El Omega y el Emperador: Prim...

Bởi NekoMatsuyama

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ACLARACIONES
CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
CAPÍTULO 9
CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 12
CAPÍTULO 13
CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 15
CAPÍTULO 16
CAPÍTULO 17
CAPÍTULO 18
CAPÍTULO 19
CAPÍTULO 20
CAPÍTULO 21
CAPÍTULO 22
CAPÍTULO 23- PARTE 1
CAPÍTULO 23-PARTE 2
CAPÍTULO 24
CAPÍTULO 25
DISEÑOS Y MAPAS
CAPÍTULO 26
CAPÍTULO 27
CAPÍTULO 28
CAPÍTULO 29
CAPÍTULO 30
CAPÍTULO 32
CAPÍTULO 33
DISEÑOS DE PERSONAJES
CAPÍTULO 34
CAPÍTULO 35
ESPECIAL 1: ENCUENTROS, REGALOS Y CORTEJOS
ESPECIAL 2: NIEVE, JUEGOS Y BEBÉS
CAPÍTULO 36
CAPÍTULO 37
CAPÍTULO 38
CAPÍTULO 39
CAPÍTULO 40
CAPÍTULO 41
CAPÍTULO 42
CAPÍTULO 43
CAPÍTULO 44
CAPÍTULO 45
CAPÍTULO 46
CAPÍTULO 47
CAPÍTULO 48
CAPÍTULO 49
CAPÍTULO 50
EL CAMINO A LA SEGUNDA TEMPORADA
LA SEGUNDA PARTE DE EL OMEGA Y EL EMPERADOR

CAPÍTULO 31

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Bởi NekoMatsuyama

CAPITAL DEL IMPERIO-YILING WEI

OFICINA DEL EMPERADOR

4 días atrás


Lan Wangji estaba aprendiendo mucho de Yiling Wei.

Vestido en rojo y negro, sentado en el trono de Wei Wuxian frente al escritorio lleno de documentos, Lan Wangji se encargó de revisar cuidadosamente cada uno de ellos, hacia pequeñas anotaciones en una hoja, colocaba los documentos menos relevantes a la izquierda, mientras los más importantes eran colocados en la esquina derecha del escritorio, justo como se lo había prometido al emperador.

Así que, mientras Wei Wuxian se encargaba de resolver algunos asuntos con los ancianos en el salón de las estrategias, Lan Wangji se encargaría de terminar esto para que Wei Wuxian solo necesitara firmar los acuerdos correctos y rechazar los que no eran útiles.

La última junta a la que entró Lan Wangji había hablado sobre el festival, y aunque ninguno de los ancianos lo mencionó, Lan Wangji sabía que estaban preocupados por Wu Meihua, al igual que su marido.

Al Lan Wangji también le preocupaba.

Al igual que le intrigaba la extraña relación entre los hermanos, que ahora eran líderes de lo que un día fue en conjunto el territorio de Yunmeng Jiang.

Terminando con el último rollo, Lan Wangji se levantó, deshizo las arrugas de sus túnicas y bajo los escalones dirigiéndose a la salida, probablemente Wei Wuxian ya había terminado con la junta y estaría hambriento, al igual que él, así que debería ayudar a preparar la comida y tenerla lista para cuando el apareciera.

Pero cuando las puertas se abrieron y se dispuso a salir, lo primero que apareció ante sus ojos fue la alta figura del señor Suibian, haciéndolo quedare quieto en su lugar.

—Necesito que me ayudes a deshacerme de Wu Meihua—.

Eso... fue bastante directo.

Abriendo el camino para permitirle salir, el señor Suibian siguió sus pasos cuando Lan Wangji caminó con calma bajando las escaleras.

—Señor Suibian—.

—Aunque Wei Ying no lo quiere ni le agrada esa persistente Mantis es algo peligrosa, no creo que necesites explicaciones para saber que él y yo no estamos todo el tiempo juntos como tu guardián y tú, pero tu si estarás con él, eres su esposo y tienes derecho de intervenir, por eso necesito que me ayudes a deshacerme definitivamente de esa Mantis—.

—Creí que le desagradaba—.

—¡¿Ah?!, ¿Quién ha dicho que me desagradas?, ¿Qué dijimos de no dar nada por hecho? —.

—Lo siento—.

—Aunque tampoco es como si me agradaras mucho, pero estamos aquí, Wei Ying te quiere, tu lo quieres a el y ahora se están adaptando al matrimonio, ¿de qué me serviría pelearme con el omega que escogió Wei Ying?; como sea, eres la mejor opción, es por eso que apostaré todo a ti—.

Lan Wangji no sabía cómo interpretar esas palabras.

—No planeo pelear con esa persona—.

—Tal vez tu no, pero es muy probable que él sí, lo conozco muy bien, me basto un simple evento y una ardua investigación para entender el tipo de persona que era, y créeme cuando te digo que no es alguien bueno—.

—¿Qué debería hacer entonces? —.

—La primera parte esta aquí—Saco de sus ropas un rollo que le fue ofrecido en el acto—Analiza a tu enemigo, sus reacciones, su personalidad, sus deseos y objetivos; si quieres ser tomado en serio debes dejar de depender de tu guardián y enfrentar a esa persona solo—.

—Yo... no soy dependiente de Bichen—.

—Lo eres, no te das cuenta, pero es la verdad; el primer paso para encontrar tu camino es la independencia, todos en algún momento necesitamos de la ayuda de otros, es parte de la naturaleza en general, sin embargo, hay un límite entre ser ayudado y volverse dependiente, y tú, pequeño Lan, has cruzado esa línea por mucho tiempo sin darte cuenta­—.

¿Realmente era tan dependiente de Bichen?

Esto era un poco vergonzoso.

—Es por eso que necesitas aprender del enemigo, y por eso te estoy dando esto en especial—.

Pasaron por un hermoso puente, lar brillantes carpas rojas que contrastaban en el estanque eran hermosas y las palabras del señor Suibian eran directas.

—Escucha muy bien, pequeño Lan, ese mocoso es como un pequeño insecto, uno que buscará provocarte, aun si sus palabras son molestas, no dejes que consiga lo que quiere, si caes en su juego el pensará que habrá ganado, no le dejes sentir —.

Una suave brisa sacudió sus cabellos y deteniendo sus pasos, Lan Wangji se enfrentó ante el guardián.

—¿Señor Suibian? —.

—¿Si, pequeño Lan? —.

—¿Por qué odia tanto a Wu Meihua? —.

¿Qué había hecho esa persona, para que este inmortal llegara al punto de pedirle ayuda?

—No voy a decírtelo, porque no tiene sentido hablar del pasado, pero si puedo decirte que sus intenciones no son buenas, tu concéntrate en el ahora—.

—¿Wu Meihua quiere dañar a Wei Ying? —.

—Solo te diré algo, si realmente quieres cuidar a Wei Ying, no lo dejes solo en ningún momento del festival... no dejes que esa persona se acerque a él—.


PALACIO HUANGLING-YICHANG

Tiempo actual


El Festival de las Siete Flores era uno de los mas hermosos en todo el imperio.

Creado como una festividad al emperador por su coronación, misma celebración que Wei Wuxian le había dado a su pueblo como una muestra de su cariño hacia su gente.

Entre la belleza del arte y el abandono de las restricciones entre géneros, el mundo que su emperador deseaba crear florecía como las mismas flores en la cumbre del palacio Huangling, apoderándose de las hermosas calles de Yichang que eran cubiertas con brillantes decoraciones carmesí, que representaban a la calamidad que abrió el camino del Dios Complacido el día que todo comenzó.

Era así, como en un amanecer rojo de mayo, ante los ojos de los señores de los clanes aliados, el festival se inauguraba con la danza de las siete flores, donde los triunfadores del concurso de danza deleitaban a su público entre colores, talento y la gallarda imagen de la belleza plasmada ante los ojos de los mortales.

Y la arrogante figura de Wu Meihua, que se pavoneaba gustoso sin apartar su mirada de Wei Wuxian, arruinó un poco el panorama de Lan Wangji.

Con gracia su manos siguieron a la música, como una serpiente marina que danzaba con las olas uniéndose a la armonía del mar, una suave y traviesa sonrisa brilló en sus labios rosados y los penetrantes ojos de tono almendra, que Lan Wangji logró distinguir, chocaron con los suyos.

Y una sonrisa desagradable brillo sobre su bonito rostro.

Ni siquiera se conocían, sin embargo, ambos lo supieron en ese momento.

Fue desagrado a primera vista.

