— ¡Apareciste!... ¡Tú...! ¡Debo estar soñando! —Yibo se llevó ambas manos a la cabeza sintiendo un punzón doloroso en su cien. Mareos acompañados de arcadas fue lo que sintió de pronto.
—Yibo, ya vete a dormir, lo que sea que tuviste debió haber sido una pesadilla. —Wen Han rodó los ojos.
—Escucha a tu primo, hijo. Ya duerme —Carman salió de la habitación y Wen Han permaneció ahí con los brazos cruzados, apoyado en el marco de la puerta.
— ¿Y bien? —Preguntó.
—No, esto es imposible —Yibo se sentó en el borde de la cama —Tú estabas perdido, desapareciste cuando éramos niños...yo...yo estaba en Karnak...Xiao Zhan...
— ¿Xiao Zhan?
—Sabes quién es —Yibo meneó la cabeza.
—Bueno, no sé a qué Xiao Zhan te refieras tú, pero claro que conozco a un Xiao Zhan.
— ¿Ah? —Yibo alzó su mirada confundido.
—En serio me estás asustando, Yibo —Wen Han se sentó al lado de su primo. — ¿Qué sucede?
— ¿Cómo que conoces a Xiao Zhan? ¿Cómo es eso posible?
Wen Han frunció el entrecejo —Quizá no estemos hablando del mismo, Xiao Zhan. Descríbeme como es el que TU conoces.
—Ehm pues...—Yibo cerró los ojos, intentando recrear una imagen de Xiao Zhan. Su Xiao Zhan. No pudo evitar sonreír y sentir su pecho estrujarse, lo extrañaba, quería tenerlo cerca. —Él...él es hermoso.
—Oh vaya —Wen Han sonrió.
—Alto, de figura delgada, piel suave, blanca, cabello negro, tiene el símbolo concéntrica en su pelvis y...—Antes de que Yibo pudiera continuar sintió un fuerte empujón por parte de Wen Han — ¿¡Qué rayos...!? —Yibo lo miró con sorpresa no entendiendo el ataque repentino.
— ¡No seas imbécil! —Wen Han se levantó de la cama, bastante molesto ahora — ¿¡Por qué mierda estás describiendo a mi novio!?
— ¿¡Perdón!? —Yibo se puso de pie rápidamente y miró a Wen Han aturdido — ¿A qué te refieres con tu...novio?
Wen Han salió de la habitación pero minutos después regresó con su teléfono móvil en la mano.
— ¿Este es el Xiao Zhan hermoso del que hablas? ¿Con qué derecho hablas así de mi pareja? —Wen Han escupió fastidiado, tirándole a Yibo el teléfono donde ya aparecía en la pantalla una imagen.
— ¿Qué es esto? — preguntó confundido.
— ¡Pues mira la jodida foto!
Yibo agachó la mirada a la imagen, ahí, sobre la pantalla estaba Xiao Zhan. Sonriente, mientras Wen Han lo abrazaba por los hombros y tomaba la foto.
Con la mano temblorosa, Yibo deslizó su dedo en la pantalla para ver otra foto. Otra vez, ahí estaba Xiao Zhan, no tenía su cabello largo, su cabello era corto con un flequillo que caía sobre su frente. Estaba usando lentes de sol y estaba sonriente.
Otra foto, Wen Han besando a Xiao Zhan en los labios. Otra foto, Xiao Zhan en la piscina. Otra foto, Xiao Zhan y Wen Han en un auto.
Yibo, no lo había notado, pero estaba apretando con fuerza el celular en sus manos. ¿Qué clase de realidad era esta? ¿En qué mundo estaba y porqué todo era tan confuso? Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas. Todo lo que había vivido, el viaje que había hecho... ¿todo había sido un sueño? ¿Todo había sido escenarios que su mente había creado mientras dormía? ¿Es posible que su obsesión por el universo y los extraterrestres haya llegado a tal punto de confundirlo con la realidad?
Wen Han le quitó su teléfono de manera brusca y lo miró de reojo con fastidio.
— ¿Cómo sabes que tiene un tatuaje en la pelvis? —Preguntó de pronto.
— ¿Eh? —Yibo se giró aturdido y con la mirada desenfocada — ¿Qué dices?
— ¿Cómo demonios sabes que tiene un tatuaje en la pelvis? —Volvió a preguntar Wen Han, parecía dolido. — ¿Acaso ustedes...?
