Resiliencia 《JJK & PJM》

By Kookitty0103

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Park JiMin había conseguido el trabajo perfecto, debía cuidar una casa por una semana y recibiría más dinero... More

Día 0
Día 2 《Martes》
Día 3 《Miércoles》
Día 4 《Jueves》
Día 5 《Viernes》
Día 6 《Sábado》
Día 00 《Inicio.》
Día 7 《Domingo》
Día ? 《Epílogo》

Día 1《Lunes》

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By Kookitty0103

No logré dormir mucho debido a las reglas que me había dejado la señora Maureen, primero pensé que era una broma, pero ella no parecía ser el tipo de personas que hiciera bromas, luego quise comprobar la veracidad de al menos una de las reglas, revisé cada habitación y en todas habían armas cargadas, un escalofrío recorrió mi cuerpo pensando que quizá me metí en la casa de una viejita loca, aunque igual podía ser comprensible lo de las armas, considerando que era una mujer mayor viviendo sola en un lugar bastante alejado de más personas.

— No Jimin, concéntrate, esto lo haces por el dinero, no puedes arrepentirte cuando ya aceptaste —me dije a mi mismo en voz alta para cerciorarme de entender bien.

Decidí no tomarle mayor importancia al tema.

Me levanté a las 9 de la mañana, me di una ducha en uno de los grandes baños de la casa y finalmente me vestí. Aproveché de recorrer la casa, contaba con 6 habitaciones, 3 baños, una cocina y una sala enorme, además de otras habitaciones que parecían oficinas y otra habitación en donde solo había un piano y enormes libreros que obviamente estaban repletos de libros, el lugar parecía un museo. De tanta caminata me dio hambre, en la cocina me preparé un sándwich con jamón y queso, acompañado de una taza de café, para este entonces las extrañas advertencias ni siquiera me preocupaban.

La mañana transcurrió normal, también aburrida, pero eso era obvio estando solo en medio de la nada. Para cuando ya fueron las 5 de la tarde yo estaba sentado en el patio trasero comiendo una manzana, observando el bosque y las montañas que se asomaban tras de todos esos enormes árboles, sinceramente parecía el bosque de Aokigahara.

— ¿También pasarán cosas paranormales aquí? —cuestione en voz alta mirando hacia el bosque, sin poder evitarlo las reglas que había dejado la señora Maureen vinieron a mi cabeza— mmm... ¡Si hay algún fantasma aquí, dame una señal! —exclame en voz alta.

No hubo ningún ruido, sonreí de lado por haberme creído todas esas estupideces, solo quise reír por mi idiotez.

Meow...

Lamentable es admitir que salté del susto al oír aquello, me levanté del césped a tropezones y voltee hacia el sonido, allí a unos metros de mi había un gato negro, sus enormes ojos amarillos me miraban mientras yo intentaba calmar los latidos de mi corazón por el susto que acababa de pasar.

— Dios... me sugestione demasiado —suspiré llevándome la mano al pecho, luego dirigí mi mirada al gato que permanecía sentado frente a mi— ¿Tú eres ese gato que se supone no debo tocar?

Me puse en cuclillas extendiendo mi mano hacia el gato, el parecía algo inseguro, entonces cuando comenzó a caminar hacia mi un un sonido bastante fuerte llamó mi atención, provenía del bosque, cuando miré una gran cantidad de aves negras salió de los árboles elevándose hacia el cielo, el gato a mi lado maullo de una manera que parecía más un llanto adolorido y corrió enseguida dentro de la casa por la puerta que yo había dejado abierta.

Esta vez me puse de pie, un escalofrío recorrió mi cuerpo, de pronto sentí la temperatura bajar considerablemente, del bosque comenzó a surgir una espesa niebla, no podía ver muy  bien pero me sentía raro, como cuando te levantas en la noche y en la oscuridad crees ver algo que te observa, sientes la mirada pesada sobre ti y el miedo de que algo aparecerá o de que algo saltará de la oscuridad hacia ti, así me sentía, pero el miedo era mayor, de pronto sentí mi piel erizarse y unas ganas enormes de salir corriendo, no veía nada, pero sentía que algo allí entre los árboles me observaba.