Y, como si esa persona buscara provocarlo, la sonrisa se volvió burlona, los ojos almendra brillaron en travesura y sus movimientos se volvieron más audaces pasando su mirada al emperador, que simplemente no quería ver, como si el mirar dicha escena, sin importar que se tratara de un instante o medio palo de incienso, podría llevarlo directamente a la tumba.

Lan Wangji se sintió incómodo, sin embargo, por primera vez ese inexpresivo rostro suyo ayudó bastante.

No caería en sus provocaciones, no le daría el gusto.

Su agarre a la mano de Wei Wuxian se volvió un poco más fuerte y sus ojos se encontraron con el emperador que no entendía nada, ni el pesado acoso de Wu Meihua o el extraño aroma picante en las flores blancas que adornaban a Lan Wangji.

―Lan Zhan... yo―.

―Wei Ying―.

En ese momento ambos dejaron de pensar en el ambiente y se concentraron en la mirada del otro, el dorado de Lan Wangji le mostró su incomodidad y Wei Wuxian, incluso para sorpresa propia entendió el motivo sin tener que mirar.

Sosteniendo su mano gentilmente, Wei Wuxian le dio una suave sonrisa y sus palabras fueron claras.

― ¿Sabes, Lan Zhan?, no me gustan las flores de cerezo―los ojos de Lan Wangji brillaron, entre duda y emoción, Wei Wuxian continuó―Me gustan más las orquídeas, mucho más las que vienen acompañadas de jazmines y sándalo―.

Los ojos de Lan Wangji bajaron a sus túnicas y Wei Wuxian no pudo evitar reír cálidamente, lamentando internamente que el peinado de Lan Wangji no le permitía ver sus adorables oídos.

―Lan Zhan, eres tan lindo, el más adorable de todos―y el cómo Lan Wangji seguía aferrando su mano a la suya, a pesar de su vergüenza solo hizo que el emperador riera lleno de amor.

Ante los invitados, la hermosa imagen del emperador riendo hacia la emperatriz fue algo verdaderamente sorprendente, era una risa dulce, sincera y casi infantil.

Ninguno de ellos recordaba haber visto al apuesto hombre que era su líder sonreír de esa manera, los señores de Yiling Wei pensaron lo mismo, en sus tiempos como el tercer príncipe era normal, sin embargo, ahora, eso era completamente inusual.

Entonces... ¿Los rumores sobre su romance desde la juventud eran ciertos?

Ningún señor, heredero o simple hijo supo si era verdad, y nadie se atrevería a preguntar sobre un tema, del cual ya habían sido advertidos.

En el centro de la plaza, rodeados de colores cálidos y seda bordada en cerezos, una bonita y adorable boca se torció en una sonrisa falsa, sus compañeros no supieron hacer más que continuar su danza hasta el final ignorando al omega, el mismo, que en ningún momento Wei Wuxian quiso mirar.

Su ofensa fue mucho mayor y su partida desapercibida.

Los fuegos artificiales llenaron el cielo, el sonido de los aplausos, tambores y trompetas dieron una clara señal y el festival fue oficialmente inaugurado con el sonido del gong.

A las afueras del palacio, la gente miró maravillada las luces sobre el cielo que lentamente se bañaba con el color del día, los puestos fueron abiertos, los transeúntes aumentaron en las afueras, linternas con estampados de flores fueron puestas a la venta, llenando de color la plaza exterior donde la gente podría disfrutar del festival.

Y sobre el cielo, cuando el dorado mezclado en azul brilló resplandeciente ante el sol, un fuego artificial rojo con el emblema de un dragón persiguiendo a un fénix declaro este, como el primer festival del primer fénix de la dinastía Wei, siendo algo que el imperio podría ver como una declaración al mundo entero de la verdad.

Lan Wangji estaba impresionado.

Ahora todo el mundo lo sabía.

Eran un "verdadero matrimonio", olían igual al otro, sus feromonas dejaban obvios sus sentimientos y aun sin mostrar una marca, nadie se atrevería a dudar de la veracidad de su enlace.

Mucho menos el omega que abandonó la plaza tan pronto terminó el baile.

Entonces los tambores y las trompetas sonaron, el guardián espiritual del dragón, vistiendo la armadura de general camino hacia el emperador, la capa se ondeó dándole brillo a los bordados de sus túnicas, y frente a sus majestades imperiales, con una breve reverencia, sus ojos miraron a Wei Wuxian con seriedad.

Y con un asentimiento, el emperador le permitió hacer lo que debía.

Dándole la espalda al matrimonio imperial, el gran guardián espiritual se agachó, juntó sus manos, acumuló suficiente energía dorada a su alrededor como un torbellino dorado rodeándolo.

Con el dorado brillando aún más intenso en su mirada, Suibian golpeó el suelo con su palma derecha, y en una tormenta que bañó de oro a cada persona dentro y fuera del palacio, así como el bosque y el pueblo que rodeaban al mismo, el gran inmortal conocido como "Polilla de Oro protegió Huangling.

Ahora, ningún individuo que fuese ajeno a dicho festival podría pasar, la barrera protegería al pueblo que miraba impresionado la gran barrera dorada, como un hermoso domo que ahora cuidaría el lugar.

Los grandes señores miraron con admiración al guardián, quien, con solo una mirada, dio permiso para que la "Belleza Fría", admirada y temida por los hombres, que le conocían por su sádico deseo de torturar a aquellos que se atrevieran a atentar contra la integridad de un omega, miraron como aquel impresionante ser de belleza sobrehumana pasó al frente con la dignidad que distinguiría a un príncipe.

Magnífico.

Justo como el guardián del dragón, "La Belleza Fría" acumuló suficiente energía brillante en celeste, como una tormenta invernal que se expandió hasta llegar a la barrera dorada, dotándola de hermosos patrones de copos de nieve aumentando la estabilidad de la misma con la fuerza de su energía como si de hielo duro se tratara.

Los señores miraron fascinados el trabajo de ambos guardianes, los cultivadores principales de Yiling Wei, que ahora portaban orgullosamente las túnicas del clan disfrutaron de la vista, y los sirvientes que traen la comida llegaron al lugar repartiendo mesa por mesa. mientras la música comenzaba.

Los guardianes espirituales giraron hacia sus maestros, dieron una breve reverencia y tal como correspondía, caminaron hacia sus maestros y se sentaron en los asientos que habían sido ubicados a un escalón de distancia para ellos.

A diferencia de lo que Lan Wangji estaba acostumbrado, el banquete comenzó con risas, alegría y calidez.

Los señores conversaban alegremente, algunos niños que habían venido reían y llenaban de vida el lugar con sus voces y juegos, los séquitos había tomado su lugar junto a los cultivadores principales justo debajo de los escalones y sus rostros mostraban felicidad desmedida.

Xiao Xingchen y Song Lan sostuvieron sus manos mirándose con cariño, Luo Qingyang y Wen Qing parecían divertirse hablando sobre algo que Lan Wangji no podía escuchar, Wen Ning y Qin Su compartieron miradas, e inclusive los niños disfrutaban sentados adecuadamente tras el séquito Feng, mientras las risas de A-Qing llegaba a sus oídos.

No se parecía en nada a la Conferencia de Discusión Imperial de hacía cinco años que lo inició todo.

Y era natural cuando ahora quien gobernaba era Wei Wuxian.

Justo como debía ser.

A Lan Wangji le gustaba ese ambiente, más allá del ajetreo y el ruido al que no estaba acostumbrado, la paz, alegría y calidad que se respiraba en un ambiente llenos de múltiples aromas y colores iba más allá de lo que no esperaba mirar, y menos, sentir cada uno de esos sentimientos cuando sus ojos por fin miraban al hombre que ahora era su marido.

Wei Ying era tan hermoso, porque su belleza iba más allá de apariencia y superficialidad.

Y Lan Wangji era tan afortunado de poder estar con la persona que amaba.

—Lan Zhan, ¿Todo esta bien?, ¿El ambiente te está incomodando? —.

Lan Wangji negó, sus ojos siguieron mirando el gris de Wei Wuxian.

Tan hermoso, justo como él.

—Si llega a cansarte o molestarte, no dudes en decirme, ¿esta bien?, podemos ir a la torre mayor, desde ahí se ve todo muy bien, claramente los séquitos irían con nosotros, Lan Zhan no tiene que presionarse a estar en un ambiente muy concurrido si no le gusta—.

—Hmn, estoy bien, Wei Ying debe disfrutar el festival—.

