¿Y qué es el sufrimiento, si todavía no sabemos lo qué es la felicidad?
En tan siquiera una mentira nos despedimos de la confianza hacía la verdad,
En un susurro colapsamos en un intento de explosión,
Cuando ni siquiera somos el detonante.
Porque en tan sensato beso rechazamos toda posibilidad,
Porque en tan irradiante abrazo nos despedimos de la soledad.
Porque la esperanza termina cuando la confianza se pierde,
Se marchita, desaparece,
Y ya no vuelve.
Ni siquiera cuando el Sol da su acto de presencia y nos muestra su arcoíris,
Bailamos con la alegría, en una danza etérea que se nos refleja desde los pies hasta el iris,
Porque el mundo merece ser amado, no destruido,
En un nivel que no acaba de ofrecer juegos, haciéndonos esperar un final que nunca llega, rompiendo la voz con tal de hacer ruido.