.

—¿Sabes? Estaba pensando... —murmuró luego de unos instantes, sacándome de mi trance.

—¿Sobre qué?

—Jennie tiene a Kuma y Kai, Jisoo tiene a Dalgom... Pensaba que quizá, tú y yo podríamos... Uhm... Adoptar nuestras propias mascotas.

Al instante las palabras negativas se arremolinaron en la punta de mi lengua. Apenas podía con el loco de Dalgom y su loca dueña, ¿y ahora se suponía que conseguiría uno? ¿Estaba bromeando o algo así?

Quise decirle lo que pensaba al respecto, pero entonces el entendimiento me golpeó y, justo ahí, me di cuenta de lo que había dicho y qué implicaba eso.

Espera, ella dijo...

—¿Nuestras?

Sus manos se apretaron en el volante con nerviosismo, pero ella nunca apartó la vista del camino.

—Sí —dijo—. Yo... Sé lo que es lidiar con una mascota, sé que es tedioso y estresante, y ni siquiera son mis mascotas. Pero... Pensé que, tal vez, si tú y yo lo hacíamos juntas, podríamos... Podría ser más fácil.

Oh, Dios, cuando lo ponía así no podía decirle simplemente que no. Debía buscar otra manera de rechazarlo.

—Lili... ¿Estás segura? Tú misma lo dijiste, no es fácil tener una mascota.

—Lo sé, lo sé. Pero, Rosie, piensa en lo divertido que sería. Es decir, pasaríamos muchas cosas, pero de alguna u otra forma estaríamos más unidas. Siendo sincera siempre he querido tener una mascota, solo... no había tenido la oportunidad.

Bueno, tenía que darle la razón en eso.

—Uhm... Tal vez lo sea. Lo pensaré.

—¿De verdad?

—Por supuesto. Digo, no puede ser más difícil que lidiar con Dalgom y Jisoo sola —balbuceo en tono divertido.

Ella sonríe en grande y, justo en el siguiente semáforo rojo que tomamos, se inclina para plantar un beso en mi mejilla.

—Gracias. Es todo lo que quería escuchar.

La observo enternecida unos instantes, mientras ella vuelve a conducir, cuando habla otra vez.

—Podríamos empezar con un perrito... O un gatito... O quizá dos, o tres... o cuatro... Y ¿qué tal un pez? ¿No te gustan los peces? Podríamos tener un pececito dorado. O quizá dos. No sé, los que quieras.

—Wo, wo, wo. Cálmate un poco, Lili —me reí por su evidente entusiasmo—. No quiero que esto se convierta en un zoológico. Además, será mucho más difícil así.

Ella hizo un puchero.

—Está bien... Podemos turnarnos. Unos días iría a tu casa, otros días a la mía.

—No quiero que sea como una especie de divorcio, Lisa.

—No sería un divorcio —ella frunció el ceño al oír mis palabras—. Digo, porque yo no planeo terminar contigo... A no ser que tú sí quieras terminar conmigo...

Me volteé rápidamente al escucharla, observándola como si le hubiesen salido tres cabezas y pude notar lo tensa que se encontraba.

—¡¿Estás loca?! ¡Absolutamente no!

Al escucharme, sus hombros se relajaron visiblemente y dejó escapar un pequeño suspiro de alivio.

—Me refería a que, eso de estar de casa en casa. Estará conmigo los días laborales, ¿y los fines de semana contigo? ¿Qué pasa si yo quiero descansar y relajarme con nuestra mascota un sábado pero tú la hayas sacado a pasear o algo así? ¿Y si no se siente bien entre tanto viaje? Quiero decir, mira los casos de divorcio reales y encontrarás todos los con una similitud. Los niños siempre son los más afectados, en la mayoría de los casos tienen dos cumpleaños, dos navidades, o algo así sólo porque sus padres no se soportan y aunque es mucha más comida también es más trágico. Eso siempre, siempre deja un trauma psicológico. Un niño solo quiere estar en paz y disfrutar su niñez sin tener que pensar en por qué sus padres son tan imbéciles y no miran por su bienestar, en lugar de pelear como dos infantes en un jardín de niños. Digo, ¿no es ese el punto de la paternidad? ¿Dar más para que tu hijo sea mejor que tú? ¿Para que logre ser quien se proponga a ser? ¿Para que sea feliz? ¿Para qué se casaron si no se soportan? Arruinan la vida de un niño sólo por su inmadurez.