—¿Cómo puedo disfrutarlo si Lan Zhan no se siente a gusto?; Lan Zhan, para mí, lo más importante es que te sientas cómodo, y que disfrutes del festival de la manera en que tu te sientas bien, así que no tienes que preocuparte por eso, si en algún momento te sientes cansado o quieres ir a caminar y estirar las piernas podemos hacerlo, no tenemos que estar todo el día aquí—.

Wei Wuxian acercó tentativamente su mano, como si pidiera permiso de tomar la suya, y Lan Wangji no dudó en ofrecérsela cuando sus ojos se encontraron y esa hermosa sonrisa le fue regalada.

—¿Lan Zhan confiará en mí?, ¿Lan Zhan me dirá si en algún momento algo se siente mal? —.

Y Lan Wangji asintió entrelazando sus dedos y bajando su mirada.

Wei Ying era tan amable, tan gentil y considerado.

En verdad era un omega tan afortunado.

Tras una serie de bailes que mostraban la entrega de los participantes, un sirviente se acercó al trono, una suave reverencia les fue ofrecida a ambos y el beta susurró al oído del emperador.

—Los señores de los clanes aliados desean pedir el permiso del emperador para presentarse adecuadamente a su alteza imperial, después de todo, por cuestiones de tradiciones y demás, el día de la boda imperial no pudieron hacerlo adecuadamente, y desean saber si su majestad imperial les podría permitir eso, incluso traen regalos—.

Agradeciendo al sirviente por su información lo despidió, se acercó a Lan Wangji quien le miraba con curiosidad, con una linda sonrisa y voz suave, Wei Wuxian explicó.

—Lan Zhan, realmente eres tan sorprendente, los señores quedaron encantados contigo y quieren saludarte correctamente, incluso traen regalos para ti, ¿Te gustaría que lo hicieran? —.

Pensándolo un poco, Lan Wangji miró hacia el frente, desde sus lugares varios de ellos observaban expectantes y al final asintió, y Wei Wuxian tomó esto como un permiso.

Aclarando su garganta y levantando su copa, el emperador hablo con voz grave.

―Que inicien las presentaciones―.

Con el sonido de un gong cada clan se presentó adecuadamente en la plaza.

Los colores distintivos de cada uno, así como las túnicas fácilmente reconocibles de los clanes del sur se postraron ante los ojos de Lan Wangji, el nombre de cada clan fue declarado en alto con orgullo y de parte de cada uno, tres regalos en especial le fueron otorgados como un reconocimiento de su nueva posición.

Desde los clanes más pequeños y los regalos más humildes, sonrisas brillantes, regalos significativos y deseos prósperos para su matrimonio; hasta los clanes más crecientes con regalos más costosos.

Lan Wangji agradeció sinceramente cada regalo, con palabras simples, pero agradables, escuchó cuidadosamente cada palabra, halago y sus buenos deseos, miro detenidamente las sinceras sonrisas. Y se sintió apenado cuando Wei Wuxian no hacía más que hablar demasiado bien de él.

Un líder de clan, que les había regalado un incensario de piedra roja dijo.

―Emperador, estos en verdad están sorprendidos, habíamos oído que su alteza imperial era una belleza deslumbrante, pero ahora que estamos ante él, nos damos cuenta que ni siquiera las palabras podrían describir cuan hermoso era el Fénix de Jade―.

― ¿Verdad que sí?, mi esposo es el más hermoso del mundo, no hay omega que pueda compararse a él―.

Lan Wangji llegó a escuchar un crujido, pero no le dio importancia, tan solo podía mirar los brillantes ojos de su marido.

Clan por clan pasó ante ellos, cientos de colores resplandecieron frente a Lan Wangji, e incluso un grupo de niños les regalaron ramos de las flores más hermosas que se cosechaban en su región.

Los clanes aliados eran impresionantes.

Entonces llegó el momento de un clan principal.

― ¡Clan Meishan Yu! ―.

El clan militar Meishan Yu era reconocido, por ser el clan de nacimiento de Yu Ziyuan.

Como uno de los clanes más poderosos que podían por poco asemejarse a los cuatro reinos principales, el clan de las poderosas alfas de pieles cremosas y rasgos feroces era de temer.

Meishan Yu siempre había sido liderado por mujeres alfa, como poderosas guerreras que demostraban cuan imponente podía ser alguien de su casta.

Y el pelotón que abrió el paso a la líder del clan, era la mayor muestra de ello.

Como un ejemplo de su linaje, la mayor Yu caminó imponente ante los ojos del matrimonio imperial, sus ojos tan claros como el cristal miraron directamente el emperador sin apartarse, las túnicas verde agua acompañadas de violeta y detalles plateados se ondearon con su caminar, mientras el cabello negro cuervo yacía decorado con un tocado de plata pura.

Instintivamente sus ojos pararon a Wei Wuxian.

El mirar a la madre alfa de la difunta y honorable Yu Ziyuan frente a frente, parecía ser un momento un poco tenso para Wei Wuxian, Lan Wangji pudo deducirlo en como su mano se presionó un poco sobre sus túnicas y sus ojos titubearon para mirarla.

La mayor Yu, fue quien dio el primer paso.

―Meishan Yu le da sus saludos a su alteza imperial, no hay duda que el emperador ha hecho una grandiosa elección―.

Lan Wangji recordó un viejo retrato, aquel que Bichen había conseguido, la piel cremosa, los rasgos feroces, el rostro frio como el jade y la mirada poderosa, era impresionante el parecido entre la Mayor Yu y Yu Ziyuan, y ese pensamiento le hizo pensar que tal vez, para Wei Wuxian, mirar esos rasgos que conocía mejor que nadie en ella era complicado.

Posiblemente doloroso.

―Meishan Yu ofrece al matrimonio imperial tres regalos en especial―.

Con un movimiento de su mano los sirvientes presentaron tres cajas, la primera fue abierta mostrando el regalo.

―El primero de todos es un espejo de cobre, con el motivo de un fénix portando un ramo de orquídeas, finamente esculpido, como un simbolismo de perfección y plenitud, representando la radiante belleza del Fénix de Jade, con el deseo de que su matrimonio prevalezca más allá del tiempo como su belleza―.

Una segunda caja apareció, de cuarenta centímetros cuadrados les fue ofrecida, sobre esta flores de loto con tonos púrpura y líneas pintadas de dorados decoraron la tapa.

―El segundo es más sencillo, una serie de peines para su alteza imperial, fabricados con el agar más fino de Meishan Yu, buscando desear que su unión prevalezca más allá de la vejez―.

La caja fue abierta y los peines aparecieron ante la vista de Lan Wangji, cada uno tenía una flor finamente esculpida sobre la madera, los detalles eran simplemente preciosos, Lan Wangji olfateó discretamente, sin duda era agar de calidad, como la madera de su marido.

―Cada uno fue hecho por nuestro mejor artesano, varios de ellos están decorados con flores que buscan realzar la belleza de la emperatriz, al igual que con las flores de loto de Meishan Yu, que demuestran que el emperador siempre tendrá nuestro apoyo, pase lo que pase―.

―Hmn, esta emperatriz agradece a la mayor Yu―.

Lan Wangji aceptó la caja, sintiéndola tan valiosa como cualquier regalo, pero sin perderse de cómo los ojos de su marido bajaron al suelo, las flores de su aroma se cerraron brevemente y un frágil y casi imperceptible sentimiento de tristeza llenó de niebla el muelle veraniego.

Las palabras que Wei Wuxian le dijo cuando volvían al palacio tras la Campaña de Revisión de Yiling.

"―... cuando era niño fui adoptado por el clan Jiang, justo como adopté a A-Yuan, ellos me adoptaron a mí, tanto en aroma como en hogar, por eso olemos igual―.

Lan Wangji lo sabía, Yu Ziyuan aún era una herida que dolía en Wei Wuxian.

―Y el tercero, es un ábaco de oro, que busca desearle al matrimonio imperial una vida próspera, donde no solo sean las riquezas abundantes, sino también la confianza, la felicidad, el respeto y el amor―.

Wei Wuxian asintió.

―Este emperador agradece sus regalos―.

Yu Ziyuan y Wei Wuxian, el emperador y la Mayor Yu.

¿Qué era lo que estaba pasando ante sus ojos?, ¿Por qué olía culpa en las flores de loto de la Mayor Yu?, ¿Por qué había tristeza en Wei Wuxian?