Retrocedí unos pasos, me negaba a darme la vuelta, el miedo de que algo me tomara desprevenido fue demasiado, así que mantuve mi vista fija en el bosque mientras lentamente  retrocedía hacia  la casa, intentando recordar esas reglas que en este momento no me parecían tan estúpidas, ¡Pero en allí no decía nada sobre esto!.

Cálmate

Cálmate

¡Cálmate!

Me repetía constantemente en la cabeza, una y otra vez mientras mis manos temblaban, la manzana que antes sostenía yacía tirada en el suelo, de pronto un horrible ruido terminó por ponerme los pelos de punta, eran gruñidos. Fuertes gruñidos junto al sonido de algo desgarrarse y allí entre la niebla vi una figura formarse, no le encontré forma, pero sabía que me estaba observando.

3- Cuando escuches ruidos extraños provenir del bosque no los cuestiones, solo cierra todas las puertas y ventanas con seguro.

Tragué duro, tomando la valentía que me quedaba corrí hacia la casa, cerré la puerta con seguro inmediatamente, luego corrí para cerrar las ventanas y demás puertas, mientras hacía todo esto seguía intranquilo, esto no podía ser cierto, quería marcharme de aquí pero me daba salir y encontrarme directamente con esa cosa del bosque.

— ¡Maldición! —exclame con frustración y a la vez enojo cuando no podía colocar los seguros se la puerta principal, mis manos no paraban de temblar y era frustrante no poder controlarme, el miedo me estaba consumiendo de una manera que sentía aún aquella mirada pesaba sobre mi— ¡Joder! —maldije una vez más golpeando la puerta con el puño.

Cuando logré cerrar la puerta un nuevo ruido se escuchó, algo caminaba sobre el tejado.

Aún con los nervios a flor de piel abrí uno de los cajones donde recordaba había un arma, sentía los latidos de mi corazón en la garganta. Un gruñido se escuchó desde el  patio trasero donde yo me encontraba antes, no quise ir a averiguar de qué se trataba, no sería de esos idiotas que por andar de curiosos terminaban muertos.

Intente calmarme, estaba siguiendo las reglas, nada debería pasar, ¡Y una mierda!, nada me aseguraba que estaría seguro aquí, ni siquiera por esa enorme cantidad de dinero iba a pasar más tiempo aquí.

Con la idea de marcharme en mente intente llamar a mi madre, no había señal y en la casa no habían teléfonos.

Sin señal para llamar a alguien...

La casa estaba en medio de la nada... 

Solo mi madre sabe donde estoy y para ella yo estaría una semana aquí...

Y si todas esas "reglas" eran ciertas esto no sería lo peor que pasaría...

Me dejé caer al suelo, con el arma en mis manos rogando para que lo que sea que estuviera afuera se marchara, lo sentía masticar, estaba comiendo algo, por un largo tiempo escuché pisadas fuera de la casa, las hojas siendo trituradas por el peso de esa cosa que me estaba acechando, temía que en cualquier momento entrara y yo ni siquiera sabía usar un arma correctamente.

No sé cuanto tiempo pasó, mis piernas estaban acalambradas, ni siquiera me había movido de mi posición, había intentado hacer innumerables llamadas pero ninguna se conectaba. Ya no se oía ningún ruido, aún así no me atrevía a moverme, el ambiente ya no se sentía tan pesado, pero joder... el susto que pasé no me lo quitaría nadie.

Meow

El gato estaba allí, sentado al pié de la escalera, lucía más calmado, se acercó a mi,  tuve el instinto de acariciarlo pero con todo esto el miedo de tocarlo había aparecido, por suerte a él no pareció importarle.

— ¿Crees que ya se fue? —murmuré en voz  baja, el gato solo me miraba.

Llené mis pulmones de aire y con piernas inestables me puse de pié, sujetando el arma con fuerza me asomé por una de las ventanas que daban al patio trasero, ya había oscurecido, pero no había nada, ni siquiera estaba la manzana que yo había dejado tirada.

Me calme lo más que pude, está vez fui hacia la que era momentáneamente mi habitación, el gato me siguió, observé la hora, 09:45pm. Necesitaba pensar claramente, nunca había sido gran creyente de cosas sobrenaturales.

Seguramente fue un animal salvaje.

Me dije a mi mismo, eso quería creer, eso necesitaba creer.

Un poco más tranquilo revisé la lista una vez más, el miedo asomándose mientras me imaginaba que el resto de las cosas allí anotadas pasarían.

