Iba camino al lugar donde se haría la cena, me puse un vestido de noche no muy formal. Llegue y ya varios estaban ahí.
Era la única Slytherin en aquella reunión, me senté a lado de Hermione y nos pusimos a hablar.
El profesor nos habló de que estaba organizando una fiesta para navidad y que podíamos llevar una pareja, ya que sería como un tipo baile. Llegó un momento en la cena donde el profesor empezó a preguntarnos a qué se dedicaban nuestros papás.
- ¿Que me dices tú Delphini? Jamás había escuchado a ningún mago que tenga el apellido Delphini.
- Oh no, es que ese es mi segundo nombre. - le aclaré. - Mi apellido es... - suspire. - Riddle señor. - agache la mirada.
El profesor se quedó en silencio y lanzó una mirada de horror. Por un momento me arrepentí de haberle mencionado eso, parecía que el hecho de mencionar aquello le recordaba a algo muy malo.
- Lo lamento, no fue mi intención incomodar lo. - tragué saliva.
- No descuida, solo que vinieron a mi algunos recuerdos. - en ese momento Ginny entró, calmando el ambiente tenso que se presentó en ese momento.
- Bienvenida señorita Weasley. - le dijo el profesor y Harry potter se levantó de su asiento.
Yo estaba aún incómoda por lo que había pasado, entonces recordé que el señor Slughorn ya había dado clases en esta escuela y supuse que a lo mejor impartió clases a mi padre.
La cena terminó y Harry Potter y yo nos quedamos con el profesor.
- De nuevo una disculpa profesor, no tenía idea de que usted no sabía quién era mi padre, pero puede quedarse tranquilo no haré nada de lo que él pudo llegar a hacer.
- Una disculpa a ti Delphini, la actitud que presenté mi fue la correcta. Me imagino lo difícil que debe ser para ti tener un padre como él, el profesor Dumbledore me mencionó que había una alumna hija del que no debe ser nombrado, más nunca me pasó por la cabeza que fueras tú y menos porque durante las clases has demostrado tener una gran bondad. - sonreí.
- Muchas gracias profesor, me da mucha alegría que sea de las personas que me haya dejado demostrarle como soy realmente. Ahora me voy porque se ve que Harry tiene algo interesante por decirle. - mire a Harry y le sonreí. - Buenas noches con permiso.
- Por cierto señorita Delphini, no olvidé recordarle a la joven Davis que también está invitada a la fiesta que estoy organizando de navidad.
- Si profesor.
Salí del lugar y mientras caminaba a la sala común, pensaba en lo orgullosa que estaba de mi misma por poco a poco lograr que la gente creyera en mi.
(Al día siguiente)
Le conté a Tracey todo lo que había sucedido en la cena. Ella no había podido ir porque tenía algo de malestar en el cuerpo. Le dije que estaba invitada a la fiesta de navidad y que podía ir con Aron.
Esta vez la clase de pociones era en el comedor, ya que el profesor Slughorn nos indicó que así teníamos más facilidad de hacer los procedimientos. Estaban algo difíciles los ejercicios y comencé a estresarme. Un ave de papel aterrizó en frente de mi libro, al parecer era una carta.
"Que sexy te ves enojada"
Miré a Draco y tenía una sonrisa burlona. Rode los y le respondí.
"Muy gracioso"
Le envié de regreso la nota sin que el profesor se diera cuenta. Continúe los procedimientos y la carta regresó de nuevo.
Esta pensando, ¿por qué no me muestras tu collar que te regalé puesto? Pero que solo traigas el collar.
Tardé en entender el mensaje, hasta que comprendí que era lo que quería.
Por favor no me desconcentres. Oye, por cierto, el profesor Slughorn hará un tipo baile de navidad y puedo llevar a mi pareja, ¿Quieres venir?
Le regresé la carta, ya solo me quedaba un procedimiento más y terminaba. La carta regresó y la abrí.
Es necesario que yo vaya, no tienes otra opción debo ser yo quien te acompañe señora Malfoy.
Sonreí y lo miré. Le respondí aquel mensaje y se lo envié.
Me has dicho de esa manera tantas veces, que ya no sé si me lo estás diciendo en serio.
Le entregué mi trabajo al profesor y me quedé esperando a que Draco terminara su actividad, pero en vez de eso me siguió respondiendo.
Es en serio, cuando se acabe el colegio te convertiré oficialmente en la señora Malfoy.