"―Hay muchas cosas que quiero contarte, Lan Zhan, sobre mi pasado, sobre mi cultivo y sobre como hice las cosas con nuestro matrimonio, muchas de esas cosas son asuntos delicados, temas que no solo están conectados conmigo, por eso no puedo soltarlo todo de golpe, pero te prometo, que poco a poco te contaré toda la verdad... absolutamente toda―"

Tenía que ser paciente, tenía que esperar y darle el tiempo que necesitará a Wei Wuxian.

Lan Wangji no preguntaría, él no lo haría.

Entonces fue el turno de Luzhou Wu, y los tres hermanos por fin estuvieron frente a Lan Wangji.

Lan Wangji se sentía muy feliz.

No por su llamativa entrada o las ropas costosas que vestían, menos por los grandes regalos, sino por el simple precioso hecho de estar al lado de Wei Wuxian, y la cálida bienvenida que estas amables personas le habían dado como su Fénix.

Con la dulzura de su aroma perfumando orgullosamente a su marido, mientras las flores de loto le abrazaban tiernamente, Lan Wangji no podía molestarse por nada, ni cuando Wu Meihua por fin estuvo frente a él.

Wu Meihua era un omega hermoso.

De brillantes y hermosos ojos almendra, con pestañas espesas y un rostro fino; su cabello castaño, de espeso tono chocolate, le recordó un poco a Meng Yao.

Wu Meihua tenía un hermoso rostro, ligeramente tocado por el sol con un suave tono dorado sobre su tez, mientras yacía maquillado finamente con colores tan cálidos como las caras túnicas rosadas que le vestían, y un bonito adorno de flores de cerezo decoraron el extremo izquierdo de su cabello dándole un toque encantador.

Era bonito, bastante encantador.

El mirar, como el joven omega les reverenció con elegancia, fue un poco incómodo, así como la mirada depredadora del mismo joven, que no había dejado de mirar al emperador.

A Lan Wangji no le gustaba como miraba a su marido, había un toque familiar en esos ojos avellana, y el suave aroma de flores de cerezos, decoradas con el rocío de la mañana en los campos de arroz, era un poco perturbador.

Su agarre en la mano e Wei Wuxian fue mayor, y de forma inconsciente, las orquídeas se expandieron suavemente en esa conexión hacia Wei Wuxian, como enredaderas aferrándose con firmeza a su figura.

Las flores de cerezo se pudrieron un poco en molestia, y el avellana pudo notar el brillo de victoria en el dorado.

― ¿Lan Zhan? ―.

Sus ojos pasaron a Wei Wuxian, sonriente y brillante como el sol, y ojos que le miraban con adoración.

Exacto, Wei Wuxian lo amaba a él, no tenía por qué preocuparse por la pesada mirada de Wu Meihua, por el contrario, debía concentrarse en el muelle de lotos que ahora le abrazaba, y en lo bien que olían las orquídeas ornamentadas por jazmines y hojas de sándalo sobre su marido.

Ambos olían al otro y sus sentimientos eran correspondidos.

Eso era lo verdaderamente importante.

―Hmn―Lan Wangji negó―Todo está bien―.

Lan Wangji miró al resto de la familia y entonces un rostro familiar fue identificado por el dorado.

Porque esta persona, a quien Lan Wangji por fin había recordado, no era otro más que Wu ChangLi.

Uno de los jóvenes maestros que un día buscaron pretenderlo.

En el pasado, mucho antes de que pasara lo de Wen Ruohan esta persona fue uno de los mejores candidatos ante los ojos de su tío, quien después de mirar a todos esos jóvenes que él creía correctos siendo rechazados tanto por Lan Wangji como por el consejo de Bichen.

Para su tío, Wu ChangLi, quien era una de las únicas personas que había respondido de mejor manera sus preguntas, era el mejor prospecto, incluso pensó en la posibilidad de planear de inmediato más citas que llevarían al siguiente mes a una boda.

Para Lan Wangji, Wu ChangLi era una persona interesante y agradable, pero más como un posible amigo que como un futuro marido.

Wu ChangLi había sido un alfa agradable que respetó su curiosidad por el mundo, ayudándole a conocer más sobre el sur, el mundo exterior y los métodos de cultivo de otros clanes.

En ese entonces, Lan Wangji se sintió emocionado por un momento, al pensar que Bichen tenia razón, un alfa y un omega si podían ser amigos y el mismo joven Wu lo había comprendido demostrándole que la idea también le agradaba.

Su tío malinterpretó todo y lo mejor que pudo hacer para evitar que eso creciera fue rechazar la invitación del joven maestro Wu, mirando su oportunidad de ir con él y con Bichen a Caiyi para descubrir más del mundo, así como la posibilidad de descubrir que se sentía tener amigos.

Ahora, a seis años de ese encuentro, Lan Wangji no sabia como actuar ante el gentil hombre que le dio una suave sonrisa sobre sus labios, y un brillo de radiante alegría brillo en sus pupilas.

Esto era un poco incómodo, pero algo llamó su atención.

Esta persona olía a leche.

Cachorro, Wu ChangLi tenía un bebé.

Debido a la intensidad del aroma, Lan Wangji estaba seguro que era una cría de meses, solo las crías de meses tenían un penetrante aroma a leche que pasaba a sus padres, mucho más, cuando estos solían pasar mucho tiempo con sus hijos.

Así que tenía un hijo.

Eso alegro un poco a Lan Wangji, el joven maestro Wu que lo visito en ese entonces, le había dicho que aún no pensaba en la posibilidad de tener cachorros tan pronto, a pesar de ser el heredero; el hombre ante el hoy en día parecía que al fin había considerado la idea y ya había bendecido a su hogar con la primera cría.

Ah, Lan Wangji quería conocerlo.

El vacío en sus brazos que dejó despedirse de A-Yuan, quien quedó al cuidado del tío cuatro, las doncellas de Wei Wuxian y su nodriza, le afecto un poco.

Cuando volviera a casa lo abrazaría mucho y si Wei Wuxian se lo permitía, lo perfumaría adecuadamente.

La sola idea llenó de calidez su corazón.

Volviendo su mirada al frente, notó la presencia del segundo hijo, Wu ChengQiu, quien dio un breve vistazo al matrimonio imperial regresando su vista al suelo, y el señor Wu camino hacia la pareja imperial, poniéndose al frente como el líder de la familia.

―Este humilde felicita a sus majestades imperiales por su matrimonio, que su enlace este lleno de dicha y prosperidad―.

Una serie de cajas se posó ante ellos.

―Como una muestra de nuestros mejores deseos, Luzhou Wu ha traído tres regalos―.

La primera caja se abrió, dos botellas de vino de arroz aparecieron ante ellos.

―El primero, un lote de nuestro mejor vino de arroz, hecho con la mejor cosecha de nuestros campos y un aroma exquisito que muestra su calidad, bendecido por los sacerdotes de nuestro templo, como un símbolo de buena fortuna, longevidad y felicidad―.

Una segunda caja fue abierta, en ella había una hermosa caja de madera, Lan Wangji reconoció el aroma de inmediato.

―El siguiente regalo es un lote de té para su alteza imperial, este humilde se enteró que su alteza imperial tiene un gusto especial por el te Bi Luo Chun, da la casualidad que nuestro clan prepara un exquisito Bi Luo Chun, con los mejores ingredientes de la región, tal vez nuestro té no es tan maravilloso como el de Gusu Lan, pero puedo asegurarle que su sabor es magnífico―.

La tercera caja se abrió, los colores fríos fueron visibles para Lan Wangji.

―El tercero consta de nuestras mejores sedas para su alteza imperial, así como nuestras mejores sales de baño, de que tienen propiedades curativas, todo con el deseo de un matrimonio próspero, pleno y lleno de amor―.

Esto era... incómodo.

―Este Fénix agradece sus regalos―.

Entonces, como una dulce criatura con un rostro adorable, Wu Meihua se inclinó ante ellos, los hermosos cabellos castaños se escurrieron como chocolate líquido, en conjunto con sus bonitas túnicas rosadas, una brillante sonrisa brilló en sus labios rojos y su dulce voz llego a los oídos de Lan Wangji.

―Este felicita a sus majestades imperiales, es una gran sorpresa para Hua-Er mirar al emperador casado―.

Había una extraña dulzura en sus palabras, insufrible en muchos sentidos.

Y el cómo Wei Wuxian tomó su mano entre la suya, llevándola a su corazón, le mostró a Lan Wangji cuan tenso estaba el hombre que sonrió como un zorro calculador, y miró fríamente al omega mientras sus palabras eran sinceras.