Tomé aire luego de ese discurso y, al voltear a observar a mi novia, ella me miraba con la boca ligeramente abierta y una expresión de sorpresa.

—Woah, Chaeng... Yo sólo estaba hablando de una mascota, no te pedí un bebé o algo así —se echó a reír, haciéndome sonrojar por la vergüenza—. ¿Estás bien?

—Sí, es sólo... Ese debate de prueba hoy en la clase de expresión oral no me dejó en paz. Sigue atormentándome cómo las personas pueden ser tan inmaduras y arruinar la vida de alguien que apenas está viviendo.

Ella asintió en comprensión. Las cuatro estábamos juntas en esa clase, y había sido todo un caos al momento de mostrar nuestras opiniones. Especialmente del lado de Jennie...

—Si sirve de algo, Rosie... Pienso igual que tú. Sé que las cosas en las relaciones no siempre son fáciles, pero se supone que si planeas tener una familia es porque ambas personas están completamente de acuerdo y saben qué responsabilidad conlleva. Es una mierda que las personas no planifiquen absolutamente nada.

—¿Y qué hay de ti? ¿Tú sí tienes planes? —me aventuré a preguntar.

—¿Yo? —volteó a verme solo un segundo, antes de regresar la mirada a la carretera, con una suave sonrisa en su rostro—. Sí, lo hago. He soñado con eso muchas veces, en realidad. Jennie siempre se burla de mí por mi lado cursi, aunque debo admitir que hago lo mismo con ella.

—¿Qué has soñado? —pregunto curiosa, queriendo saber un poco más sobre ella.

—Sueño con tener una esposa. Alguien con quien compartir el resto de mis días; sueño... Con un bebé. No, dos... Dos niñas. En mi sueño, ambas tienen su sonrisa, sus ojos... Tienen esa capacidad de hacerme sentir... en casa con tan solo mirarme. Y sus abrazos, Dios, sus abrazos son los mejores. Cada vez que estaba cansada, ellas sólo me sonreían, las tres, y mis preocupaciones se desvanecían. Era como magia, pero sé que puede ser real... Lo sé en mi corazón.

—Eso es muy dulce —susurro enternecida.

Ella sonrió y aparcó el auto en el estacionamiento de la cafetería. Volteó a mirarme con dulzura, provocando que mi corazón saltara extasiado.

—¿Y sabes cuál es la mejor parte, Rosie?

—¿Cuál? —inquirí, observando sus brillantes ojos y su dulce sonrisa.

—En mi sueño... Esa persona eres tú.

Tengo dos cosas que preguntar, again.

1. ¿Qué tal les ha parecido la historia hasta ahora? ¿Tienen alguna queja, sugerencia o comentario al respecto? ¿Algo que deba mejorar, cambiar o continuar?

2. ¿Especial Jensoo? 

Está bien, fueron más de dos cosas, pero ya me conocen xd.

Muchas gracias por leer, votar y comentar uwu.

PD: Lamento mucho la espera, pero aún sigo en la universidad. Mis clases se extendieron así que quizá tarde más en actualizar. Les pido mil disculpas y lamento si este capítulo no cumplió con sus expectativas :(

Continue Reading

You'll Also Like

66.4K 6.7K 21
━━━━━━━━━━ ‹𝟹 ━━━ ⠀⠀⠀⠀𝘐𝘸𝘢𝘪𝘻𝘶𝘮𝘪, 𝘵𝘶 𝘩𝘦𝘳𝘮𝘢𝘯𝘢 𝘮𝘦𝘯𝘰𝘳 𝘦𝘴 𝘭𝘪𝘯𝘥𝘢.. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀﹫𝘈𝘬𝘢𝘳𝘪 𝘐𝘸𝘢𝘪𝘻𝘶𝘮𝘪| 2023
379K 24.9K 96
Todas las personas se cansan. Junior lo sabía y aun así continuó lastimando a quien estaba seguro que era el amor de su vida.
807K 120K 99
Toda su vida fue visto de menos y tratado mal por las personas que decían ser su familia, estaba cansado de que todas las noches llorara por aunque s...
193K 11K 18
El maldito NTR pocas veces hace justicia por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ¿Qué suce...