— ¡No! ¡No, no, no! Yo...no lo sé, lo siento, Wen Han...—Meneó la cabeza e intentó respirar para relajarse —Él...Él me lo dijo. —Mintió.
— ¿Cómo así?
—Me llamó y me dijo que tenía un tatuaje ahí, es todo —Mintió.
—Hablaré con él de todos modos, pero será mañana. Buenas noches —Wen Han salió tras dar un portazo y Yibo volvió a quedarse solo otra vez.
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—No está muerto —Dijo Nalea al inspeccionar a Yibo sobre la camilla.
Después de que Xiao Zhan fue llevado con Karian, Nalea había aterrizado la nave para que los Karnianos guerreros que estuvieran heridos tomaran un descanso y recuperaran fuerza, mientras que el padre del alienígena pelinegro comandaba un batallón de Kleines que se estaban haciendo cargo de los Parkos y algunos droides.
En una de las salas de la gran nave, en el centro, se encontraba una camilla, sobre ella estaba Yibo. Tenía mínimas heridas y aquel punto en la frente donde había ingresado la diminuta bala que un droide había lanzado con algún tipo de arma especial.
Cuando Nalea dijo que Yibo no estaba muerto, Yue Yue, Georg y Anis se miraron entre ellos con sorpresa y alivio.
— ¿No está muerto? ¡Pero no puedo sentir su aura! —Yue Yue dijo con confusión —Y tampoco tiene latidos.
—Los tiene —Nalea respondió —Pero son muy débiles, de hecho, podría morir realmente en cualquier momento. —Nalea sonrió ligeramente —Es un humano bastante extraño ¿eh?
Todos asintieron.
—Tenemos que sacarle el objeto que tiene incrustado en el cerebro, no creo que sea una bala común, eso lo hubiera matado...posiblemente.
— ¡Pues tiene que ser pronto! No sabemos cuánto tiempo Xiao Zhan podría dejarse llevar por sus emociones otra vez.
—&—
—Déjame intentarlo, Xiao Zhan. Déjame demostrarte que soy el elegido, dame esa oportunidad —Karian pidió. —No quiero forzarte, no me hagas querer hacerlo.
—No lo eres, Karian. No eres el elegido ¿¡Por qué no lo puedes entender!?
— ¿¡Por qué estás tan seguro!? ¿¡Eh!? ¿Acaso ya conociste al verdadero elegido?
Xiao Zhan abrió la boca para responder pero inmediatamente la cerró. Podría tomar ventaja de esta situación y vengar la muerte de Yibo.
Yibo...el ser que le había enseñado a amar realmente se había ido por siem-
¡Xiao Zhan! ¡Xiao Zhan soy Yue Yue!
Xiao Zhan frunció el entrecejo y se llevó una mano al oído, no, no tenía el intercomunicador, Yue Yue le estaba hablando mentalmente.
No ahora, Yue Yue. Deja mi mente en paz.
No, Xiao Zhan, escucha. ¡Yibo está vivo!
¿¡Q-Qué!? El corazón de Xiao Zhan soltó un latido y sus labios temblorosos formaron una sonrisa. Karian lo observó con confusión.
¡Yibo está vivo! Pero no está despierto aún...Nalea se está encargando de él, iremos pronto a sacarte de ahí, por favor resiste.
¡No! ¡No vengan! Alguno de ustedes podría salir lastimado, tengo un plan...yo...creo que podría funcionar.
¡Zhan Zhan eres el peor haciendo planes! ¡No lo hagas!
Xiao Zhan intentó bloquear la voz de Yue Yue en su mente, aunque suspiró aliviado por la noticia. Yibo seguía vivo, casi podría empezar a saltar de la emoción. Casi.
—Está bien —Xiao Zhan alzó la mirada hacia Karian —Intentemos hacer el ritual. Demuéstrame que eres el elegido —Dijo con una sonrisa bastante sugerente, pero tenía un plan en mente y esperaba que funcionara.
Karian le sonrió de regreso y llamó a un droide para que alistara la habitación para el ritual. Por fin, obtendría el poder que le correspondía...y estaría con el ser que había amado siempre.
—&—
—Interesante —Nalea murmuró mientras observaba los datos del objeto sobre la gran pantalla de la sala. La operación había terminado y Yibo se encontraba desnudo dentro de una cápsula líquida, recuperándose.
— ¿Qué sucede? —Yue Yue y Georg se acercaron junto a la alienígena.