―Para este emperador no lo es, cuando se trata de mi esposo, todas las palabras del pasado pueden quedar olvidadas, si mi camino es junto a él―y en la última frase sus ojos se encontraron con los de Lan Wangji.

Wu WangLi tosió un poco, buscando romper la tensión.

―Justo como dijo el emperador, aunque ciertamente es sorprendente que se casara, el estar ahora ante el matrimonio imperial, que brilla en amor joven y entregado, es una clara muestra que explica la prisa del emperador, ustedes en verdad son una pareja magnífica, ¿no es así, A-Hua? ―.

Sus ojos miraron a su hijo, buscando reprender su comentario fuera de lugar.

―Lo es, una magnífica pareja―.

Lan Wangji no se trago esas palabras.

Mucho menos cuando sus ojos se encontraron por un segundo y el desagrado brillo en la mirada de ambos, había algo oscuro en ese avellana, algo que desagradaba mucho al omega de Lan Wangji, que no podía dejar salir el gruñido posesivo porque Lan Wangji no permitía.

Entonces las palabras del señor Suibian volvieron a su cabeza.

"—Escucha muy bien, pequeño Lan, ese mocoso es como un pequeño insecto, uno que buscará provocarte, aun si sus palabras son molestas, no dejes que consiga lo que quiere, si caes en su juego el pensará que habrá ganado, no le dejes sentir que puede conseguir la victoria—"

El señor Suibian tenía razón, no debía hacerle caso a esta persona.

Demasiado joven, demasiado arrogante, Wu Meihua solo era un niño y Lan Wangji no caería en su juego.

Como un elegante pavorreal, Wu Meihua dio su mejor reverencia, sus ojos almendra brillaron hacia Wei Wuxian, cualquiera que le viera pensaría que era un dulce niño aceptando su derrota, pero en su corazón, la asquerosa imagen de esas manos entrelazadas lleno de veneno su paladar.

Lan Wangji.

De todas las personas que pudo escoger, había elegido a Lan Wangji.

Aun cuando tomó asiento en su lugar correspondiente, Wu Meihua no pudo dejar atrás la asquerosa sensación, sus ojos no se apartaron de Wei Wuxian y el cómo el emperador sonreía a ese omega con el rostro de un muerto viviente, tan solo provocó náuseas en su estómago.

¿Por qué Lan Wangji?

¿Por qué de todos los omegas en el mundo había escogido al aburrido Lan Wangji?

¿Qué demonios tenía ese estúpido omega para que todo el mundo se prendara de él?

Lan Wangji era aburrido, frio e inexpresivo.

¡Por los dioses!, parecía un maldito cadáver andante con esa cara sosa.

De nada le servía que fuera... ¿bonito?, si no sabía ni como arreglarse adecuadamente.

Un omega debe aprender cosas básicas, labores del hogar, aprender a atender a su marido en todos los ámbitos que correspondían, debía saber explotar sus atributos y vestirse de una manera bonita, debía agradar la vista de su marido cada día.

La labor principal de un esposo era no aburrir a su alfa.

Pero ese omega tonto, el estúpido Lan Wangji no usaba ni una sola gota de maquillaje, no portaba una faja de omega correctamente ajustada, ni vestía con perfectas túnicas femeninas como debería.

Por el contrario, el ingenuo y aburrido Lan Wangji vestía con túnicas masculinas, que ni tenían el agradable escote que un omega casado con un gran señor debía usar, ni eran adecuadas para una emperatriz.

¿Acaso el tonto Lan Wangji no sabía que ahora era un omega del sur?

Mas importante, ¿Por qué Wei Wuxian le permitía vestir de esa manera?

O tal vez Wei Wuxian le había ordenado vestir así.

Después de todo, tenía todo el derecho de escoger cuales eran las túnicas que su omega debía usar y cuáles no, tal vez el emperador no quería que nadie viera las supuestas bonitas curvas de Lan Wangji, reservándolo solo para él.

O tal vez no había ninguna bonita forma en ese tosco cuerpo de cultivador.

Si, eso tenía más sentido.

Oh, Lan Wangji, el pobre, pobre Lan Wangji.

Ese tonto había sobres forzado tanto su cuerpo como decían los rumores, al extremo que había perdido la bonita forma que había seducido juguetonamente al viejo Wen Ruohan, tendría sentido porque Wei Wuxian no había mandado a hacer túnicas adecuadas para un cuerpo que ya no podría portarlas sin hacer el ridículo.

Oh, pobre, pobre miserable de Lan Wangji.

La sola imaginación de cómo ese tonto podría verse con ellas lo hizo sonreír burlonamente.

Sin embargo, la sonrisa se deformó en un gesto rencoroso, cuando miró como Wei Wuxian reía felizmente al frio Lan Wangji, y las preguntas volvieron a su mente.

¿Por qué él?

¿Por qué había escogido a ese tipo?

¿Por qué al estúpido omega que había seducido de forma mezquina a cada alfa sobre esta tierra?

¿Cómo demonios esa cosa había podido seducir a su hermano, a Wen Ruohan, a los príncipes y hasta los más tontos campesinos?

¿Qué demonios había hecho esta pequeña escoria para obsesionar a todos esos hombres?

Peor aún, ¿Cómo Lan Wangji había logrado atrapar a un hombre tan magnífico y ardiente como era Wei Wuxian?

No había alfa sobre esta tierra que podría compararse con Wei Wuxian.

Tan apuesto, sensual y oscuro, tan aterrador y poderoso.

No había señor que no bajara la cabeza cuando estaba ante Wei Wuxian, no había una sola alma que tuviera el descaro de sentirse superior a un hombre, que era por mucho mejor que cualquiera.

Wei Wuxian era un verdadero alfa, uno en un millón, de mirada dominante, sonrisa maligna y un cuerpo ardiente que podía quemar a cada omega con una sola de sus miradas o una de sus traviesas sonrisas.

No había manera que ningún alfa pudiera estar a la par, de un hombre que era tan atractivo como el Señor del Reino Demoniaco.

Por eso, era inevitable que Wu Meihua no hubiera caído ante él desde el momento que le vio en ese entonces, cuando aún era un brillante príncipe de Yunmeng Jiang, de sonrisa coqueta, piel tocada por el sol, ojos radiantes en picardía y la gentileza de un verdadero caballero.

Fue mayor la atracción, cuando el niño divertido se convirtió en el señor oscuro que era hoy en día, como la imagen más tentadora sobre la tierra, un demonio seduciéndolo a los instintos más bajos, que nacieron y emergieron como un volcán en erupción con solo caminar un día a su lado.

Wu Meihua lo deseaba, anhelaba entregarse a ese hombre en alma y carne, quería descubrir cada centímetro de su piel y devorarlo sin más.

Cada músculo, cada cicatriz, cada hebra, cada línea de esta tentadora figura, imponente y poderosa debía estar entre sus manos, y Wu Meihua se entregaría al más carnal deseo que la presencia de Wei Wuxian podría evocar.

Wei Wuxian, oh, tan poderoso Wei Wuxian.

El no entendía que había nacido para pertenecerle solo a Wu Meihua.

Si, esa era la única verdad, Wei Wuxian era su alfa, él le pertenecía, Wei Wuxian era un poco ingenuo y era por eso que no entendía la verdad, ese era el motivo por el cual se había dejado embrujar por el estúpido Lan Wangji y ahora actuaba como un tonto enamorado con alguien que no merecía ni la mínima pizca de su cariño.

Wei Wuxian saldría de ese hechizo, porque solo era posible que un hechizo haya atrapado a un hombre como Wei Wuxian, en las garras de ese amargado omega de rostro muerto.

Y Wu Meihua se encargaría de ello.

Wei Wuxian era un hombre de guerra, carne y sangre, un alma apasionada que había visitado los cientos de burdeles de Hubei, disfrutando de los mundanos placeres de la carne, no había vino que no hubiera probado, omega que no hubiera poseído o curvas que desconociera.

Wei Wuxian, el conocedor Wei Wuxian, no solo era un gran maestro del cultivo demoniaco, sino también era un gran erudito de los placeres de la carne, sus manos habían esculpido solo los cuerpos más hermosos y su experiencia había hecho que incluso los omegas más experimentados, los betas más fuertes o incluso el mismo Jiang Wanyin tocaran el cielo.

Su práctica comenzó mucho antes que la guerra misma, mucho antes de caer en los Túmulos Funerarios, sin embargo, fue con el demonio del resentimiento, que Wei Wuxian se volvió en un verdadero maestro, tanto del cultivo demoniaco como del placer sexual.