Lo miré sorprendida e hizo un gesto de satisfacción. Sabia que estaba bromeando. Le hice señas para que se diera prisa con su trabajo y cuando acabó los dos salimos del comedor.
- ¿A qué te referías con lo del collar? - tomé su mano mientras caminábamos.
- Ya verás. - me jaló y me llevo corriendo a la sala común de Slytherin.
- ¿Que estás tramando? - le pregunté ya estando ahí.
- Te llevaría al baño de prefectos pero está Myrtle la llorona rondando. - subimos a las habitaciones.
- Draco tenemos clases. - seguía sin entender que estaba pasando.
- Quise aprovechar que la sala común estaba sola. - se acercó a besarme y me quité.
*Narra Draco*
Aquel deseo de hacerla mía creció al imaginarmela solo con el collar que le había regalado.
- Ya sé a que estás jugando. - se acercó a intentar besarme y cuando me acerqué yo a besarla se alejó. - No funcionará tan fácil huroncito. - la tomé de la cintura con fuerza.
- Te será más difícil a ti escaparte. - mordió su labio y sin aguantar más la besé con desesperación.
Ella me correspondió de la misma manera y la pegué a la pared. Senti sus manos desabrochar mi corbata y así mismo mi camisa conforme el beso se iba intensificando. Tomé su mejilla con fuerza y bajé un poco a besar su cuello. Escuché aquellos leves gemidos que soltaba. Le quite la túnica y coloqué mi pierna en medio de las de ella.
- Draco y si nos descubren. - habló algo sin aliento.
- Que más da que se enteren. Es mi forma de demostrarte lo loco y enamorado que me tienes. - la besé de nuevo.
~
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
*Advertencia*
Este capítulo tiene contenido de acción sexual que puede resultar incómodo para algunos lectores, queda bajo su responsabilidad la lectura de este contenido.
Aclaro que no soy buena escribiendo este tipo de escenas setsuales, por favor no me apedreen, gracias :3.
La tenía acorralada en la pared, aquella forma de besar como si nunca lo hubiéramos hecho. Recorri mis manos hasta su blusa y comencé a desabrochar los botones de esta desprendiendo la de su cuerpo con brusquedad dejando su dorso casi desnudo.
- Que hermosa eres. - la miré a los ojos después de ver su abdomen y su pecho. Pude notar sus mejillas sonrojarse. - Creo que será mejor que empieces a decirme Daddy darling. - la cargué haciendo que rodeará mi cadera con sus piernas y la lleve a la que era mi cama.
La acosté quedando arriba de ella y empecé a darle besos haciendo un recorrido que iba de sus labios, seguía su cuello y después su pecho. Sin delicadeza alguna desabroche su sostén, a ella parecía que esto le gustaba y más por la sonrisa que se formó en su rostro. Mi mano recorrió su abdomen y la metí dentro de su pantalón por encima de su ropa interior la cual ya estaba bastante húmeda.
- Esto me demuestra que mi chica serpiente está que se muere porque ya pase algo más. - senti su mano tocar mi miembro con suavidad.
- Veo que mi "Daddy" también. - me miró de forma pervertida.
- Así me gusta. - me deshice de su pantalón y del mío también.
Coloqué mi pelvis entre sus piernas y empecé a moverla frotando su intimidad. Quería ver el placer que esto podría provocarle y pude observar que lo estaba logrando y esto me lleno de satisfacción.
La besé de nuevo y continué frotandonos hasta que sentí que era el momento de hacer un poco más. Bajé mi bóxer sin lentitud alguna y ella se quitó su pantis. La miré fijamente a los ojos y con una de mis manos tomé mi erección y coloqué la punta en su entrada.
- Hazlo ya. - escuché su súplica y la miré fijamente.
Sonreí malicioso y empujé con lentitud hasta meterlo completamente. Escuchar su largo gemido hizo que enloqueciera. Empecé a moverme estando arriba de ella y apoyando mi mano en la cabecera de la cama.
- Que bien te sientes. - hablé sin aliento.
Me enredó con sus piernas con bastante fuerza, parecía que nunca me dejaría me iba a soltar. Sus paredes parecían apretarse provocando que me moviera con más rapidez. Me rodeó con sus brazos y empezó a arruñarme la espalda.
- Que bien se siente eso. - susurre en su oído y lo mordi.
Podía escuchar que con todas fuerzas trataba de no gemir tan fuerte.