—Ahora mismo el cerebro de Yibo está funcionando, de hecho nunca dejó de funcionar, incluso durante la operación. Este objeto no es una bala es un simulador de realidad alterna. —Nalea respondió sin quitar su mirada de la pantalla y manipular los botones de comando.
Georg y Anis se miraron confusos, alzando sus hombros sin entender lo que ella decía. Yue Yue estrechó la mirada.
— ¿Simulador de realidad alterna? ¿Qué es eso?
—Recuerdo haberlo leído alguna vez, es una nueva tecnología que los droides han estado desarrollando por años, el poder distorsionar nuestra mente.
— ¿Cómo? —Yue Yue preguntó sintiéndose torpe.
—Verás, ese simulador se incrusta en tu cerebro, exactamente en la zona de tu memoria y empieza a desviar las señales eléctricas en una dirección distinta, recreando así una realidad en tu mente que no existe realmente, distorsionando y mezclando situaciones.
— ¿Quieres decir que Yibo se encuentra dentro de una realidad creada por su mente?
Nalea asintió —Así es. Incluso si le hemos quitado el simulador, su cerebro sigue recreando esa realidad, está viviendo en un sueño...o pesadilla.
— ¿Cómo lo despertaremos?
—Tenemos que asegurarnos que no pierda la noción de su verdadera realidad, que no crea que lo que está viviendo en este momento es verdad. Pueden pasar, miles de sofiris en su memoria y acostumbrarse a ese escenario, si eso sucede, será imposible despertarlo. Para eso, necesitaremos tu ayuda, Yue Yue. Mi mente no es tan poderosa como la tuya.
— ¿Qué debo hacer?
—&—
Había amanecido y Yibo no había pegado un ojo toda la noche, estaba pensando una y otra vez en lo que estaba pasando. Wen Han nunca había desaparecido, se encontraba en la tierra, aparentemente nunca viajó a otras galaxias, Cheng Xiao era su novia y Xiao Zhan era novio de su primo...Dios, incluso sonaba ridículo.
— ¡Yibo! ¡A desayunar! —Se oyó la voz de su madre y cerró los ojos deseando regresar al mundo en donde estaba. Cuando abrió sus ojos todo era igual.
—No puedo creerlo —Murmuró para sí — ¿Es posible que lo haya soñado? ¿Todo?
Yibo se dirigió al baño, mojó su rostro y se secó sin más. Todo era tan extraño y aún sentía esa sensación de fastidio en su pecho.
Xiao Zhan.
Sentía que algo malo le estaba sucediendo o que le iba a suceder. Podía sentirlo y no podía estar ahí para protegerlo... ¿por qué si todo eso había sido un sueño aún sentía ese punzón en su corazón?
Salió del baño y se encaminó al comedor, no le importó si aún seguía vestido en sus piyamas, no podía importarle menos.
Se sentó en la mesa y esperó que su madre iniciara la conversación, no tenía ganas de hablar realmente.
— ¿Cómo amaneciste?
—Mal —Yibo respondió cortante.
Carman suspiró cansada y después de dejar el desayuno sobre la mesa, se sentó frente a su hijo.
—Yibo, cariño, ¿quieres que vayamos al médico? Lo que pasó anoche no es normal.
—No, estoy bien. Solo estoy muy cansado y... ¿Dónde está Wen Han? —Preguntó de pronto, su madre solo había preparado desayuno para dos — ¿y el abuelo?
—El abuelo está en el cobertizo y Wen Han...bueno, fue a recoger a Xiao Zhan al aeropuerto —Mencionó Carman arrugando un poco el rostro al mencionar a Xiao Zhan temiendo cómo podría reaccionar su hijo —Wen Han me contó lo que dijiste ayer y...
Yibo cerró los ojos y se llevó ambas manos a la cabeza, apoyando sus codos sobre la mesa.
— ¡Te dije que estoy bien! —Gritó —Estoy bien...
—Creo que mejor lo llamaré y le diré que no venga con él —Carman se levantó de inmediato para tomar el teléfono.
— ¿Qué dijiste? —Yibo alzó su cabeza de inmediato.
—Le diré a Wen Han que no traiga a Xiao Zhan, no te encuentras bien.
— ¡No! ¡Que lo traiga! Quiero verlo...—Yibo dijo casi en un ruego, levantándose de la mesa y agarrando el brazo de su madre —Por favor...
Carman asintió sin entender qué le pasaba a su hijo ¿es probable que...?
—Hijo ¿sientes algo por el novio de tu primo?