Su experiencia, que ya hacía a muchos suspirar, fue refinada domando al gran demonio Chenqing, quien pasó de ser una bestia indomable a un tierno cachorrito, fiel y sumiso a los deseos y caprichos de su señor, obedeciendo siempre cada una de sus órdenes, tanto en el campo de la guerra como en la cama.

Los burdeles los sabían, los cortesanos que lo atendieron deliraban en sus recuerdos y el demonio Chenqing, que era su consorte principal lo sabían muy bien.

Un hombre de fuego no podía soportar tanto tiempo sin aburrirse del simple hielo.

Por eso, era imposible que un hombre como Wei Wuxian se sintiera satisfecho con un frígido y aburrido Lan.

¿Cómo un tonto omega Lan podría satisfacer a un alfa como Wei Wuxian, a un dominante, un semental de primera categoría?

Claro que no, ese estúpido Lan ni siquiera sabría cómo entretenerlo.

No como Wu Meihua si podría.

Pero debía ser cuidadoso, tenía que ser paciente.

Actuar esta misma noche no le ayudaría de nada, por el contrario, precipitarse seria su ruina, tenía que ser cuidadoso, adorable y gentil, debía recordarle poco a poco a Wei Wuxian aquella debilidad, que hacía que incluso, el alfa más poderoso no fuera nada más que un hombre, uno de sangre y carne.

Y uno que, como cualquier otro, no podía evitar ser débil a ella.

Por el momento Wu Meihua vigilaría a su presa, como un depredador escondido entre el bosque, mirando como ese exquisito zorro se regocijaba a lado de ese aburrido tronco de madera.

Oh Wei Wuxian, ardiente Wei Wuxian, muy pronto estaría en sus manos.

Las competiciones tan solo habían comenzado.


━━━━━━✧❂✧━━━━━━


REINO DE LANLING JIN

SALÓN DEL TRONO, JINLIN TAI


El reino de Lanling Jin no solo era reconocido por su amplia belleza, entre preciosos omegas y basta riqueza entre tierras, joyas, arroz y cultivo; sino también por la vergüenza que significaban las acciones del antiguo rey, sobre una peonia manchada de sangre.

Jin Guangshan se llevó a la tumba parte del honor y dignidad del reino, dejando en las manos de su heredero la vergüenza de su sangre y un reino tachado en corrupción al cual debía limpiar de los pecados de su padre.

Jin Zixuan por su parte, contrario a todo pronóstico o los deseos de los ancianos del concejo de Lanling Jin, no planeaba dejar las cosas así.

Para todos fue una sorpresa, como tan pronto inició su gobierno manchado por el asesinato de su padre, Jin Zixuan limpió por completo la corte de Lanling Jin de cada pensamiento parecido al de su antecesor, el cómo, el que ahora era conocido como Lianfang-Zun reconstruyó la corte, reprogramó la administración del palacio y colocó en el consejo solo a los ancianos que consideró honestos era algo impresionante.

En ese momento Lanling Jin lo supo, su rey no era un niño tonto que funcionaría como un títere del sistema, y el cómo el reino abrazó a su rey, inclinándose ante el honorable hombre que los guiaría a un futuro mucho más brillante que el mandato de Jin Guangshan, era simplemente admirable.

Ahora que Lan Xichen lo pensaba, mirando como los guardias que veían llegar al salón del trono, se inclinaban ante su señor con gran admiración, Jin Zixuan realmente parecía un poderoso pavorreal que podía imponer su presencia con solo una mirada.

Su cabello castaño en una cola alta, ornamentado con la corona real, ondeando en conjunto con las túnicas vainilla casi pálidas, los patrones de peonias finamente bordados sobre la seda y su mirada determinada, casi arrogante.

En verdad parecía un pavorreal de casta pura.

Y uno que caminaba a lado de un depredador mucho más aterrador que él.

Jiang Wanyin era un hombre imponente, no era tan alto como Wei Wuxian, pero su mirada podía arder con la misma intensidad, que el fuego del legendario abismo sin fin.

Una estructura más delgada que la de su hermano, con cejas afiladas, mirada penetrante y un rostro que era una clara muestra de la fuerza de los genes de Yu Ziyuan, su cabello negro cuervo estaba peinado en media cola, ornamentado con la corona de lotos y las trenzas que le distinguían como un Jiang.

Cada una de esas características hacían que el hombre de túnicas púrpura, que caminaba a lado de Lianfang-Zun, se viera como un guerrero listo para cualquier batalla.

Mirar a Jiang Wanyin, era como ver al mismo dios de la guerra de Cang Qiong frente a sus ojos.

Feroz como una tormenta, mirar sobre él era como abrir las puertas del infierno, ofenderlo era sentenciar su vida; quien no temiera a Jiang Wanyin, claramente no valoraba su vida.

Dos reyes honorables que pelearon en la guerra contra el sol, dos figuras dignas de las magníficas leyendas que los perseguían y dos señores que ahora se encontraban frente a frente con él.

Lan Xichen... se sentía tan fuera de lugar.

Con su esposo a su lado, que mantenía a su hijo entre sus brazos, el claro contraste entre esas personas y él parecía claro, sin embargo, Lan Xichen no debía dejarse llevar por dichos sentimientos, menos ahora que había decidido pelear por la corona de Gusu Lan.

De forma agraciada, los pasos del rey Jin se detuvieron junto a Jiang Wanyin, siguiendo un patrón, ambos reyes los saludaron.

—Zewu-Jun, A-Yao—.

—Zewu-Jun, reina Lan—.

Respetando las costumbres, Lan Xichen y Meng Yao respondieron con cortesía, Lan Xichen saludando por los dos, mientras Meng Yao, con Jingyi entre sus brazos solo dio un suave asentimiento.

—Lianfang-Zun, Sandu Shengshou—.

—Zixuan, rey Jiang—.

Esto... era muy incómodo.

Porque Jiang Wanyin estaba aquí, era algo que Lan Xichen no tenía derecho a preguntarse.

Era claro que como hermano de la reina Jin, tenía todo el derecho de ir y venir a Jinlin Tai cuando quisiera; pero ese pensamiento no hacía que la situación de Lan Xichen se sintiera menos tensa, cuando sus ojos miraron discretamente entre las túnicas de su cuñado y las propias.

Jin Zixuan estaba casado con Jiang Yanli, el suave púrpura que esta persona usaba orgullosa, tanto en sus túnicas interiores y su cinturón, como una muestra de su lazo matrimonial y su alianza con Yunmeng Jiang, era demasiado obvio.

Wei Wuxian hacia lo mismo, usando los colores de Gusu en sus prendas, como sin importar desde donde fuese mirado, el emperador Wuxian deseara que todo el mundo supiera de su enlace matrimonial con un miembro del clan Lan.

Y Lan Xichen por su parte, usaba el vainilla de Lanling Jin, el color suave y agradable entre las capas de sus túnicas era la forma más directa en la que un alfa podría decirle al mundo, que su matrimonio con su amado era mucho más importante, que la sola idea de intentar conseguir una concubina o un harem.

El Rey Demonio, Luo Binghe lo hizo en su tiempo, y ahora, esta curiosa tradición que solo pocos seguían, le recordaba la actual situación de los tres.

Gusu Lan y Lanling Jin.

Yunmeng Jiang y Lanling Jin.

Y ahora, Gusu Lan y Yiling Wei.

Tres enlaces matrimoniales, entre tres de los clanes más importantes del imperio... y dos de ellos aprobados por Wei Wuxian.

Ah, Wei Wuxian, ¿en qué situación más incómoda los había puesto?

Para nadie era un secreto, que, si Jin Zixuan había podido casarse con Jiang Yanli, había sido porque Wei Wuxian y Jiang Wanyin dieron su aprobación para ello, después lograr cumplir con las variadas pruebas, tan difíciles como tediosas, que los dos hermanos le dieron en ese tiempo.

Era una ironía de la vida, que el muchacho que alguna vez Lan Xichen deseo que su hermano conociera, de una forma u otra había hecho que estas tres familias terminaran emparentándose así.

De nada servía decir que Yiling Wei era un clan diferente, cuando todos sabían que al final, en algún tiempo Yunmeng Jiang y Yiling Wei fueron uno solo, así como Wei Wuxian alguna vez fue conocido como el hijo adoptivo de los Jiang.

El famoso tercer príncipe Jiang, que asesinó al demonio Xuanwu junto a Jin Zixuan y Nie Dingbang hacia tanto tiempo.

Esos lazos, que Lan Xichen ya no podía negar, aun parecían tan irreales.