1- No subas a la segunda planta entre las 01:11am y las 03:33am. Este paso es fundamental si quieres llegar al séptimo día, no importa que veas o escuches, NO SUBAS.

Releí aquello, ahora ni siquiera tenía ganas  de dormir, solo podía observar la hora avanzar, una parte de mi  quería que esta hora llegará, para poder confirmar que esto era cierto y no sólo coincidencias y una señora intentando jugar una broma, pero otra parte no quería que esta hora llegará porque ya me encontraba muy sugestionado y temía de lo que pasaría.

11:00pm

Yo seguía despierto, nada raro había pasado aún, el gato seguía en la habitación haciéndome compañía, estaba felizmente dormido en un sofá junto a la cama, un bostezo se escapó involuntariamente de mi, tenía sueño, pronto me  quedaría dormido y pensándolo bien no sería mala idea, al menos en mis sueños estaría tranquilo. Finalmente me dormí.

No sé cuanto tiempo dormí, pero parecía haber sido muy poco, desperté con un sonido particular provenir de algún lugar de la casa, me tense inmediatamente, el gato ya no estaba y la puerta de la habitación estaba abierta.

Observé la hora en mi celular, 00:00am.

Suspiré aliviado, aún no era la hora prohibida de la segunda planta. Aquel sonido volvió a oírse, está vez tomé un poco de valentía y me levanté para seguir el sonido, claro que llevé el arma conmigo, intentando ser lo más silencioso posible, el sonido haciéndose cada vez más claro, provenía de la habitación donde estaba el piano.

Cuando estuve fuera de la habitación el sonido se terminó por aclarar, era un violín. La puerta está entre abierta, me asomé preparando el arma para disparar, pero las intenciones quedaron nulas cuando vi hacia adentro, un chico estaba allí, vistiendo un traje negro perfectamente arreglado,  el blazer tenía pequeños brillos que resaltaban con la luz del candelabro que colgaba del techo, él tenía los ojos cerrados, parte de su cabello negro cubriendo su rostro mientras se movía al compás del violín que tocaba una canción desconocida para mi, pero sin duda era hermosa. Sobre el piano vi al gato negro, él estaba embobado mirando al chico, me atreví a bajar la guardia, no sentía miedo, al contrario, una paz me invadió con cada sonido que salía del violín.

15- Si tienes alguna duda JungKook te ayudará, puedes confiar en él, aparece entre las 00:00am y las 02:00am.

Abrí mis ojos ante la sorpresa, había olvidado esa parte, este chico debía ser JungKook, era tranquilizador y a la vez atemorizante que alguien realmente apareció a esta hora, este chico podía ser mi esperanza para salir de aquí.

Meow

Bajé mi mirada, el gato estaba de pié al otro lado de la puerta mirando en mi dirección, el violín dejó de escucharse, pronto la puerta se abrió de golpe, retrocedí por el susto, el gato corrió dentro  se la habitación, lo vi acercarse al chico y este volteo hacia mi.

Me quedé inmóvil mirando sus ojos, unos ojos sin  iris ni  pupila, solo estaba la esclerótica completamente blanca, solo unas pequeñas venas rojas se asomaban desde los costados de sus ojos, el chico sonrió y el violín desapareció de sus manos.

— Tú no eres Lilitt —dijo él apoyándose contra el piano— ven aquí JiMin

Abrí los ojos sorprendido, ¿Por qué él sabía mi nombre?.

— JiMin, no me queda mucho tiempo, ven

Algo inseguro me acerqué, manteniendo la distancia de él.

— ¿Cómo sabes mi nombre? —cuestione inmediatamente.

— Lilitt te menciono antes de irse —respondió, yo asentí desconfiado— no me temas, te aseguro que yo soy lo último de lo que debes preocuparte aquí

— ¿Qué pasa aquí? Osea... antes en el bosque...

— A ellos les gusta comer, ¿Dejaste algo tirado?

Iba a negar, luego recordé la manzana.

Oh...

— Espera... ¿Quienes son "ellos"? Nonono, mejor ayúdame a salir de aquí —suplique, él ni siquiera se inmutó por mi súplica— JungKook por favor... —esta vez me prestó atención, sus ojos me daban escalofríos pero no sentía peligro.