Yibo la miró por unos prolongados minutos y empezó a reír con torpeza
— ¿Yo? Eh...no, solo...tengo algo pendiente con él, es todo.
— ¿Seguro? — preguntó no creyendo a su hijo en lo absoluto.
— ¡Claro que sí! No te preocupes, mamá.
Yibo subió a su habitación y lo primero que hizo fue cambiarse, quería ver a Xiao Zhan. Quizá él sí podía recordar algo, quizá ambos estaban atrapados en este universo alterno y ambos se ayudarían a escapar de él.
Esperó en su habitación, mirando a través de la ventana alguna señal de su primo y Xiao Zhan. Se sentía ansioso, lo que no entendía era porque aún tenía ese punzón de molestia, se supone que lo vería, no debería estar pasando esto ¿no?
A la distancia, pudo ver un auto aproximarse y detenerse en el camino al frente de la casa. Pudo ver a su primo bajar del auto y del asiento copiloto, bajaba Xiao Zhan. Se veía hermoso como era...pero vestía completamente diferente a como estaba acostumbrado a verlo. Varios collares colgando sobre su cuello, un chaleco de cuero y un polo suelto por dentro y unos lentes de sol. Su cabello corto, negro y un flequillo colgando delicadamente a un lado de su frente.
Yibo observó como Xiao Zhan se acercaba hacia el cobertizo donde el abuelo Dan hacía su aparición y lo saludaba con un abrazo, intercambiaron un par de palabras y luego Wen Han tomó la mano de Xiao Zhan para dirigirse a la puerta frontal de la cama.
— ¡Oh, querido, bienvenido! —Escuchó la voz de su madre saludar al nuevo invitado.
Yibo se apuró en salir de su habitación y corrió, casi tropezándose, hacia la sala.
— ¡Xiao Zhan! —Yibo llamó cuando hizo su aparición en la habitación.
Xiao Zhan quien le estaba sonriendo a Carman, dirigió su mirada a Yibo con cierto asombro.
—Oh, hola Yibo ¿Cómo estás? —Sonrió, estrechando su mano para saludarlo. Yibo frunció el entrecejo y miró confundido la mano de Xiao Zhan. No, este no podía ser Xiao Zhan, él no le estrecharía la mano como saludo. Bueno, tal vez, sí, pero solo cuando estaban solos...y no exactamente como saludo.
Xiao Zhan miró con extrañeza al primo de su novio y carraspeó incómodo por la situación, bajando su mano. Wen Han le dirigió una mirada de molestia a Yibo y agarró a Xiao Zhan de la mano.
—Tía Carman, esteremos viendo una película en mi habitación.
—Claro, hijo, adelante.
—Vamos, Zhan —Wen Han se llevó a un incómodo Xiao Zhan.
— ¡Yibo! —Carman renegó — ¿Qué educación es esa? ¿Por qué no lo saludaste?
Yibo no contestó. El punzón en su pecho aún estaba ahí y dolía más que nunca.
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La habitación estaba lista, en medio del suelo había una tela, Karian se había asegurado que fuera la tela más fina. El ritual tenía que ser perfecto, el momento en el que recibiera el poder y el ika tenía que ser perfecto. Además, el momento en el que su futuro hijo sea concebido tenía que ser perfecto.
Xiao Zhan no había puesto resistencia, pero no por eso tenía sus manos libres, de hecho, tenía las manos sujetadas con esa cuerda molestosa...otra vez.
Cuando Xiao Zhan entró a la habitación no pudo evitar soltar un suspiro de sorpresa, el ambiente era tan relajante y la fina tela sobre el suelo era preciosa. Lo que no entendió fue el jarrón de cristal sobre la pequeña mesa.
— ¿Qué es eso? —Preguntó el alienígena haciendo un gesto hacia el jarrón.
—Es el líquido de la reproductividad. Lo beberás y comenzaremos con el ritual. Deberías tener claro que concebir un hijo, no puede ser de forma natural, ni aquí ni en ninguna galaxia lejana Xiao Zhan.
— ¿C-Cómo? —Xiao Zhan abrió los ojos en pánico, claro que sabía que era ese liquido solo que quería salir de dudas y eso no estaba en sus planes. No podía beberse ese líquido, si lo hacía y su plan no llegara a concretarse, entonces haría el ritual con Karian y podría... ¡Demonios! — ¡No! —Xiao Zhan negó con la cabeza — ¡No, no, no! ¡No voy a beberme eso! ¡No quiero!
