━MIEDO━
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Inhale, respirando el aire que me golpeaba de lleno. Intenté relajarme observando desde encima de la muralla el estado de la ciudad.
Erwin fue liberado y se le entregó todos los papeles informando sobre el titán dentro de la muralla. Nos dejó a Hanji y a mí el interrogatorio del pastor Nick, había muchas preguntas y el viejo bastardo no tenía cara de hablar.
Para descansar un poco, le deje a Hanji el interrogatorio a campo abierto. No estoy de humor para lidiar con basura insignificante.
──Bueno... ─habló la miope. ──. Ya es hora de que nos lo cuente.
Decidí permanecer callada, escuchando su plática. Con la esperanza de que hable sin tener que usar medidas desesperadas.
──¿Qué hace ahí el titán? ─preguntó sin rodeos.
El pastor solo miraba la gran capa que se hizo con muchas para poder cubrir al titán del sol.
──¿Por qué hay un titán dentro de la muralla? ─volvió a preguntar, pero no hubo respuesta. ──. ¿Por qué lo mantuvieron en secreto? ─el tono de la miope era severo y aún así el pastor no decía nada.
Al paso de unos segundos en silencio, se levantó sacudiendo el polvo de su túnica.
──Estoy ocupado. ─fue lo único que salió de su boca. ──. Destrozaron mi iglesia y a los feligreses. ¡Es culpa suya! Demandaré una restitución. ─encaró. ──. ¡Bájenme de aquí!
──Como quiera. ─lo tomó del cuello de su ropa llevándolo a la orilla de la muralla, sólo seguía en pie por el agarre de la miope. ──. ¿Le sirve que lo baje desde aquí?
──¡Buntaichō! ─Moblit se acercó a ella.
──Déjala. ─ordené. ──. No se acerquen.
──¡Buntaichūi! ─me reclamó.
──No estoy para bromas. ─demandó comenzando a enojarse. ──. ¿Sabes por qué derrama sangre la Legión de Reconocimiento? ¡Para recuperar la libertad que nos arrebataron los titanes! Por eso nos jugábamos la vida.
La miope puede ser estúpida y apestosa, pero cuando está enojada no es bueno estar cerca.
──No te lo pedí. Te ordene que hablaras. Si no lo haces tú, buscaré a otro. ─esté solo la miraba con temor. ──. Al fin y al cabo, tu vida no sería suficiente.
──¡Suéltame!
──¿Ahora mismo? ─preguntó la miope.
──¡Sí!
──Está bien, muérete.
──¡Hanji-san! ─llamó Moblit con desespero.
──Mátame y aprende. ─balbucea el pastor. ──. Nosotros cumplimos nuestra misión. ¡Así que suéltame ahora mismo! ─extendió sus brazos siendo solo Hanji lo que le hace seguir con vida. ──. Kami-sama... ─murmuró pensando que moriría.
La miope solo le lanzó bruscamente al concreto sentándose en la orilla.
Soltó una pequeña risa nerviosa.
──Era broma. ─dijo mientras el pastor chillaba al pensar que moriría. ──. Dígame, pastor Nick. ¿Todas las murallas están hechas de titanes?
Eso es lo que yo también me pregunto.
──¿Buntaichō? ─el castaño se acercó al verla más extraña de lo normal, pues esta temblaba.
──No sé cuando olvide esta sensación. ─mi vista se enfocó en el cielo. ──. No me sentía así desde que salí de las murallas por primera vez. ─se quedó en silencio unos segundos. ──. Tengo miedo.
Mi mirada se oscureció. Yo también comencé a sentir miedo y me desesperaba que el pastor no diga nada útil.
──Por lo menos responde una pregunta, basura. ─hablé mirando al hombre. ──. ¿Todas las murallas están hechas de titanes? ─él no me contestó. ──. Bastardo, te hice una pregunta. ─lo tomé del cuello de la ropa. ──. Contesta.
──Estás arrugando más mi túnica.
Mi mandíbula se tensó ante eso. Sin importar nada lo llevé a la orilla como anteriormente lo hizo Hanji.
──¡Buntaichūi! ─ignore el grito de algunos.
──Te daré una segunda oportunidad para que me contestes, basura. ─lo miré fijamente esperando una respuesta. ──. Aprovéchala porque nunca lo hago.
──No diré nada. ─extendió sus brazos. ──. Puedes soltarme si quieres.
El silencio reino esperando algún movimiento de mi parte.
──Tsk.
Cerré mis ojos dejando en el concreto al pastor, esté suspiró aliviado al igual que los demás.
Di media vuelta mirando a los lejos la puesta de sol.
──Siempre he dicho que no tengo excepciones. ─sin esperar más, le pegue una fuerte patada en el pecho haciendo que cayera por el muro.
──¡¡Buntaichūi!!
Ignore los gritos largandome de ahí. No estaba para bromas y conmigo no se juega.
El sonido de la campana me hizo detenerme. Era muy inusual que tocaran la campana si no es cuando regresamos o vamos de expedición.
Y fue entonces que escuchamos esas palabras.
──¡¡Los titanes atravesaron la muralla Rose!!
