No puedo creerlo río, Hermione a carcajadas.
_Y eso no es todo. El muy canalla corría por la casa desnudo sin pañales. Si le habrá dado dolores de cabeza a Narcissa. Eso eran bueno tiempo-dijo afligido Abraxas.
_¿Los extraña mucho? Digo a su hijo y nuera-pregunto Hermione.
_Demasiado. Jamás pensé que ellos se irían antes que yo, y me dejarían a Draco. Fue un golpe muy fuerte para él. Perder a sus padres de la noche a la mañana. Cambiar su vida en un minuto. Por eso te pido, Hermione. Que lo piensen bien.
_Esta hablado sobre el bebé.
_Sabes Hermione? No es fácil criar un hijo, esconder su origen. Tardé o temprano eso se sabe. No podrás ocultar su descendencia.
_¿Por qué lo dice?
_No es obvio-señalo su cabello y ojos grises ya casi gastados por el paso de los años. Dónde ese pequeño/a vaya sabrán que es un Malfoy.
_Y sí no es así. Y si por ser hijo de mestizo no es un Malfoy del todo-pregunto ella.
_No podrás escapar de eso Hermione. Tu hijo será un Malfoy con todas las letras. De hecho su rama ya esta creciendo en el Árbol de la familia.
_¿Qué? ¿De qué está hablando?
_¿No te lo dije?-pregunto el anciano-dejando su taza de café sobre la mesa. Mi bisnietos ya está creciendo de la rama de su padre. Fue maravilloso verlo, bueno aún es pequeño pero de puede distinguir-dijo orgullosamente.
_¿Y Malfoy lo vio?
_No. Aún no. Ese ingrato aún no ha vuelto a verme.
Señor Abraxas-lo interrumpió su ama de llaves.
_¿Qué sucede? No ves que estoy ocupado.
Lo siento. Su nieto está aquí.
A Hermione se le pusieron los pelos de punta al escuchar que Draco estaba en la casa.
_¿Y dónde está él?
Me dijo que iba hacia el despacho-dijo retirándose del lugar.
_Recuerdas que te dije que Draco aún no había visto la rama del árbol.
_Sí.
_Esta apunto de hacerlo-sonrio el anciano.
_¿Qué?-grito Hermione poniéndose en pié.
_Yo que tu iría por aquella puerta-señalo. Y tiene dos minutos antes de que el cruce la puerta Hermione-rio Abraxas.
Hermione salio disparada como alma que lleva el diablo. Entro a la casa a los tropezones, corrió como pudo hacia los pasillos de la enorme casa. Y vio a Draco parado apunto de abrir la puerta del despacho de su abuelo.
_¡Malfoy!-grito ella corriendo hacia él.
Draco se giró muy lentamente y abrió los ojos al ver que ella se arrojó sobre él casi abrazandolo. Él parpadeó varias veces. No podía creer lo que estaba pasado. Otra vez así de cerca estaba de ella, y ahí estaba ese latido desbocado que emitía su corazón.
_Qu... que crees que estás haciendo, Granger?-pregunto nervioso.
Ella se apartó sin separarse completamente de él.
_Yo... yo estoy contenta de verte.
_¿Estás contenta?-le pregunto el rubio confundido.
_Sí. De hecho lo he extrañado. He extrañado mi empleo, sus regaños y hasta sus gritos-seguia hablando ella sin parar mientras Malfoy la miraba desde arriba.
_Granger.
_Veo que no ha estado comiendo bien. Acaso esa asistente que tiene no le trae su almuerzo como le gusta.
_Granger.
_Tal vez no le gusta como le prepara su café o su desayuno-siguio hablado sin prestarle atención a Draco.
Draco se agachó hacia ella, para acercarse a su boca para callarla de un beso el cual fue muy corto. Él se apartó un poco-pero está vez fue Hermione quién enredo sus brazos al rededor de su cuello para unir sus labios otra vez.
Qué tanto mirar por esa ventana, Theo-pregunto Blaise bajando el periódico.
_Nada que te importe.
_Oh, venga. Qué niras-dijo el moreno poniéndose de pie para asomarse hacia la ventana apartado a Theo.
_¿Por qué me empujas?
_Así que Lovegood es la que roba tu atención-pregunto Blaise mirando por rejillas de las cortinas de la oficina.
_Dejame en paz, Blaise. No ves que tengo cosas más importantes que hacer.
_¿Cómo cuáles? Espiar a Lovegood.
_Claro que no-bufo molesto.
_¿No te importa ella?-pregunto el moreno.
_No-respondio Theo sentándose en su escritorio.
_Oye, ¿ese no es Scarmander?-pregunto Blaise.
_¿Qué? ¿Dónde?-dijo Theo parandose de inmediato para mirar por la ventana.
_¡JA JA JA!-solto una carcajada el moreno. Debiste ver tu cara, Theo. Y dices que no te importa. ¡Jajaja!-se sentó de nuevo en el sillón.
_No hagas eso. No es gracioso-respondio Theo aún mirando por la ventana.
_No sé porque aún no la has invitado a salir, hermano.
_Como si fuera fácil.
_Lo es. Solo te cruzas y dices "Hola soy Theo Nott le gustaría tomar un café conmigo ". Eso es todo-solto Blaise.
_Oh, pero claro. Porque no lo pensé antes-dijo Nott con sarcasmos. Soy hijo de uno de los Mortifagos más buscado de todo mundo mágico, ¿lo olvidas? Ella, ni siquiera nadie aceptaría salir conmigo.
_¿En serio? Mí madre a enterrado más maridos que nadie en todo en mundo mágico. Y no por eso me catalogan como el siguiente viudo de mujeres.
_Hablo enserio, Blaise.