— ¡Vas hacerlo!
— ¡No!
—&—
— ¡Wen Han, no! ¡Detente! —Se oían risas en la habitación contigua y a pesar de que Yibo aplastaba su rostro sobre el colchón y se tapaba los oídos, no dejaba de oír las risitas de Xiao Zhan y Wen Han en la otra habitación.
Era insoportable, no podía...era la peor tortura que podría estar viviendo. Su pecho dolía y mucho. Sentía como si se estuvieran burlando de él y del sentimiento de dolor llegó al sentimiento de ira. Quería que se callaran.
Se levantó de la cama y se encaminó a la habitación de su primo, abrió la puerta de golpe y les recriminó — ¡Pueden cerrar sus jodidas bocas!
Xiao Zhan y Wen Han estaban sentados sobre la cama viendo la película de comedia desarrollarse en la tv y pronto se quedaron en silencio observando a Yibo como si se tratara de un bicho raro.
— ¿Qué mierda, Yibo? ¿Cuál es tu problema?
— ¡Solo cállense! ¡Cállense!
Wen Han iba a levantarse de la cama para enfrentarse con su primo, la verdad es que ya le había tocado los huevos lo suficiente y quería darle una paliza por imbécil. Pero Xiao Zhan lo detuvo, le susurró algo al oído y se paró en su lugar.
— ¿Yibo?
Yibo alzó la mirada para ver a Xiao Zhan en frente de él, tenía el ceño ligeramente fruncido pero por la mirada que tenía en sus ojos, solo podía ver compasión.
Lo que faltaba, ahora Xiao Zhan sentía lastima de su miseria. Todo perfecto.
— ¿Qué quieres?
— ¿Quieres hablar conmigo? ¿Podemos hablar?
Yibo miró a Xiao Zhan con extrañeza y luego a su primo, quien rodó los ojos y se levantó de inmediato de la cama.
—Espero que esto se arregle pronto. —Wen Han dijo amargo y salió de su habitación no sin antes empujar con su hombro a Yibo para demostrar su fastidio.
Xiao Zhan cerró la puerta y le pidió a Yibo que se sentara.
—Wen Han me comentó que actuaste extraño esta madrugada y me mencionaste, quiero saber si... ¿tienes algún problema conmigo? ¿Algo que necesites aclarar? —Xiao Zhan preguntó con voz suave, no queriendo discutir realmente. Yibo solo quería abrazarlo y quería tener a su Xiao Zhan de regreso.
—Yo...—Yibo no sabía qué decir realmente. Si su madre y su primo no le creían ¿por qué este Xiao Zhan sí lo haría?
Fue entonces que Yibo oyó la voz de Yue Yue en su mente.
¡Yibo! No sé si puedas oírme, si es así menciona mi nombre.
— ¡ Peng Chu Yue! — dijo de pronto y el Xiao Zhan en frente de él lo miró confundido.
¡Yibo! ¡Hombre! Me reconociste, eso es fantástico, eso quiere decir que no has perdido la noción de tu verdadera realidad. Escucha, lo que sea que estés viviendo, no es real. La persona que está en frente de ti, no es real...bueno, lo es en tu memoria, pero no en ese universo alterno.
— ¿A qué te refieres? —Yibo le dio la espalda a Xiao Zhan y miró a un punto fijo en la nada.
— ¡Wen Han! ¡Creo que tu primo se volvió loco, está hablando solo! —Xiao Zhan llamó a Wen Han y caminó despacio hacia la puerta de la habitación.
Estás atrapado en un universo alterno creado por un simulador de realidad alterna. ¿Recuerdas qué sucedió en el campo de batalla cuando Xiao Zhan quiso auxiliarme?
—Un droide disparó en su dirección... ¿¡Está bien!? Dime que no le dispararon —Yibo cayó sentado sobre la cama de su primo, comenzando a hiperventilar por lo que estaba ocurriendo.
Por suerte, no dispararon a Xiao Zhan.
Yibo respiró aliviado.
Te dispararon a ti.
— ¿Qué?
Todo fue un acto de reflejo, querías protegerlo y no lo pensaste dos veces para empujarlo y ser el blanco de esa bala...o simulador, lo que sea.
— ¿Cómo demonios salgo de aquí, Yue Yue? ¡Siento que voy a volverme loco!
Saldrás pronto de ese estado y necesito que cooperes. Cierra tus ojos y olvídate del lugar en donde estás ahora. Mantén los pensamientos de la última vez que estuviste aquí. El campo de batalla, los droides, Xiao Zhan yendo a auxiliarme, tú yendo tras de él para detenerlo. Cada detalle.