— No puedo ayudarte a huir, solo a sobrevivir —él pareció mirar el reloj que colgaba en la pared— quedan unos minutos antes de que regresen

Miré la hora, 00:33am. No puede ser...

— Solo obedece lo que Lilitt escribió, deberías estar bien —su atención estuvo en mi por unos momentos— aunque... eres nuevo, ellos lo saben, quizá se descontrolen un poco las cosas, en fin, diviértete

Él se encogió de hombros y tomó asiento frente al piano, el gato saltó a sus piernas y él lo acarició.

— Como es que... ¿Por qué tú si lo puedes tocar?

— Como te darás cuenta yo no soy humano, soy parte de esta casa como lo son este gato, ellos y también las próximas personas que verás estos días, pero tenemos objetivos diferentes

Él era como "ellos", eso me hizo retroceder unos pasos.

— Yo no me alimentó de tu dolor, tampoco me interpondré si alguno de ellos llega a ti, así es como convivimos, no esperes que te proteja, no te debo nada pero... —se detuvo, sus ojos vacíos me miraron por unos segundos y luego suspiró extendiendo su mano hacia mi— ven aquí

Lo pensé por unos largos segundos antes de tomar su mano, él me obligó a sentarme a su lado frente al piano, allí soltó mi mano y comenzó a tocar, tanto el violín como ahora el piano lograban relajarme por la manera en la que él estaba tocando, era una melodía lenta.

— Escucha, esta semana necesitas tener un equilibrio, sabes lo que sucederá, pero no el como ni cuando, no tienes la precisión, en cambio Lilitt si la tiene —él comenzó a hablar sin dejar de tocar el piano— Pocas cosas son tan precisas como la interpretación de una obra musical por una orquesta bien dirigida. Movimientos exactos y coordinados al milímetro que dan lugar a una agradable melodía que llega directamente al alma

La melodía comenzaba a sonar cada vez más rápido, como aquellas que sonaban en algún momento importante de las películas. JungKook parecía concentrado pero aún así no dejaba de hablarme.

— Lilitt mantiene todo como una orquesta bien dirigida, tú debes hacerlo como una banda de rock —vi una sonrisa asomarse en sus labios, sus dedos se movieron más rápido sobre las teclas emitiendo una fuerte melodía— un pequeño caos controlado en el que los intérpretes y el público se dejan llevar por el lado menos racional del ser humano

— Lo siento, pero no sé mucho sobre música —dije un tanto apenado, de alguna manera estar con este chico lograba calmarme a pesar de no entender mucho de lo que hablaba.

— Ambas situaciones no podrían diferenciarse más entre ellas y, sin embargo, ambas tienen en común el protagonismo de la música, "El arte de las musas" —él parecía completamente feliz hablando sobre la música, aunque sabía que intentaba explicarme todo mediante lo que él amaba pero me era difícil entender— de manera fácil, lo que tú y Lilitt tienen en común es la casa, pero ellos saben que tú tienes miedo, el miedo les da fuerza, los del bosque querrán devorarte ante cualquier pequeño error y los visitantes buscarán  devorar tu escencia, te aseguro que no quieres ser uno de ellos

El sonido del piano se detuvo, él me observo con aquellos ojos vacíos, uno de los relojes de la casa marcó las 01:00am.

— Quedan once minutos —dijo él poniéndose de pie, yo hice lo  mismo con la intención de seguirlo, era un completo extraño para mi, además de también ser una criatura sobrenatural de esta casa, pero prefería estar con él a estar solo para cuando la hora marcara las 01:11am-.

— ¿Hay alguna manera de que pueda irme de aquí? —cuestione mientras lo seguía  por los pasillos de la casa.

— De noche es peligroso y de día ellos estarán esperando, no han comido en años, lo más seguro es que esperes a que Lilitt regrese —respondió con simpleza, de pronto se detuvo, estuve a punto de chocar contra su espalda— además la casa no puede quedar sola

— ¿Cómo que no han comido en años? —cuestione asustado levantando mi mirada hacia él, estábamos de pié frente a la escalera— ¿No puedes cuidar tú de la casa?