_Y yo también. No sabes lo que me costo cazar ese hoguera que tengo en casa. Lo que sufrí, y sabes que? No me gustaría que nadie más pudiera ver todo ese maldito infirno que ella se carga. A caso te gustaría que alguien más descubra el fuego que tiene esa rubia, de que alguien más la acaricie en las noches bajo las sábanas. O que sostenga su mano al caminar.
Theo soltó los papeles que tenía y abrió la puerta de su oficina.
_¿Dónde vas hermano?-dijo Blaise poniéndose en pié para ir tras él.
Theo ignoro a su amigo y camino a ciegas por los pasillos del Ministerio, atropellando a las personas. Salió del lugar y bajo escalón por escalón de dos en dos.
_¡Theo vuelve aquí!-grito su amigo, pero fue ignorado.
Nott cruzó la calle casi a ciegas ignorado los pitidos de las bocinas.
_¡Estas loco hermano! ¡Van a matarte!-grito el moreno de la impresión.
Por fin llego al Diario el profeta. Abrió la puerta y encontró a Luna Lovegood. Colocando las portadas de los nuevos ejemplares.
_¿Nott?
_Lovegood-respondio él.
_¿Qué haces aquí? ¿ En qué puedo ayudarte?
_Tú y yo comida-dijo nervioso.
_¿Me estás invitando a salir?
_Sí-dijo firmemente.
_Bien, a las siente estaría bien.
_Bien, pasare por ti-dijo saliendo del lugar.
Blaise por fin cruzo la callé hasta llegar a su amigo. ¡¿Qué diablos te pasa?! Casi te pisa unos autos, y ni contar que casi me agarra un camión. Estas enfermó-lo tomó de los hombros, pero su amigo ni siquiera pestaneo.
_¿Theo? ¿qué te sucede?
_Dijo que sí. Me dijo que sí.
_¿Lovegood? Cruzaste la callé para venir a invitarla a salir.
_Sí.
_¡Por Merlín! Deviste mandarle un mensaje por Facebook. Y no arriesgar tu vida.
_¿Facebook?-pregunto Nott confundido.
_Claro. Ginny y yo la tenemos agregada como amiga. Diablos eres igual que Malfoy. Deberían modernizarse. Comprarte un iPhone hasta puedes ver películas y todo.
_No, no. Yo odio la tecnología. No es lo mío.
_Así podrás hablar con Lovegood.
_¿Qué me dijiste que compre?-le pregunto Theo.
Ahora esta tan cerca, tan cerca que puedo sentir el calor de su cuerpo contra él mío. Puedo oler un ápice de su perfume, vainilla y una nota de sándalo.
_Lo siento-susurra apartandose de Draco. Murmura algo pero es interrumpida por los labios de Malfoy una vez más. La besa, sus labios tocan los suyos, los ojos de ella se cierran por un segundo.
El contacto es eléctrico, extendiéndose hacia afuera hasta que ambos lo sienten. En sus brazos, manos, piernas y pecho. Una voz le dice a Draco que la tome. La aprieta un poco más hacia él como tratando que se adhiera, haciéndole sentir lo que su pecho esta sintiendo.
Hermione se aparta inmediatamente de él. Esto no debió pasar pero no podía envitarlo. Era más fuerte que ella. Se sintió tan bien estar otra vez en sus brazo que no pudo evitar besarlo.
_Esto es un erro-murmuro ella.
_¿Por qué?-pregunto Draco intentado recuperarse.
_Es un hombre casado. Y soy su empleada. Esto no debe pasar.
_Pero pasó. Y con respeto a mí esposa.
_¡No! ¡No quiero escuchar nada!-lo interrumpió ella. Esto fue un error y se quedara aquí y no se hablara más del asunto, señor Malfoy-finalizo marchándose del lugar.
_Ven aquí, Granger. Aún no terminamos de hablar-dijo él siguiendola.
_¡Draco!-lo interrumpió su abuelo que había visto toda la escena.
_Ahora no Abraxas-dijo Draco ignorando a su abuelo yendo tras Hermione.
Eres una estúpida Hermione. Querías evitar un sismo y creaste un terremoto. No puedes, no debes acercarte a él. O sabes lo que pasará con tu bebé-se decía a ella misma mientras cruzaba los portones de la enorme mansión.
_¡Granger!-la llamo gritando tras ella.
_Dejame tranquila.
_No-la detuvo-sujetandola del brazo. No vas a escaparte otra vez. Me diras que fue lo que pasó.
_No pasó nada. Ya le dije que fue un error-intento zafarse de él.
_No me salgas con eso. Eso no es un error, ni tu te lo crees. Eso fue... intento buscar las palabras pero no las encontró.
_Ni siquiera usted sabe que pasó. Así que suelteme.
_¡No!-la atrajo más a él rodeandola por la cintura. No sé que pasó, Granger. Pero te juro que me estas volviendo loco. No logró sacarte de mí cabeza, estás ahí las veinticuatro horas del día.¿ Y sabes que es lo peor?
Ella negó con la cabeza sorprendida por su declaración.
_Que me gustaría arrastrarte a mí cama y no dejarte salir nunca más.
_¿Nunca más?-murmuro ella.
_Nunca más-susrro él acercarse a sus labios otra vez.
_No-lo detuvo ella. Yo no voy a ser su nueva diversión-se solto furiosa. Lo conozco muy bien y yo no soy de esas. Así que alejese de mí. Y mañana tendrá mí carta de renuncia en su escritorio.
_Granger.
_No. No se acerque y respeteme señor Malfoy-dijo esas palabras casi apunto de llorar. No sabía que le dolía más si esas palabras que escucho muchas veces tras la puerta de la oficia dónde defilaban mujeres o que no la tomará enserio. Se subió a su auto y se marchó.