Yibo hizo lo dicho por el rubio alienígena y todo a su alrededor empezó a dar vueltas o esa fue la sensación que tuvo. De pronto, no solo oía las voces de Yue Yue, sino también las voces de su madre, Wen Han y Xiao Zhan de aquel universo alterno, llamándolo, preguntándole qué le pasaba, qué despertara. Pero Yibo tenía que hacer caso omiso a esos llamados, ellos no eran su realidad, ya no más.
Como si hubiera estado sumergido debajo del agua por horas y sin poder respirar, el cuerpo de Yibo se abalanzó hacia delante, buscando aire y cayendo al suelo frío, metálico de la nave.
—M-Mierda —Siseó entre respiraciones ahogadas y una tos continua. Se giró de espaldas y empezó a tomar tantas bocanadas de aire como le era posible, sentía que se estaba ahogando. Cerró sus ojos e intentó controlar su respiración, su pecho desnudo subía y bajaba pausadamente este vez.
— ¡Yibo! —Yue Yue gritó emocionado — ¡Lo lograste!
—No me sorprende que este humano haya sido el elegido, muy bien, colega —Anis felicitó.
Yibo abrió los ojos lentamente y pudo ver tres rostros observándolo con curiosidad, pudo reconocer a todos. Yue Yue, Georg y Anis. También notó que estaba desnudo...y mojado.
—Ponte este traje, si quieres llegar a tiempo a buscar a Xiao Zhan. —Georg lanzó un traje y Yibo apenas tuvo el reflejo para poder atraparlo.
Sintiéndose un poco adormecido, Yibo se sentó en el suelo y comenzó a colocarse el traje, su cuerpo ya empezaba a secarse rápidamente.
— ¿Dónde está Xiao Zhan? —Preguntó con voz ronca, pero lo único que recibió como respuesta fue una mirada de preocupación de sus compañeros. — ¿Dónde está? Puedo sentir que está vivo...pero no está bien.
La miraba que Yue Yue, Georg y Anis se dirigían entre ellos inquietó a Yibo y se levantó de inmediato del suelo ya con el traje puesto — ¡Pregunté dónde está Xiao Zhan! ¿Por qué nadie me responde? —No pudo evitar alterarse.
Anis carraspeó —Está en lo torre de Karian —Finalmente dijo.
—Entró en una pequeña crisis cuando vio que te dispararon y no tuvo las fuerzas necesarias para escapar de la celda —Yue Yue añadió.
—Unos droides llevaron la celda hacia la torre...—Georg intervino.
—Yo hablé con él mentalmente y...no sé qué tipo de plan tiene pero no quiere que ninguno de nosotros nos acerquemos a la torre.
— ¡Habla con él nuevamente! —Yibo insistió.
Yue Yue negó con la cabeza —No puedo, su mente está bloqueada y eso sucede cuando está peleando, debe estar peleando con Karian en estos instantes.
—Oh no, maldición —Yibo se encaminó al área de las naves pequeñas para tomar una y dirigirse a la torre.
— ¿Qué rayos crees que haces? —Yue Yue preguntó.
— ¡voy por Xiao Zhan!
— ¿Estás loco? Hombre, hay un batallón de parkos y kamlos ahí abajo, ¿quieres matarte? ¡Agradece que fue un jodido simulador en tu cerebro y no una maldita bala! —Anis se quejó.
—Déjenlo —Georg dijo cruzado de brazos, despreocupado mirando al humano con confianza —Es el elegido ¿lo recuerdan? Si confiamos tanto en Xiao Zhan, sé que podemos confiar en él también. Adelante, Yibo.
—Gracias, Georg.
—Estás tan loco como Xiao Zhan, no me sorprende que ambos tengan que estar juntos —Yue Yue meneó la cabeza —Adelante.
—Gracias, Yue Yue.
— ¿Sabes manejar una nave en primer lugar? —Preguntó Anis y todos miraron a Yibo esperando una respuesta positiva.
—Bueno, al parecer los comandos son parecidos a la nave de Xiao Zhan cuando aterrizó en la tierra, fui su copiloto en algún momento y me enseñó lo básico. Al menos sé cómo elevarla.
Todos se llevaron la palma de la mano al rostro y sin más, Yibo salió de la nave en busca del alienígena. Su Alienigena Xiao Zhan.