Ah, Wei Wuxian, Wei Wuxian, realmente ese niño.

—Zewu-Jun, A-Yao, me alegro que hayan llegado, justo ahora el rey Jiang y yo íbamos hacia el jardín de práctica, ¿nos acompañarían? —.

—Con todo gusto—.

—Adelante—.

Jin Zixuan... no era un tonto.

Desde el comienzo, cuando la carta de Wei Wuxian le habló sobre su invitación a Lan Xichen, Lianfang-Zun había prestado mucha atención al curso de las cosas; Jin Zixuan no había necesitado que el emperador le dijera para que había citado a Zewu-Jun al Palacio Rojo, era claro que esa no fue una simple visita familiar.

Entonces Zewu-Jun pidió hablar con él, charlaron, tomaron poco de té y entonces el rey Lan no dudó en decir.

"—Quisiera ofrecer mis servicios como los de Gusu Lan en la investigación sobre Lycoris Radiata y el asesinato de su padre y primo, si Lanling Jin me permitiera ayudar—"

Jin Zixuan realmente se llevó una gran sorpresa.

Y tras una larga charla con su esposa llegaron a un acuerdo aceptando la proposición de Zewu-Jun.

Pero Jin Zixuan no era un tonto, y el mejor que nadie sabía que el concejo de Gusu Lan claramente no estaba de acuerdo en permitir que Wei Wuxian siguiera siendo el emperador.

Por eso, decidió vigilar cuidadosamente los movimientos del rey que parecía haber hecho un golpe de estado en su propio reino y reclamar el trono que por derecho era suyo.

Tal como estaban las cosas, aun si sus intenciones eran honestas, Jin Zixuan no podía creer en Lan Xichen.

Por ello había mandado una carta a Yunmeng Jiang, tan solo fue como un aviso, una tentativa, ni el mismo Jin Zixuan había esperado que horas de haber mandado dicha carta, sus guardias le avisarían que Jiang Wanyin estaba aterrizando en las puertas de su palacio una hora antes de la llegada de Zewu-Jun y Meng Yao.

Los ojos de Jin Zixuan pasaron de inmediato a su cuñado, quien caminaba a su lado, el cabello negro cuervo peinado en media cola ondeándose con sus pasos, las túnicas militares púrpura que le definían como el rey de un clan militar y su mirada seria y temeraria.

Jin Zixuan no pudo evitar preguntarse, ¿A quién quería engañar esta persona?

A pesar de los conflictos entre Wei Wuxian y Jiang Wanyin, que habían iniciado entre la presión social, malentendidos y las propias inseguridades de Jiang Wanyin, Jin Zixuan sabía, que muy dentro del corazón de este hombre, en el fondo noble de su ser, su corazón aún se preocupaba por el alfa que a pesar de todo aún era su hermano.

No importaba que Jiang Wanyin aun creía ese absurdo rumor, aquel que le hacía pensar que Wei Wuxian solo era un bastardo desalmado, que no dudaba en jugar con los sentimientos de quien, al parecer, no solo era un viejo amigo de la infancia en el corazón de Jiang Wanyin; él estaba aquí y sus sentimientos eran demasiado obvios.

A pesar de todo lo que había pasado y los problemas familiares en los que no se metería, era claro que, para este hombre, de una manera u otra, el bienestar de Wei Wuxian era algo importante para él.

No importaba que maldijera a Wei Wuxian y le abriera el abdomen en una batalla sangrienta, de una manera extraña e incomprensible, ese orgulloso aún se preocupaba un poco por Wei Wuxian, así como su hermano se preocupaba por el rey Jiang, protegiéndolo entre las sombras.

Y decían que el idiota era él.

Así que con Jiang Wanyin aquí, atento a las curiosas y extrañas intenciones de Lan Xichen, Jin Zixuan les guio al jardín para hablar de un tema que ya los tres conocían perfectamente.

El jardín de prácticas era bastante grande.

Una clara muestra de la opulencia del reino, rodeado de la belleza de las peonias de Lanling Jin como las banderas de su clan, sentados en el balcón podían ver al pequeño chico que era entrenado por el guardián espiritual del rey, y en una zona más apartada.

La hermosa imagen de la reina Jin y la reina Lan conversando, mientras cuidaban a los dos cachorros que habían iniciado una "ardua batalla" por quien era el mejor arquero, era un panorama muy agradable.

Desde su lugar, tomando un poco de té y manteniendo una apariencia tranquila a pesar de la presión sobre sus hombros, Lan Xichen prestó atención a la pequeña figura que buscaba conseguir hacer un tiro perfecto.

El pequeño niño, que posiblemente ya había cumplido once años, con arco y flecha en mano y una posición que le era corregida por el guardián, que con gentileza lo instruía, escuchaba atentamente las instrucciones de su maestro con cuidado.

El moño alto decorado con una cinta vainilla le permitía percibir la orientación del viento, los pequeños mechones que enmarcaban su rostro le daban aun un aura adorable a su infantil apariencia, mientras las túnicas de Lanling Jin al igual que el trato que recibía demostraba el cuidado que la pareja real le daba desde que llegó aquí.

Ese niño, que el mismo Lan Xichen conoció, no era otro más que Mo Xuanyu.

No, Jin Xuanyu.

El pequeño Jin Xuanyu parecía haber adquirido más peso que cuando llegó aquí, el color de su piel se veía más sano y tierno gesto sobre su rostro ya no hablaba de un pequeño niño maltratado, aunque aún parecía cohibirse ante los mimos, Jin Xuanyu aceptaba tímidamente los claros cariños que los reyes Jin procuraban darle siempre.

Y entonces el cachorro soltó la flecha.

Al igual que los reyes y reinas, Lan Xichen y el guardián Zidian aplaudieron, el reflejo de la práctica, como una buena educación en su tiro fueron presentes, y aunque la flecha no había dado justamente en el centro, cada día estaba más cerca del mismo.

Desde su lugar, la hermosa omega que se había convertido en la reina Jin y la única esposa del gran Lianfang-Zun felicitó al niño, que dio una suave reverencia a sus altezas reales haciendo caso a los niños que querían que eligiera quien era el mejor arquero de los dos.

Sentado a su lado, con una taza de té entre sus manos, Jin Guangyao no dudó en decir.

—A-Yu ha mejorado bastante—.

—Lo ha hecho, A-Xuan y el señor Suihua lo han entrenado muy bien, aunque le cuesta un poco, A-Yu es un niño muy capaz cuando se le enseña con calma—.

—Y su alteza real también lo ha cuidado muy bien, no hay duda que mucho de su ahora brillante entusiasmo viene del dulce cariño con el que fue recibido en el nido real—.

Jiang Yanli cubrió sus labios con gracia, dejando salir una suave risa llena de cariño hacia ese cachorro.

—Es imposible no quererlo, A-Yu es adorable—.

"El Loto Benevolente" de Lanling Jin.

Jiang Yanli en verdad era la imagen del título que obtuvo cuando se volvió reina.

Su hermoso cabello negro cuervo atado en un complejo peinado alto, decorado con la brillante corona de peonias, contrastaba finamente con las túnicas de Lanling Jin, enmarcaba su hermoso y adorable rostro, los bordados de peonias encontrándose con flores de lotos hablaron de su origen.

Y las dos cultivadoras a su servicio demostraban lo interesado que estaba su marido por su protección.

De forma elegante, la reina Jin tomó un poco de té, dejó la taza nuevamente en la mesa y habló.

—¿Y cómo están las cosas en Gusu Lan? —.

Jin Guangyao negó suspirando suavemente, sus ojos viajaron a su marido que charlaba sobre las estrategias en la búsqueda del criminal Lycoris Radiata, y volviendo sus ojos hacia Jiang Yanli, habló.

—No muy bien en realidad, Xichen y el concejo han peleado duramente, el tío abuelo buscó ir en contra de su decreto y ahora está en sus habitaciones, mientras un par de cultivadores al mando del mayor Shuoyue custodian el lugar, nunca había visto a Xichen ser tan serio sobre algo—.

El cómo Xichen y Lan Zhijue habían peleado duramente, hasta que Xichen considero correcto decretar su confinamiento hasta que las cosas volvieran a la normalidad, fue algo que Meng Yao jamás imaginó ver.

Su Xichen estaba peleando duramente, y como alguien sin voz ni voto, que solo era para los ancianos como un adorno, para que su rey se mantuviera tranquilo, no podía hacer más que apoyarlo en lo que pudiera, cuidar a su hijo y estar a su lado.