- ¿Que sucede darling? - mordi su cuello y bajé mi mano a su clitoris empezando a estimular con mi dedo medio. Enterró sus dedos con más fuerza. - Quiero escucharte. - aumente la fuerza de mi penetración.
El volumen de sus gemidos aumentó hasta al punto de escucharse por toda la habitación. "Esa es mi chica" le susurre y acerque mi oído a su boca.
- Quiero seguir escuchandote. - sujete sus manos y las coloque encima de su cabeza.
La tenía totalmente dominada y su forma en la que ella me correspondía era tan exquisita que de ser posible estaría todo el día haciéndola mía.
- Me parece que aún puedo complacerte un poco más. - habló entre gemidos, gemidos que me hacían adicto.
Me levanté y ella se puso de rodillas en la orilla de la cama. Sonreí y me acerqué. Senti su respiración cerca de mi miembro y sentía mi ritmo cardíaco alocado rápidamente.
Pasó su lengua por toda mi dureza desde la punta hasta el fondo, para después meterlo en su boca hasta el fondo. Colgué mi cabeza hacia atrás por el placer que su lengua y sus labios provocaban. Sentía un cosquilleo por todo mi cuerpo y cuando sentí que estaba por terminar la sujete de la nuca y comencé a mover su cabeza mientras empujaba mi cadera hasta el fondo. _______ succionó de él haciendo que en sus mejillas se hiciera un hueco y esto fue suficiente para poder terminar en su boca haciéndome gemir con fuerza.
Se levantó y limpió su boca. No pude aguantar y la besé mostrándole lo agradecido que estaba.
- Me parece que aún faltas tu. - le susurre en sus labios.
La acosté y me coloqué a su lado. Bajé mi mano y coloqué de nuevo mi dedo medio en su clitoris estimulando esa zona con delicadeza y a la vez rápido. La besé para ayudarla a que acabara con un verdadero placer. Empezó a gemir con fuerza y mordió mi labio inferior tratando de callar el largo gemido que salió de ella.
- Esa es mi chica. - me separé del beso y dejé que recuperara el aliento.
Recargó su cabeza en mi hombro y tomé su mano. Se escuchaban nuestras respiraciones agitadas y sentí el calor que ella emanaba.
- Estuviste excelente. - soltó una risa nerviosa mientras decía esto. Se levantó de la cama y recogió su ropa.
Me levanté y la abracé por la espalda. Ella sonrió y sujetó mis manos.
- ¿Me amas? - le pregunté armandome de valor para decirlo. - Porque yo a ti si.
*Narra _______*
- Porque yo a ti si. - sonreí emocionada, me di media vuelta para mirarlo.
- ¡Si Draco! - lo abracé y ataque su rostro con besos diminutos.
Sujetó mis mejillas y me besó. Escuchamos ruidos afuera de la habitación y nos cambiamos rápidamente. En el bolsillo de mi túnica tenía los sacrilegios Weasley, saqué una pastilla de la cuando se escuchaban pasos a fuera.
- ¿Que haces? - me preguntó Draco susurrando. Puse la pastilla en mi boca.
- Estoy sudando todavía, no me gustaría que nos descubrieran. - me la tragué. - Ahora finge que me estás cuidando porque estoy enferma. - guarde la bolsa nuevamente.
Entraron Crabbe y Goyle y nos vieron con extrañeza.
- Váyanse chicos, ¿no ven que mi novia está enferma? - la pastilla hizo efecto en ese momento. Draco me abrazó y tocó mi frente.
Los chicos se fueron y dejé que el efecto siguiera, más porque debíamos salir de la habitación y no levantar sospechas.
Bajamos a la sala y en ese momento Trayce entró con Aron.
- _______. - se me acercó, parecía preocupada. - ¿Tu y Draco lo hicieron? - me quedé helada con esa pregunta, miré a Draco y estaba igual.
- ¿Que? - le pregunté asustada.
- Si, el proyecto en pareja de Snape, crei que se entregaba en una semana, pero resulta que lo cambió para pasado mañana. - solté un suspiro de alivio. - ¿Estás bien? Estas roja. - tocó mi frente. - Tienes fiebre.
- Si de hecho, me estoy sintiendo mal, me está dando como gripe y nos dirigíamos a la enfermería.
- Vamos darling, no podemos dejar que te pongas grave. - me tomó Draco por los hombros y me encaminó a la salida de la sala común. - Eso estuvo cerca. - me susurró.