Terminé por sujetar mi cabello acomodando con fuerza mis arnés. Tuve que cambiarme el uniforme lo más rápido que podía, solo me coloqué el pantalón junto a las botas y la chaqueta, no había mucho tiempo.
Fui directo a Black, tenía que prepararlo para lo que se avecina. Según los reportes, Mike les hizo frente para que no llegarán con los otros reclutas incluidos los de la #104, ellos irían a los pueblos a evacuar.
A pesar de que el único que sobrepasa al rubio es Levi, uno nunca sabe los resultados y siendo honesta tenía un mal sabor de boca.
En esta ocasión Levi no podrá luchar siendo yo la que tenga que encargarme de los mocosos, lo bueno que el escuadrón de Hanji estará con nosotros.
Por el momento tendremos que movernos a la secta del muro ya que estábamos en Stohess. Por órdenes de Erwin tenía que ir a caballo vigilando la carroza donde iban los tres mocosos.
Solo faltaban tres personas más; Levi, la miope de mierda y la basura del pastor.
Y si, al parecer Moblit lo rescató antes de que cayera por el muro. Una lastima.
──¿Donde mierda están los demás? ─pregunté deteniendo a Black a un lado de la carroza.
──Ya estoy aquí. ─la miré de reojo. ──. Tarde más de lo que esperaba en prepararme.
──Dejen de perder el tiempo y suban, idiotas. ─ordené sin expresión.
──Yo también te amo, Liberty. ─dijo subiendo después de que los otros lo hicieran.
──¿Qué hace aquí un miembro del culto? ─preguntó Armin sorprendido de ello.
──Ah, Nick es un buen amigo mío y más de Liberty, ¿verdad? ─esté no dijo nada. ──. No le den importancia. Este equipo es un desastre en su totalidad. ¿Verdad, Levi?
──No. Tiene sentido. ─habló. ──. Erwin los eligió por algo.
──Antes de que hagan una mierda. ─los miré. ──. Les recuerdo que están bajo mi liderazgo. Cágenla y los mato.
Black los miró soltando un bufido, estaba impaciente y quería largarse ya.
──Tenganle un poco de paciencia a la canija. ─pidió la miope. ──. Aunque no demuestre esa es su manera de preocuparse.
──¡Buntaichūi, ¿todo listo?! ─preguntaron.
──Sí, está todo listo.
──¡Abran las puertas! ─escuche la orden de Erwin. ──. Sin más noticias de la Muralla Rose, la zona segura solo llega hasta Erhmich. Ganaremos tiempo ahí. ¡Vámonos!
──En marcha. ─ordené al conductor de la carreta.
──¡Sí!
Como era de costumbre, Black relincho para comenzar a trotar. En el transcurso del camino le explicaron a los mocosos que el pastor Nick sabía sobre los titanes en el muro.
──¿Este hombre sabía que había titanes en el muro? ─preguntó el mocoso de mierda sorprendido.
──Sí, pero lo mantuvo en secreto todo este tiempo. ─respondió la miope. ──. Nos acompañará para presenciar la realidad. Veremos si tras observar con sus propios ojos, sus principios le permiten seguir con la boca cerrada.
──¡No, no, no! ¡Es una locura! ─exclamó Eren. ──. ¡Si sabe algo, hable! ¿Qué hay más importante que evitar la extinción de la humanidad?
Se tomó su cabeza por haberse esforzado mucho al hablar.
──Cálmate, Eren. ─Mikasa lo ayudó a sentarse. ──. Todavía sufres efectos de la transformación.
──Hay muchas formas de preguntar. ─habló el enano apuntando al pastor con un arma. ──. Puede que esté herido y sirva de poco, pero todavía puedo vigilarlo. Espero y no acabes con un agujero, por el bien de ambos. ─el pastor solo sudaba frío. ──. Tal vez sobreviviste a Liberty, pero no conmigo.
──Las amenazas no funcionan, Levi. Ya lo intenté. ─habló la miope. ──. Incluso fue divertido ver a Liberty lanzarlo por el muro. Pero creo que el pastor es una persona razonable. Eso me hace pensar que la razón por la que no habla es peor que la extinción de la humanidad.
¿Peor que eso? No me lo quiero imaginar.
Presté atención a mi frente sintiendo la leve mirada del enano. En estos últimos días ha estado actuando muy extraño, solo me mira sin decir nada sumido en su pensamientos, como si estuviera en una lucha interna por decir o hacer algo.
Me acerqué más a su lado.
──¿Qué pasa, escoria? ─hablé solo para que me escuchara. ──. Te noto extraño. ─miré sus ojos. ──. ¿Hay algo que tengo que saber?
──Sí. ─me entregó mi capa. ──. Cúbrete, hace frío y te puedes enfermar.
──Levi. ─sabía que no me quería decir nada. ──. Me crees estúpida. ─conocía muy bien a ese hombre para saber que no me quiere decir lo que piensa. ──. ¿Qué te pasa?
──Tsk. ─chistó. ──. Estás muy habladora y me molestas, mocosa.