—Las cosas se han vuelto bastante tensas, los ancianos están molestos porque incluso ellos tienen que estar en confinamiento ahora, hasta el mayor Qiren, él está muy molesto y la última vez que lo visitamos dejó en claro que se sentía bastante decepcionado, él está muy molesto—.

Jiang Yanli le escuchó con atención, su rostro mostraba comprensión.

El mejor que nadie sabía, que, aunque Xichen buscaba mostrarse fuerte, la actitud del tío abuelo y señor Qiren para con él, le dolían bastante y tenía miedo, pero lo peor de todo era, que no había mucho que Meng Yao pudiera hacer.

El mejor que nadie conocía su posición, el solo era el omega de Lan Xichen, nada más y nada menos, todos esos adornos y capaz finamente bordadas no eran más que indumentaria para alguien que no era más que un omega común ante los ojos de los ancianos.

Un objeto, un adorno.

Un objeto que jamás seria escuchado.

Jin Guangyao jamás se quejaría de eso, después de todo, él sabía cómo serían las cosas cuando se casó con Xichen, Zixuan se lo dijo, Huaisang le dijo que pensara bien si estaba seguro de ello y el aceptó ese camino porque quería estar con su alfa.

Si podía estar con Xichen, que le había aceptado con todo lo que era, no le importaría nada más.

Pero no podía negar que ser invisible en ese palacio, en este momento, lo hacía sentir impotente al no poder hacer nada.

—Y ahora, que es muy probable que Wangji se quede en Yiling, me preocupa... que el pasado no le permita disfrutar su matrimonio—.

Jiang Yanli suspiró comprensivamente.

Para nadie era un misterio lo que pasó en ese entonces, aunque jamás se había dicho con esas palabras, todos sabían que Wen Chao había tenido la malicia de humillar a Lan Wangji frente a los Wen, los guardianes que fueron inmovilizados por sus demonios y los mismos Lan.

Tras dicho evento para nadie fue una sorpresa, que una vez la guerra terminara, Lan Wangji se encerrara por completo en su Gusu Lan rechazando por completo la sola idea de tener que conversar con un pretendiente.

Hasta que su familia le presionó comprometiéndolo con Su Minshan, misma idea que fue rota cuando Wei Wuxian hizo su decreto y llevo a Lan Wangji a Yiling Wei como su emperatriz.

Lo más lejos posible del hombre que Lan Wangji parecía odiar tanto.

—Se que Wei Wuxian lo cuidara bien y que está en un buen lugar con la persona adecuada, pero la educación que le dieron a Wangji fue llevada por muchas presiones, "sin consumación no hay matrimonio", es lo que Gusu Lan le enseñó, y aunque sé que Wei Wuxian jamás le obligaría a ello, me preocupa que el mismo piense en obligarse a hacer algo para lo que no está listo—.

Él quería mucho a Wangji, al igual que a Jiang Yanli, ellos fueron de las primeras personas que le trataron con respeto y cariño, de los primeros que le hicieron sentir que su origen no era su pecado... y que lo que le pasó no era su culpa.

Aunque sabía que el amor de Wei Wuxian por él era algo tan grande, para llegar a hacer lo imposible por protegerlo, también sabía que existía la posibilidad de que Wangji ya haya pensado sobre ese tema.

—¿El aun... odia ser tocado? —.

Meng Yao asintió.

Conocía a Wangji, era claro que no se había quedado en Yiling tan solo por seguridad, si estaba ahí era precisamente porque sentía algo por Wei Wuxian, el hecho de saber que curiosamente el muchacho que se enamoró de Wangji, en un tiempo donde aún todo parecía paz, le hacía sentir aliviado.

Wei Wuxian era una buena persona, respetaba a los omegas y no le haría daño.

Pero Wangji, que había sido educado de una forma tan rigurosa sobre ese tema, podría sentirse un poco presionado con el hecho de pasar de conocidos a ser "un verdadero matrimonio"

Cuando lo comprometieron con Su Minshan el no dijo nada, pero el ceño fruncido y la mirada preocupada del señor Bichen dejaba en claro cuan asustado estaba por un momento que claramente no quería que llegara.

—A-Yao, esto es un poco impertinente, pero, ¿él sabe lo que pasó ese día? —.

Y Meng Yao negó nuevamente.

—No... ese día, Wei Wuxian les pidió a los Lan que nunca le dijeran sobre eso a Wangji, por su bien, o por temor a que Wangji recordara ese día decidieron callar, pero... siento que estar cerca de Wei Wuxian podría hacerle recordar—.

Jiang Yanli lo entendió de inmediato.

Hacía cinco años atrás, cuando Wei Wuxian tomo su caballo, su pelotón y mintió diciendo que quería cazar los mejores faisanes y hacer un viaje largo, siendo perseguido después por Suibian, Jiang Yanli supo de inmediato al despedirse que estaba mintiendo, cuando escucho en Meishan Yu lo que había pasado no pudo evitar preocuparse al recordar su aroma en ese momento.

Cuando se despidieron, el aroma de Wei Wuxian mostraba molestia.

Cuando volvieron a encontrarse al inicio de la guerra su alfa había despertado presentándose como dominante con un aroma pesado y complejo y calores que le hacían sufrir de forma irremediable.

Fue el calor de Lan Wangji el detonante del celo de Wei Wuxian.

Y eso solo podría pasar... cuando se trata de una pareja destinada.

—Wangji no ha dicho mucho de eso, pero un día me dijo, que sabía que la persona que le salvó era probablemente su destinado, incluso pidió ayuda al inmortal Wangji para que le ayudara a descubrir el paradero de esa persona.

Pero él no encontró el hilo destinado, dijo que podía deberse a dos factores, que esa persona estaba en contacto con algo que interfería con su búsqueda o estaba muerta, Wangji no quiso pensar más y se aferró a la idea de que en realidad estaba demasiado lejos y por eso no podía encontrarlo.

Sin embargo, él no sabe que quien lo salvó es Wei Wuxian—.

Jiang Yanli no dijo nada, pero ella lo sabía.

No era probablemente... A-Xian en verdad era su destinado.

—Y Si Wangji está ahí, tan cerca de la persona que probablemente sea su destinado y con esa clase de pensamientos y presiones sobre su cabeza... no sé qué podría pasar y me preocupa que no sea bueno para él—.

El camino de un par de destinados.

Los secretos que A-Xian no quería revelar tan fácilmente.

Jiang Yanli entendía la preocupación de Meng Yao sobre ese tema, el mejor que nadie podría comprender esa clase de presión cuando él vivió algo similar.

Las cicatrices y traumas del pasado, el miedo, la desesperación y el enfrentamiento a su destinado, esa amplia presión de feromonas y sentimientos no es algo fácil de asimilar; y alguien, que siempre callaba cada uno de sus sentimientos como Lan Wangji, podría ser más susceptible a esa presión.

Sus ojos buscaron a su hijo y después pasaron a su marido, discutiendo aun sobre la búsqueda de esas personas.

Y al final miró a Jiang Cheng.

El pasado puede pesar mucho más que cualquier cosa, y lo que su A-Xian y ellos escondían involucraba a más de una persona, sin embargo, ahora más que nunca, a pesar de lo que podría pasar, la verdad tendría que salir a la luz pronto.

Toda la verdad.

Y Wei Wuxian ya no podía esconderla por más tiempo.

No más.

No cuando involucraba a Lan Wangji y a ese evento que los conectaba.

Mirando el cielo, en dirección a Huangling, Jiang Yanli no pudo evitar pensar.

"A-Xian, por favor, se sincero con el joven maestro Lan"

Y Jiang Yanli solo pudo pedir a los dioses por el futuro.


━━━━━━✧❂✧━━━━━━


¡Hola de nuevo!

¿Qué tal ese capítulo?

Miedos, dudas, sospechas, secretos y sentimientos abrazan a nuestros protagonistas, y la aparición de un nuevo personaje enfrenta a nuestra pareja imperial a ser sinceros con sus sentimientos sin siquiera notar cuan correspondidos son.

¿Cuál fue su primera impresión de Wu Meihua?

¿Qué piensan que desee hacer para conseguir sus objetivos?

¿Wangji descubrirá sus intenciones?

Y si lo hace, ¿Qué creen que pasará?

Ah, nuestro pobre emperador esta en peligro y no es capaz de notarlo.

Agradeciendo infinitamente sus votos, comentarios y el apoyo que le han dado a este proyecto me despido.

¡Hasta la próxima!

¡Gracias por leer!

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