— Mi tiempo es limitado, me quedan solo unos minutos —murmuró él, noté enseguida como evitó responder mi primera pregunta, aquello solo me causó más inseguridad de la que ya sentía, joder... quería regresar a mi casa— ya es hora

Me puse tenso de inmediato, realmente estaba esperando lo peor y ni siquiera sabía que era lo que pasaría, solo tenía conocimiento de que no debía subir hasta pasadas las 03:33am, lo cual no era nada alentador sabiendo que JungKook desaparecería a las 02:00am, pronto quedaría solo.

Incluso cuando estuve lo más concentrado posible en oír algo no logré escuchar absoluto nada, la hora indicada ya había comenzado pero no sucedía nada, iba a reír, pensando que quizá aquella regla estaba equivocada, pero no dejaba de sentirme ansioso.

— ¿Qué se supone que pasa a esta hora? —pregunté, aún con la mirada fija en la planta de arriba JungKook respondió-.

— A esta hora ellos salen del bosque y tienen permitido el ingreso a la casa

— ¿Q-qué? —mi voz tembló ante la idea de que lo que sea que me acecho en la tarde ahora podía estar dentro de la casa.

— Tranquilo, ellos no pueden bajar aquí, estará todo calmado mientras no hagas mucho ruido, ellos tienen muy buen oído —está vez volteó a mirarme— no me queda mucho tiempo, esté sector está prohibido —señaló las escaleras y lo que quedaba a su alrededor— ni siquiera pises el primer escalón, ni te acerques, ellos están esperando que lo hagas, ahora estás conmigo por lo que no se acercaran, pero en minutos me iré y es de suma importancia que lo recuerdes, ni siquiera por curiosidad te asomes

Asentí, JungKook me hizo una señal para que lo siguiera, en cuanto nos alejamos de las escaleras sentí la madera de estás crujir, me detuve, aún congelado por el miedo intente voltearme para ver lo que estaba allí, aunque mi intensión fue impedida por JungKook quien tomó mi mano y  me arrrastro lejos de allí.

— Ni siquiera lo intentes —mencionó él mientras me arrastraba hacia mi habitación— es más de lo que los ojos humanos pueden soportar

No dije nada, solo asentí a pesar de que él no me estaba mirando. Cuando llegamos a la habitación el gato estaba allí y se acercó enseguida a JungKook, él lo cargó en sus brazos.

— Intenta dormir, deberías estar bien hasta que sea de día, pero escucha, los Lunes son tranquilos, lo que sigue será complicado para ti, no intentes huir, sigue las reglas que dejó Lilitt y memoriza los lugares donde hay armas —comenzó a narrar, yo solo podía pensar en que enserio podría morir en cualquier momento y tendría que quedarme aquí 6 días más— si logras pasar el día nos veremos en la noche

Asentí ausente, aunque tuviera sueño me era difícil dormir sabiendo que algo estaba caminando en el segundo piso esperando devorarme, la idea era perturbadora, quizá lo que sea que eran "ellos" está justo sobre mi cabeza, de alguna manera observandome, esperando que bajara la guardia y causarme aquel temor inmenso de la tarde. Saber que yo estaría dormido era peor, dormido somos débiles e indefensos ante cualquier cosa que esté despierta mientras nosotros dormimos, quizá nunca más despertariamos, nunca volver a abrir  los ojos,  los peligros acechaban en la oscuridad esperando  por nosotros, esperando que estuviéramos indefensos a su completa merced para arrebatarnos la vida.

— Me iré ahora, descansa, necesitarás energía

JungKook dijo aquello, el miedo fue mayor cuando lo vi comenzar a marcharse, llevé mi mirada al reloj de la pared, aún quedaban 20 minutos para que él desapareciera.

— JungKook —lo llamé intentando no alzar mucho la voz, él volteó hacia mi— mmm... bueno, si no es mucha molestia ¿Podrías... quedarte aquí?

Me sentía más seguro con él cerca.

Él no dijo nada, solo se limitó a cerrar la puerta y se acerco hasta sentarse en uno de los sofá de la habitación. Suspiré aliviado y me acomodé en la cama de manera que podía mirarlo.

— ¿Podrías tocar el violín? —pregunté dudoso, su sonido me había relajado anteriormente.

Él pareció pensarlo, luego sus manos se movieron como si estuviera sosteniendo un violín y junto con unas luces de colores aquel instrumento apareció, me sorprendió, pero no me asusté.

El comenzó a tocar y yo cerré los ojos aún sabiendo que cuando despertará todo sería aún peor.

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