Tomé bruscamente mi capa colocándola mientras Black se alejaba de él. Su maldita actitud ahora me irritó, y no sé por qué.
La luz de la luna se fue haciendo presente iluminando mejor el camino.
──Hanji. ─llamó el enano, pero lo ignoro. Yo seguí con mi vista al frente escuchando. ──. ¡Oye, cuatro ojos! ─de reojo observe a la miope observando una piedra. ──. ¿Tenías una afición tan oscura como contemplar piedras?
──Sí. ─lo miró. ──. Porque no es una piedra cualquiera. ─aclaró. ──. Es una parte de la piel endurecida del titán hembra.
──¿No desapareció?
──No. ─miró a el rubio. ──. Ni con Annie en forma humana y lejos de su cuerpo. No se evapora ni desaparece.
Mis ojos de vez en cuando se desviaban del frente para observar a la miope en ocasiones sentía mi vista y me miraba.
──Tuve una idea y lo comparé con un trozo de muralla. La marca y composición son parecidas. ─ahora entendía porque tardo. ──. En otras palabras, es probable que los titanes colosales sean los pilares de las murallas con su piel endurecida. ─el pastor cerró sus ojos sabiendo que era cierto.
──Armin tenía razón. ─murmuró Mikasa.
El rubio abrió sus ojos sorprendido
──Entonces... ─la mano de Hanji impactó en su cara sin dejarlo hablar.
──Déjame decirle a mí, Armin. ─más que una petición fue una orden. ──. Tapar el agujero de la muralla Rose será complicado, a no ser que encontremos una roca que encaje. Pero si Eren se transforma en titán y usa los poderes de los titanes para tapar el agujero.
──¿Qué yo... tape el agujero? ─preguntó sin creerlo.
──El material es el mismo. ─comentó la miope. ──. Si puedes dejar un fósil que dure hasta cuando dejes de estar transformado, hay una posibilidad.
──Vale la pena intentarlo. ─murmuró el rubio. ──. Además, si eso es factible, hay esperanzas para recuperar la muralla María. Con los métodos tradicionales se necesita transportar muchas rocas, por eso se había de plantear rutas de suministros. Pero si no hay necesidad de eso, llegaríamos a Shiganshina rápidamente. ¿Qué les parece hacer el viaje de noche?
──¿De noche?
──Si, cuando los titanes no se mueven.
Ese chico tiene buen coco y no me refiero por su peinado.
──Entiendo. ─habló la miope. ──. Un grupo pequeño podría ir directamente a la muralla María. Incluso cuando la situación sea desesperante, siempre hay un atisbo de esperanza, ¿eh?
──Siento cortar su burbuja. ─hablé sin mirarlos. ──. Pero todo depende si el mocoso puede tapar el agujero o no.
──Siento preguntarte esto... ─Hanji lo miró. ──. ¿Podrás hacerlo?
Se quedó en silencio sintiendo las miradas de todos puestas en él.
──La cuestión no es si puede o no. ─la voz de Levi interrumpió lo que estaba por decir. ──. Hazlo. No tienes opción. ─la mirada que le dio lo dejó en silencio. ──. Mira como estamos. La Legión no tiene nada mejor que hacer que apoyar ese plan. Haz que funcione.
──¡Sí! ¡Taparé el agujero! ─expresó. ──. Lo taparé. ─murmuró recordando algo. ──. El sótano de mi casa. ─tomó la llave que colgaba de su cuello. ──. Sí mi padre decía la verdad, allí estarán todas las respuestas.
Todo quedó en silencio.
Solté un suspiro al ver la puerta.
──Ya estamos en Ehrmich. ─informé. ──. Hanji, te dejo a los mocosos unos momentos. ─la miré y ellos a mí. ──. Iré con Erwin.
──No te preocupes por ellos, canija. ─cerró un ojo mientras levantaba su pulgar. ──. Los cuidaré bien.
Ni siquiera volteé a ver la oscura mirada del azabache cuando Black relincho comenzando a correr lejos suya.
A los minutos logré llegar a un lado del equino blanco al inicio de la caravana. Erwin solo con ver mi semblante sabía que no estaba de humor.
──¿Noche pesada?
──¿Tú que crees? ─lo miré de reojo. ──. ¿Tú sabes que le pasa a la escoria?
──¿A Levi? ─asentí ante su pregunta. ──. Seguramente está así por no poder hacer nada.
──Erwin. ─sabía que mentía. ──. ¿Te ha dicho algo?
──Liberty, a él le está pasando como a todos. ─miró al frente. ──. Tiene miedo.
──¿Miedo? ¿Levi con miedo? ─lo miré incrédula.
──Si el hombre más valiente dice que no tiene miedo, miente. ─alcé una ceja ante eso. ──. Incluso tu lo tienes, Liberty.
──Pero... ¿de qué? ─no me contestó solo tomó mi mano dando un fuerte apretón.
──Ya deberías de saberlo, cariño.
Y aún con eso, seguía igual de confundida.
Levi... ¿tenía miedo?
Pero, ¿a qué?
No creo que a los titanes y menos ahora que no puede enfrentarlos o al menos no él... por qué yo sí.